La liberalización en la comercialización de la píldora
poscoital, que desde el pasado lunes ya puede adquirirse sin
prescripción médica en cualquier farmacia del territorio
español, no ha provocado, ni mucho menos, una avalancha en
la demanda de este método que algunos farmacéuticos definen
como anticonceptivo y otros como simple método de urgencia,
útil sólo 72 horas después del coito.
En realidad, las farmacias ceutíes consultadas por este
periódico aseguran que de estas píldoras no suelen venderse
más de tres o cuatro cada mes, y algunas, desde que entró en
vigor la posibilidad de adquirirlas sin recetas, ni siquiera
han dispensado ninguna en este lapso de tiempo.
“Antes aparecían muchos clientes que la demandaban sin
receta, y teníamos que remitirles a su médico para que
hiciera la prescripción”, explica la farmacéutica Mónica
García, de la Farmacia Partida Figuerola situada en el
número 7 del Paseo del Revellín.
Para esta farmacéutica, las nuevas normas de prescripción
resultan más cómodas para los profesionales, pero perjudican
a los usuarios. “Antes, cuando se exigía receta, era más
problemático para nosotros, porque es difícil que alguien se
vaya de la farmacia sin lo que viene buscando y además que
se vaya contento”, explica Mónica García.
“Sin embargo -prosiguió la farmacéutica- el paciente no se
va a ver beneficiado. Muchas parejas han llegado a venir
hasta dos semanas seguidas a la misma farmacia a por esta
píldora poscoital. Ahora que no va a existir ningún control
médico sobre su dispensación, muchos jóvenes se verán
perjudicados porque no existen estudios sobre sus posibles
fenómenos adversos en el caso de que se ingieran
continuadamente”.
Las farmacias todavía siguen esperando a que el Consejo
General de Farmacéuticos les remita el protocolo sobre cómo
deben actuar cuando se les demanda esta píldora. María
Dolores Ruiz Gualda, de la Farmacia Arco, en la calle
Jaudenes, aplica sus propias reglas para informar a cada
cliente demandante sobre el uso de la píldora. “Ni es un
método abortivo ni tampoco es anticonceptivo, pero hay gente
que se piensa que sí lo es y que se puede tomar sin ton ni
son. Cuando la dispensamos recomendamos que se utilicen
preservativos, pues además de no estar estudiadas las
contraindicaciones de la píldora en un uso continuado,
tampoco sirve como remedio contra las enfermedades de
transmisión sexual”, continuó esta farmacéutica.
Más información que adquisición
Y mientras llega un protocolo que los farmacéuticos llevan
esperando todo el verano, la liberalización del uso de esta
píldora ha generado en las farmacias más demanda de
información sobre sus propiedades que otra cosa, según
prosiguió Ruiz Gualda.
La Farmacia Partida Figuerola también dispone de su propio
sistema de actuación cuando un cliente les reclama una de
estas píldora. Sin embargo, su farmacéutica adjunta asegura
que cuando una mujer o una pareja viene reclamándola lo hace
ya con “las ideas bastante claras”.
La Farmacia Segura Morí, en el número 26 del Paseo del
Revellín, también dispone de su propio protocolo, que vienen
aplicando mientras no llega la información oficial sobre la
forma de dispensación. Su titular, María Jesús Segura Morí,
asegura que a los demandantes de este método que impide la
fecundación del óvulo por el espermatozoide se les informa
de sus utilidades, de sus efectos secundarios, de sus
interacciones con otros medicamentos.... Sin embargo, todos
los farmacéuticos consultados asegura no saber qué decir
sobre sus consecuencias tras un uso continuado, dado lo poco
estudiado clínicamente que se encuentra este extremo del
medicamento.
Para Segura Morí, el principal problema que se le plantea
ante la falta de información oficial sobre cómo dispensar
esta píldora es saber cómo actuar cuando la demandante de
este fármaco es una joven menor de dieciséis años.
Esta farmacéutica asegura que la demanda de la píldora del
día después es mayor cuanto menor es la edad de la cliente.
Sin embargo, como se ha venido explicando, esta demanda
sigue moviéndose en porcentajes muy pequeños, y en la
Farmacia Segura Morí no vendieron ninguna ni siquiera el
mismo lunes que entró en vigor la nueva normativa, cuando a
este establecimiento le tocó las veinticuatro horas de
guardia.
Durante su visita a Ceuta para inaugurar el nuevo hospital,
la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, también se refirió
a la dispensación de la píldora poscoital, que se podía
vender sin prescripción médica desde ese mismo día. Jiménez
insistió mucho en que se trataba de un método exclusivamente
de urgencia que carecía de cualquier valor profiláctico para
evitar efectos indeseados como las enfermedades
transmisibles sexualmente. Y que se trataba, en todo caso,
de una medida encuadrada en el contexto más amplio de la Ley
de Salud Sexual y Reproductiva.
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