Unión, Progreso y Democracia (UPyD)
ha sido el último partido en lanzar sus propuestas, ayer,
aunque ya las había esbozado en ocasiones anteriores, sobre
posibles soluciones para el problema de la movilidad que,
tanto a nivel interno como externo, sufre la ciudad autónoma
de Ceuta, que no podrá librarse nunca de él debido a su
escasa superficie y a su extrapeninsularidad. El de cómo
moverse por Ceuta y el de cómo moverse desde la ciudad hacia
el resto del territorio nacional será, pues, siempre un
asunto central de la vida local. Regularmente, cada partido
plantea sus propuestas al respecto. A nivel interno, el
borrador del nuevo PGOU plantea formalizar, una red de
espacios destinados a movilidad peatonal y ciclista, que
ofrezcan ventajas comparativas con respecto al automóvil
para atajar la altísima tasa de motorización local, así como
extender las áreas peatonales, evitando su estrangulamiento
por vías permitidas al tráfico rodado y el replanteamiento
radical de la estructura y prestaciones de la red de
transporte público.
De cara al exterior, la carestía del transporte aéreo y
marítimo, el más utilizado, mantiene de permanente
actualidad la necesidad de buscar alternativas que mejoren
la conexión con la península. Así, se ha hablado de hacer
espacio a un aeropuerto al uso, a utilizar barcos de otras
características, a reducir o ampliar el número de
rotaciones, a establecer una naviera pública... Ahora se
plantea, de nuevo, la posibilidad de recuperar los
hidroaviones.
Si el empleo merece, como ha dicho este fin de semana, que
todos los agentes institucionales y sociales se sienten
alrededor de una misma mesa para encontrar una solución, o
al menos las mejores medidas para atajarlo, de forma
consensuada, el problema del transporte no debe ser menos.
Es necesario también un gran Pacto de Ciudad que aclare
prioridades y fije estrategias para que los ceutíes no vean
desfilar propuestas particulares ante sus ojos que nunca o
casi nunca se acaban concretando.
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