Pese a que hasta 2013 no se tendrán los resultados
concluyentes de la trayectoria del programa ‘Juventud en
acción’, el coordinador de la Agencia Nacional Española del
área de inclusión social, Javier Peso, asegura que el 95% de
los jóvenes que participan en alguna de las acciones de
dicha iniciativa “reconoce que le ha cambiado la vida”, lo
que le da ánimos para continuar trabajando por esta causa.
Evaluando el sendero ya recorrido, Peso establece diferentes
etapas y compara la generación actual con la de los años 80
asegurando que esta última “tenía muy baja autoestima,
muchos miedos y prejuicios” y que la actual “es una de las
más comprometidas, con ganas de aprender de otras culturas”.
Pregunta.- El programa ‘Juventud en acción’ tiene un periodo
de ejecución de seis años, concretamente, hasta 2013, ¿Cuál
es el objetivo a perseguir con él?
Respuesta.- La idea es que, aunque sea un proyecto abierto a
todos las personas de entre 15 y 30 años, sea prioritaria la
intervención de jóvenes con menos acceso a otros programas
educativos porque no han seguido la enseñanza. Sin embargo,
este permite que chicos que no tengan ninguna preparación
especial ni sean universitarios o tengan dificultades
especiales de acceso por alguna discapacidad o contextos del
entorno que supongan un hándicap, pueden participar en un
programa europeo. Nuestro objetivo político e ideológico es
intentar que los jóvenes se impliquen e involucren en la
construcción de una Europa unida.
P.- ¿Cómo evalúa la participación juvenil en esta primera
mitad del proyecto europeo?, ¿se ha producido un cambio en
la mentalidad de este colectivo entendiendo Europa como un
territorio donde ampliar fronteras y conocimientos
personales y profesionales?
R.- Aunque este programa comenzase en 2007, diferentes
acciones del mismo ya estaban en marcha desde 1988 como los
intercambios de grupos de jóvenes. Tenemos un recorrido
bastante amplio de estas experiencias y puedo decir que en
estos 20 años transcurridos, hemos pasado por diferentes
momentos. En los inicios, había un déficit fundamental que
era el desconocimiento de la realidad de Europa y la
juventud española de entonces tenía muy baja autoestima pero
también había mucho más interés y curiosidad por conocer
otras culturas porque veníamos de una España muy pobre
existiendo los prejuicios y estereotipos.
P.- ¿Cuándo se experimenta una primera evolución
favorable y los jóvenes se dejan llevar por la identidad
europea?
R.- Hasta 1995 el camino fue muy positivo y, curiosamente,
en los momentos en los que ha habido una mayor expansión
económica, nos hemos encontrado con una juventud que ha
cambiado sus intereses pero de forma muy polarizada. Hay
gente más solidaria que nunca, con compromisos e intereses
muy motivados y necesitados del conocimiento de otras
culturas. Sin embargo, al mismo tiempo, muchos jóvenes no
tienen ningún interés por salir a ningún sitio, no les
interesa nada que no sea su localidad o barrio y sólo
piensan en la botellona y un trabajo fácil y rápido, sin
apostar por la formación.
P.- Esta inclusión social que se pretende con ‘Juventud
en acción’, ¿podría ser sinónima de educación en valores?
R.- Toda esta estrategia de la Agencia Nacional Española
está absolutamente focalizada en los mediadores, educadores
y técnicos que trabajan directamente con esos grupos de
jóvenes desmotivados, despreocupados, desinteresados. El
gran problema es llegar a ellos y lo que hacemos en este
tipo de seminarios es intentar que sean ellos los primeros
que experimenten los beneficios y los utilicen como una
herramienta de inclusión para los grupos de jóvenes con los
trabajan día a día.
P.- ¿Qué impacto puede tener esta herramienta
‘salvavidas’ para los jóvenes con dificultades?
R.- Con los intercambios juveniles, por ejemplo, el impacto
que recibe el joven es radical porque cada una de estas
acciones cambia la vida de un participante. El 95% de los
jóvenes durante la evaluación de su experiencia reconoce que
le ha cambiado la vida y creo que eso es totalmente
suficiente para seguir implicado en esto.
P.- ¿Qué otro parámetro o factor ha intervenido en el
éxito o la continuación de esta iniciativa?
R.- Precisamente la crisis económica también ha influido ya
que los jóvenes se replantean más su educación y formación,
sobre todo, aquellos que escogieron un trabajo rápido y
fácil. Tenemos esta sociedad y estos problemas porque no se
ha invertido en material humano; los valores inculcados en
la ciudadanía española han ido directamente a la eficacia, a
lo inmediato, a la ganancia rápida. Y con esa mentalidad, no
llegamos.
P.- Como contrapartida sí que se ha producido una
variante; anteriormente lo desconocido era totalmente
rechazado dando la espalda, por ejemplo, a una persona de
otra religión. Ahora, cada vez hay más jóvenes y adultos
preocupados por la cooperación y motivados por erradicar la
marginación social...
R.- Estamos viviendo en una sociedad muy polarizada, con
jóvenes muy estereotipados y otros tantos que salen de
ellos. Sí es cierto o creo que esta generación es la más
comprometida, abierta, con más ganas de aprender de otras
culturas. La sociedad está avanzando y en España se ha hecho
un gran esfuerzo por parte de las autoridades, la
legislación, que han traducido la diferencia como algo
positivo, el que culturas y personas nos beneficien y nos
aporten algo nuevo, interesante, que nos ayuda a crecer.
|