El informe elaborado por el
Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, a petición del Consejo
Económico y Social de Ceuta, en relación al servicio
prestado por las diferentes navieras que operan en la línea
Ceuta-Algeciras no incluía la última tropelía protagonizada
por quien iniciara sus operaciones hace tres años procedente
de Denia, Balearia. Naviera, llegada a nuestra ciudad en
octubre de 2006 con grandes promesas de fidelidad hacia los
ceutíes aunque, las circunstancias acontecidas desde su
puesta en marcha han demostrado la inconsistencia de las
mismas.
Una Compañía que se reitera en el engaño fácil anunciando a
la ciudadanía, hasta en tres ocasiones, la incorporación a
la Línea del Estrecho de embarcaciones proyectadas con la
“intención de innovar en el concepto existente de las
comunicaciones marítimas entre Ceuta y Algeciras” cuando, la
realidad ha demostrado en todas las ocasiones la falsedad de
las mismas. Primero, fue el anuncio de la llegada de un fast
ferry de última generación, el Ramón Llull, posteriormente,
el del super fast ferry, Federico García Lorca, anunciado en
su día como el fast ferry monocasco más grande del mundo y
ahora, el anuncio de la llegada del ferry “Pació per
Formentera” que posibilitaría una posible disminución de las
tarifas existentes cercanas al 25% debido al bajo consumo de
combustible y con una duración en el trayecto de 1 hora y
cinco minutos aproximadamente.
Aunque, en esta ocasión el engaño ha crecido de la misma
forma que la nariz de Zpinocho. Al mismo tiempo, que la
prensa local recogía el anuncio ofrecido por un responsable
de esta naviera, el periódico balear, Diario de Ibiza se
congratulaba de la finalización de la construcción de la
embarcación comprometida por Balearia con el Gobierno Balear
al objeto de prestar sus servicios en la línea marítima
entre Formentera, Dénia e Ibiza, bautizándolo incluso con el
lema de la campaña promocional que desarrolla la Consellería
de Turismo de esta Comunidad.
Además, una vez iniciadas las rotaciones, los ceutíes hemos
podido comprobar que el engaño es aún mayor ya que, la
duración de la travesía se alarga en una hora y treinta
minutos, superando ampliamente el tiempo empleado por el
resto de embarcaciones tipo fast ferry que enlazan ambas
ciudades. En definitiva, un nuevo engaño propiciado por
quienes se han autoproclamado defensores de los intereses de
los ceutíes.
|