ACTUALIDAD - MARTES, 6 DE OCTUBRE DE 2009

CEUTA
Redacción
ceuta@elpueblodeceuta.com

Los embalses que abastecen a Ceuta de agua potable no almacenan más de 235.735 metros cúbicos de agua, pero no pueden desalojar más abajo de los 180.000 que marca la reserva estratégica. La semana pasada la ciudad consumió 24.000 metros cúbicos de agua embalsada. Si se dependiera sólo de los pantanos, Ceuta quedaría sin suministro en tres días.

Las reservas de los embalses que abastecen a la ciudad no podrán proveer de agua a los ceutíes más allá de dos semanas si se consume al mismo ritmo que la semana anterior y no llegan precipitaciones al Renegado y el Infierno.

Los embalses se encuentran al 10,31 por ciento de su capacidad, con un total de 235.735 metros cúbicos embalsados, 136.298 en El Renegado y 99.437 en El Infierno.

Ahora bien, los embalses que abastecen a la Ciudad Autónoma de Ceuta disponen de una reserva estratégica de 180.000 metros cúbicos de agua. Más abajo de esta cantidad no resulta recomendable utilizar más recursos hídricos para el abastecimiento urbano.

Es decir, que a los ceutíes les queda poco menos de 56.000 metros cúbicos de agua en los embalses para el abastecimiento de sus hogares, negocios y zonas verdes. Sin embargo, sólo la semana que transcurrió entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre los ceutíes consumieron 24.000 metros cuadrados de los embalses.

Pequeño porcentaje

Sin embargo, el porcentaje de suministro que proporcionan los embalses del Renegado y el Infierno es significativamente más pequeño que el de la desaladora.

Ceuta consume 30.000 metros cúbicos de agua al día, según informaron desde Acemsa. Si se dependiera tan sólo del agua embalsada en estos dos pantanos, la ciudad se quedaría sin suministro dentro de tres días.

Pero la desaladora aporta 22.000 metros cúbicos de agua diarios al consumo de la ciudad, lo que representa más del 73 por ciento de lo que, hasta ahora, han venido necesitando los ceutíes.

La posibilidad de que se amplíen las instalaciones de la desaladora para permitirle proporcionar más agua potable a la ciudad desde el mar también están en los planes de la Ciudad Autónoma de Ceuta.

Sin embargo, ésta es una medida que sólo podrá arbitrarse a medio plazo y que irá acompañada de otras como la sectorialización y digitalización del sistema de suministro, que tal vez podría ser más eficaz a la hora de detectar y controlar otro de los problemas del canal de abastecimiento ceutí: las numerosas fugas de agua.
 

El buque aljibe: problemas logísticos y poca oferta

La opción de contratar un barco-aljibe que traiga agua hasta Ceuta cargada en Algeciras hacía veinte años que no utilizaba en la ciudad, pero si la situación no cambia podría convertirse en la única posibilidad viable para que no se produzcan los odiosos racionamientos en el suministro de recursos hídricos. Según ha podido saber este periódico, el proyecto de traer un barco aljibe cargado de agua desde Algeciras se está encontrando con problemas primeramente logísticos, que hacen complicado su aprovisionamiento en la ciudad del Campo de Gibraltar. También podrían estar hallándose problemas a la hora de localizar y contratar una embarcación con las características necesarias para la operación de trasvase de agua de un lado a otro del Estrecho. En sus últimas comparecencias, la portavoz del Gobierno autonómico y consejera de Medio Ambiente, Yolando Bel, se ha mostrado esquiva sobre la posibilidad de aportar datos concretos sobre la contratación del barco aljibe. En realidad, la consejera Bel se ha limitado a recalcar que el coste de la contratación de este barco aljibe será asumido de manera íntegra por la Ciudad Autónoma de Ceuta. Que se estaban estudiando precios, características técnicas y distintas capacidades antes de formular la contratación, etc. Así fue pocos días antes de que cayeran las primeras precipitaciones del otoño, que no consiguieron elevar las reservas de los pantanos ceutíes más allá del once por ciento de su capacidad. Una semana después, con un consumo de 24.000 metros cúbico de agua sólo procedente de los embalses, El Renegado y el Infierno han disminuido sus reservas en casi setenta décimas de punto porcentual. Las borrascas, por el momento, se han alejado y el paupérrimo estado de las reservas hace pensar que la ciudad de Ceuta sólo podría contar agua para el consumo gracias a su desaladora, en proceso de ampliación, y tal vez al inevitable buque aljibe que se baraja contratar.