La Guardia Civil se vio envuelta en una lluvia de piedras
lanzadas por varios individuos que trataron de coartar la
labor de los agentes cuando en un control rutinario en la
zona detuvieron a un individuo, a bordo de un vehículo, que
desatendió y desobedeció las órdenes de la autoridad y
plantó cara a los funcionarios retándoles y agrediendo de
cierta gravedad a uno de ellos
Los hechos tuvieron lugar en las proximidades de la conocida
zona de Huerta del Cateto en el Recinto. Un control de la
Guardia Civil sobre las 21’30 horas acabó como el rosario de
la aurora después de que tras la detención de un individuo,
que desobedeció, retó y plantó cara a los agentes, se
produjese un lanzamiento masivo de piedras lanzadas por
varios jóvenes ocultos en las proximidades. El ahora
detenido agredió brutalmente a uno de los guardias al que le
multicontusionó la cara y le realizó un corte en la frente.
De inmediato, los agentes que se vieron inmersos en esta
peligrosa escena lanzaron aviso de ayuda a su central.
Varias patrullas de la Benemérita se dirigieron al lugar, y
también varios vehículos del Cuerpo Nacional de Policía
pertrechados de material antidisturbios. Después de una
breve refriega, con piedras de por medio contra los agentes,
la presencia numerosa de policías y guardias civiles calmó
la situación definitivamente. De hecho, en sólo cinco
minutos la situación quedó controlada.
La segunda parte se vivió en el hospital civil del Ingesa
donde varios ‘patrols’ de la Benemérita permanecían
apostados dando cobertura a los compañeros y al detenido que
estaban siendo atendidos en el interior como consecuencia
del forcejeo con los guardias por su detención. La peor
parte la llevaba el agente agredido.
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