El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ha
instado al Gobierno central a que intervenga para resolver
el problema que se plantea desde hace unos días en los pasos
fronterizos que enlazan Melilla con Marruecos, donde se ha
empezado a reclamar el papel verde a todos los coches,
incluidos los de matrícula 'ML', lo que está provocando no
pocas retenciones a la hora de pasar al país vecino.
Imbroda criticó esta medida impuesta por Marruecos porque, a
pesar de que es de carácter general para todas las fronteras
alauitas, afecta sobremanera a los pasos de Melilla.
“No lo veo bien, lo veo mal”, subrayó Imbroda, que recordó
que este es un problema que trasciende a la Ciudad Autónoma,
al ser la frontera una competencia estatal. Por esta razón,
indicó que lo único que puede hacer en este asunto la
Administración local es “expresar un deseo y pedirle al
Gobierno de España que a ver qué puede hacer con Marruecos”,
para que ese país cambie de opinión o, al menos, “suavice”
sus nuevas exigencias burocráticas.
Suavizar la medida
“Eso no quiere decir que Marruecos lleve o no la razón, sino
que habrá alguna medida de poder hablar con el Gobierno
marroquí para que eso se pudiera suavizar”, insistió.
En opinión de Imbroda, la intervención del Gobierno español
podría darse no en forma de instrucción, ya que se trata de
una medida adoptada por un país soberano como es Marruecos,
sino que podría recurrir a la vía diplomática para intentar
llegar a un acuerdo con el país alauita.
Al respecto, Imbroda dijo saber que hay organizaciones
sociales de la ciudad, como la Asociación de Comerciantes
del Rastro y Barrios Adyacentes, que están intentando por su
cuenta hablar con las autoridades marroquíes para que no se
adopte finalmente la polémica medida del papel verde.
Perjuicio
Según Imbroda, el hecho de que ahora se reclame este trámite
relacionado con el seguro internacional es fruto de la “mala
gestión de alguien en Nador”, que “ha fastidiado” el acuerdo
histórico para no exigir documentos internacionales a los
melillenses que vayan a visitar la provincia de Nador y
viceversa. Eso había favorecido que las fronteras de Melilla
fueran “siempre muy permeables en el tráfico de vehículos y
personas en ambos lados”, algo que “ha sido así
históricamente”.
Sin embargo, la exigencia del papel verde supone “un filtro
grave” que, en opinión del mandatario melillense, “podría
perjudicar ese contacto y relación entre ambos países en
este borde de la frontera”.
Según Imbroda, ese perjuicio afectará “fundamentalmente a
los melillenses” que tengan que pasar a Marruecos por
razones familiares, económicas o de turismo y ocio, ya que
es a estos ciudadanos a los que se está empezando a reclamar
el papel verde en el lado marroquí de la frontera.
Impacto económico
Además, el presidente de la Ciudad advirtió de cómo podría
afectar a las relaciones económicas este nuevo requisito
burocrático. “Se va a dar un buen palo a la economía de la
ciudad, porque es mucho el tráfico comercial que hay y son
muchas las personas que pasan para realizar operaciones”,
subrayó Imbroda.
Por todo ello, Imbroda pidió la intervención de la
Administración del Estado, representada en la Delegación del
Gobierno y el Ejecutivo central, ya que “son los que tienen
que tomar cartas en el asunto de la manera que sea, y
siempre defendiendo los intereses de los melillenses”.
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