Es una de las primeras personas
con que contacté nada más llegar a Ceuta. Recuerdo que
hacía, tan sólo, tres días que yo había puesto los pies en
esta ciudad y en el “viejo campo del 54”, en un encuentro de
la regional, uno de los equipos era el UA Ceutí, coincidí
con él, por casualidad. A los diez minutos ya parecía que
nos conocíamos de toda la vida, y tras aquel encuentro,
antes de irme para mi casa me dijo:” Siempre que quieras
tienes abiertas las puertas del club para todo lo que
necesites”. El era presidente del UA Ceutí, estábamos en
1978.
A partir de entonces, en mi primera etapa aquí en Ceuta,
hasta 1986, raro era el día que no hablé con él, en los
momentos agradables, cuando ascendieron a tercera división,
o en los momentos difíciles, como cuando se les quemó el
bingo.
En aquellos años, Paco Luque estaba totalmente entregado,
día y noche al UA Ceutí, y muy especialmente cuando era una
entidad no rica, antes de tener el bingo, que tan buenos
dividendos dio en los primeros momentos a la entidad.
El UA Ceutí con el bingo pasó a ser la entidad rica, y como
había dinero fresco, los moscones se iban acercando al club,
como las moscas a la miel, con lo que desde dentro y desde
fuera le empezaron a poner zancadillas hasta desplazarlo y
Paco Luque con la misma dignidad que supo llevar la entidad,
en todas sus secciones, fue capaz de irse y no volver la
cara hacia atrás. Él, decían los listos que merodeaban al
olor del dinero, no estaba capacitado para llevar aquella
empresa. Los que le sucedieron, con el dinero, hicieron
mangas y capirotes hasta dejar la entidad, durante unos
años, como un rastrojo. Ahora, pero con otros dirigentes, el
UA Ceutí es otra cosa.
En el terreno político, Paco Luque, en los años complicados
para AP, cuando no le seguían muchos votantes, se decantó
claramente, sin ocultarse de nadie, por esta formación. Ahí
están las hemerotecas para ver como fue uno de los que salió
en defensa de este partido político.
Los que ahora mandan o dominan el partido estaban muy lejos
de saber por donde iban a ir ellos y por donde iba AP. Paco
Luque sí sabía a donde iba y nunca lo ocultó.
Últimamente, mi amigo Paco, no sé si hastiado, está al
margen de la política, pero es un hombre que todos los días
recorre la Calle Real, él no tiene nada que ocultar y puede
pasear por el centro de Ceuta, a cualquier hora, con la
cabeza alta.
El pasado sábado me lo encontré junto a Telefónica y me
dijo:” voy a buscar a unos amigos que han venido de fuera,
porque mañana me caso”. Me quedé casi sin reaccionar, hasta
que caí en la cuenta:” por segunda vez, tus bodas de oro”,
le dije, y así es. Ayer, un ceutí, un hombre del pueblo, un
buen hombre, “pasaba de nuevo por la vicaría, pero con la
misma mujer que hace cincuenta años”. Y lo ha querido
celebrar como cuando hace medio siglo fueron por primera vez
al altar, entonces no se llevaba eso de que te case el
primer concejal de turno.
Los amigos le deseamos a este matrimonio ya veterano, pero
todavía con muchos años por delante, la misma felicidad,
aunque aumentada, que han tenido en todo este tiempo que han
vivido casados. Cincuenta años, me decía Paco Luque, y otros
nueve que “habían estado de novios”, o lo que es lo mismo,
toda una vida compartiendo lo bueno y lo menos bueno, lo
malo no tiene cabida al lado de Paco. ¡Felicidades, “joven
matrimonio”!.
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