PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 4 DE OCTUBRE DE 2009

 
OPINIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 28


Se inaugura el Hospital Universitario de Ceuta. Una gran obra en todos los sentidos. Un hecho esperado desde hacía ya bastantes años y que ha colmado de satisfacción a los ciudadanos. El acontecimiento es presidido por la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez. Cuyo discurso es tan claro como breve y sencillo. Luego se formó una comitiva, cuyos componentes habían sido elegidos de antemano, para acompañar a la ministra por todo el edificio. A los invitados, que éramos unos pocos, se nos dijo que podíamos matar la espera tomando café y unas pastas en un bar montado al efecto. A mí, que había ido a la inauguración por corresponder educadamente a la invitación de la Delegación del Gobierno, ni me apetecía desayunarme, puesto que voy a esos sitios con mis necesidades cubiertas, ni quedarme más tiempo que el preciso. Pero, durante ese tiempo, pude comprobar el enorme desaire que se le hizo al portavoz del grupo UDCE-IU, Mohamed Alí. Con quien no se había contado para que formara parte de ese cortejo designado para conocer las nuevas y modernas instalaciones. En fin, que pregunté al respecto y las explicaciones que me dieron no fueron convincentes. Así que a lo mejor me da por hacer columna de una acción desafortunada en todos los sentidos y que, por supuesto, no ayuda a creer en la tan cacareada convivencia.

MARTES. 29


Tropiezo con Ahmed Idriss, diputado socialista en la Asamblea y representante del grupo árabe del partido en la ciudad, y nos ponemos a charlar. Más bien continuamos con la conversación que habíamos empezado durante la inauguración del Hospital Universitario. A Ahmed Daris, como médico de cabecera que fue de una señora a la cual quise mucho, le tengo aprecio. Y es que nunca olvidaré el trato que le dispensó a la enferma. Su manera de hablarle, de animarla, de conformarla. Después le dije que tampoco he olvidado el comportamiento que tuvieron las personas encargadas de la sección de cuidados paliativos. Entonces, al frente de ese equipo, iba la doctora Fabiola. Y es cuando Ahmed me destaca la enorme labor que vienen haciendo los componentes de cuidados paliativos. Una labor merecedora de ser propalada. Puesto que tratan por todos los medios de ayudar a morir dignamente. Porque el dolor físico no admite buenas palabras, sino hechos capaces de evitarlos. También le dimos un repaso a la política local. Carente de importancia, eso sí, y por ello no hago el menor comentario

MIÉRCOLES. 30


Con Francisco Pérez Hita me ha pasado a mí como con otras muchas personas desde que tuve uso de razón. Me explico: que hablo con ellas, una y otra vez, sé donde han militado, que profesión tienen, a qué se dedican, y sin embargo a la hora de la verdad me encuentro con que ni siquiera recuerdo sus nombres. Y lo paso fatal. Ya que cuando he querido referirme a ellas he tenido que hacerlo mediante descripciones por encima. Pero hoy, en cuanto tuve la oportunidad de coincidir nuevamente con Pérez Hita tomando el aperitivo, he dicho basta de olvidos. Y me he grabado a fuego su nombre en la memoria. Y aquí estoy dispuesto a decirle que me cae la mar de bien. Por más que me hayan colgado el sambenito de que yo detesto a todas las personas que formaron parte del GIL. Y que me parece un contertulio extraordinario. O sea, que charlar con él me apetece mucho. Resumiendo: que es la primera vez que pongo en blanco sobre negro cuatro letras sobre Francisco Pérez Hita. Y espero que no sean las últimas.

JUEVES. 1


Esta semana se está notando que la plana mayor del Gobierno local ha salido de viaje. A estas horas no sé si sus miembros habrán regresado. El caso es que yo estoy echando de menos su falta. Porque en los alrededores de la Casa Grande no se forman los corrillos a la hora del aperitivo. En los que siempre, cómo no, se suele cazar algún comentario sabroso. Semejante situación de vacío, me hace recurrir a la imaginación para sacar estas páginas adelantes. En las que me veo obligado a contar solamente escenas locales. Las páginas, eso sí, son muy agradecidas. Lo admiten todo: lo político, lo social, lo deportivo, y cualesquiera anécdotas. Estos días, lo confieso sin pudor, lo he dedicado a contar ciertas cosas en la calle sin tapujos que valgan. Cosas que, por los dichosos prejuicios, no se publican. Pero quienes escribimos en periódicos sabemos que el empleo del ‘boca a boca’, es decir, el contacto directo con los lectores, ofrece unas ventajas estupendas. De modo que hoy he hecho mi recorrido por lugares habituales y he largado a conveniencia. La primera visita fue para ‘La Pérgola’ –magnífico restaurante-. Donde me cundió la cháchara con Miguel Ángel Vallejo, durante casi una hora (por cierto, la lumbalgia de Miguel Ángel había cedido. Así que lo celebré copa en alto). Durante esa hora nos reímos cuando tocaba y nos pusimos serios cuando nos dio la gana. Luego me di una vuelta por el Hotel Tryp. A fin de darles las gracias a los empleados por las atenciones que habían tenido conmigo el día anterior. Buenos profesionales hay en el Tryp. Y finalicé mi recorrido en ‘La Dehesa’: otro restaurante destacado de esta ciudad. Resumiendo: que al final me di trazas suficientes para darle vida a la miscelánea semanal. Que la disfruten...

VIERNES. 2


Una vez más vuelvo a tener la oportunidad de conversar con José Fernández Chacón en un acto público. En esta ocasión, se trata de la celebración del patrón de la Policía Nacional: El día de los Ángeles Custodios. Y aprovechamos la copa de vino español que se sirve en los salones del Hotel Ulises para hablar y de paso reírnos un poco. Al delegado del Gobierno, entre otros asesores, lo acompaña Jesús Padillo: director Provincial de Fomento. Y, aunque tengo la completa certeza de que hace ya tiempo me lo presentó Fernández Chacón, la verdad es que con Padillo me pasaba tres cuartos de lo mismo que con Francisco Pérez Hita. Es decir, que en cuanto llegaba a casa se me había olvidado su nombre y su cargo. Hasta que hoy consigo hacerle justicia, no sólo acordándome de su nombre y de su cargo, sino también volviendo a destacar, porque así lo he hecho también en una columna, su enorme sentido del humor, su llaneza, y la naturalidad con que se ofrece a los demás. Una forma de ser, la de Padillo, director Provincial de Fomentos, que me complace airear.

SÁBADO. 3


Les voy a hablar, porque el día es propicio para ello, de Vicente Álvarez. Sí, hombre, el que hace dibujitos en un medio local y que destacó sobremanera cuando el GIL llegó a la ciudad para acabar con la presidencia de Jesús Fortes. Lo primero que hizo el bueno de Vicente es presentarse ante Antonio Sampietro para decirle que él era el hombre que más atributos tenía en Ceuta. Y Sampietro, un poco cortado, reaccionó de la siguiente manera: “Le creo, Vicente, le creo; pero haga el favor de prepararme un boceto en el cual pueda yo hacerme a la idea de cómo es la liebre que dice usted tener por órgano viril”. Y, tras varios dibujos al respecto, eligieron el miembro que había de adornar a la ‘pavana’ para que ésta luciera cual símbolo del poder que los ‘gilistas’ habían obtenido en Ceuta. Pero, al poco tiempo, a la ‘pavana’ le falló la circulación sanguínea y su cosa quedó yerma e imposibilitada para funcionar. Verdad es que trataron por todos los medios de reanimarla. De inyectarle savia nueva. Mas ni siquiera los estímulos adecuados lograron que el falo de la ‘pavana’ funcionara. De modo que la ‘pavana’ sin erecciones que ofrecer, se puso al servicio de Juan Vivas. Y a su edad, pues está en la flor de la vida, produce tristeza el verla emasculada. Qué será de ella, nos preguntamos muchas personas, cuando sea septuagenaria. ¿Verdad, Vicente Álvarez?
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto