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sucesos - MIÉRCOLES, 7 DE OCTUBRE DE 2009


Un momento de la refriega. f. raso.

agresión
 

El apedreamiento del Recinto acabó con tres guardias civiles heridos

El guardia directamente agredido por
el ahora detenido presentó fractura
de los huesos propios de la nariz
 

CEUTA
Antonio Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Tres guardias civiles resultaron heridos de distinta consideración después de la refriega sucedida el pasado lunes por la noche en el Recinto, de la que dio cuenta EL PUEBLO en su edición de ayer y donde se procedió a la detención tanto del agresor como de su esposa por interferir la acción policial en tanto una lluvia de piedras y de botellas caían sobre los agentes de la Benemérita.

La refriega sucedida en la noche del pasado lunes, de la que se hizo eco EL PUEBLO acabó finalmente con tres agentes de la Guardia Civil heridos de distinta consideración en un apedreamiento sufrido en el cruce entre las zonas de Pozo Rayo y Sarchal, en el Recinto Sur.

Los hechos, según nota oficial recibida de la Delegación del Gobierno, ocurrieron a las 21.00 horas, cuando dos patrullas de servicio estaban identificando al conductor de un vehículo tipo quad y un vecino del lugar increpó e insultó a los agentes, a quien le requirieron igualmente su documentación.

En ese momento, se relata en el comunicado, los agentes se percataron de que dicho individuo pasó a otra persona, menor de edad, lo que parecía alguna sustancia ilegal y al tratar los agentes de constatar este hecho, el individuo empujó y agredió a uno de los guardias, por lo que fue inmediatamente fue detenido no sin oponer una fuerte resistencia, se especifica (tal y como relató este diario).

En el lugar de los hechos se concentraron numerosas personas que arrojaron piedras y botellas a los agentes, acudiendo otras patrullas de servicio en auxilio de los guardias actuantes.

De modo que se procedió a la detención, por un delito de resistencia a la autoridad, a A.G.A., con antecedentes por tráfico de drogas y a S.A.B, esposa del anterior por interferir la labor policial.

Como resultado de la agresión uno de los agentes sufrió fractura de nariz y los dos restantes erosiones y contusiones en varias partes de su cuerpo durante el proceso de la detención que tuvo su complicación por la lluvia de piedras que caía en esos instantes. Se ha abierto una investigación para dar con los autores del apedreamiento.
 

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