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política - DOMINGO, 4 DE OCTUBRE DE 2009


mohamed alí. fidel raso.

 entrevista / MOHAMED ALI, PRESIDENTE DE UDCE
 

«Tengo la convicción de que jamás, haga lo que haga, me votarán ciudadanos no musulmanes»

Siete años después de llegar a la Asamblea y a 18 meses de las elecciones, Ali aboga por reflexionar sobre su sucesión en UDCE, asume errores, explica sus tratos con otros partidos y habla más claro que nunca

CEUTA
Gonzalo Testa

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Llega el otoño y, con él, la negociación de los Presupuestos de la Ciudad, un envite que UDCE-IU ha aceptado durante los dos últimos años pero que esta vez parece no tener la intención de asumir. “El Gobierno no ha cumplido sus compromisos con nosotros”, se queja Mohamed Ali, en el ojo de la polémica durante los últimos años por sus flirteos con PP, PSOE, IU y PSPC. La anterior legislatura, cuando llegó a la Asamblea, tuvo al PDSC de Mizzian como socio. A 18 meses de las próximas elecciones, a las que no parece tener demasiadas ganas de presentarse de nuevo, no duda de que a esa cita concurrirán partidos “auspiciados por el PP” dirigidos a captar el voto de los musulmanes, su, mal que le pese, vivero electoral.

Pregunta.- Superado el ecuador de su segunda legislatura en la Asamblea, con las elecciones de 2011 ya en el horizonte, ¿ha notado muchos cambios en la vida política local con respecto al primer ciclo?

Respuesta.- Cambios ha habido pocos porque ambos han venido marcados por la mayoría absoluta del PP y por su forma de actuar, la del rodillo, por mucho que digan que quieren contar con la oposición. Esa mayoría aplastante con recursos inmensos frente a una oposición muy limitada, sin apenas recursos ni representación en la Mesa, ha marcado el día a día de la política ceutí. Desde la oposición no participamos en la confección del Orden del Día de los Plenos ni de las Comisiones, lo que permite al Gobierno suprimir iniciativas e interpelaciones, ni tenemos capacidad para convocar Plenos Extraordinarios.

P.- ¿Ni siquiera tramitar la iniciativa? ¿Por qué no ha dado algún paso para hablar de Economía con el Gobierno en sede parlamentaria, como retó a Márquez?


R.- Ni siquiera eso. El Reglamento de la Asamblea lo marca muy claramente. Hacen falta siete diputados y nosotros somos seis. Hay muchos temas de candente actualidad que no llegan al Salón de Plenos por las limitaciones que le citaba.

P.- Pero tienen el instrumento, por ejemplo, de las interpelaciones, que raramente se utiliza

R.- Los dos grupos de la oposición hemos presentado muchas y sobre varios temas.

P.- Criticaba la forma de actuar del Gobierno pero ¿no tiene que hacer ninguna autocrítica de la labor de la oposición?


R.- Nuestro trabajo está condicionado por los factores que le he mencionado, que someten nuestras iniciativas a la voluntad política del Gobierno. Es posible que hayamos cometido errores porque no somos la perfección absoluta, pero es necesario que la ciudadanía sea consciente de que estamos muy coartados debido a la gran mayoría del PP, legitimada por los votos, es verdad, pero que no ampara el no facilitar información a la oposición, no hacernos partícipes de ciertos foros y expedientes...

P.- ¿Se ha arrepentido de retirar sus mociones de urgencia en el último Pleno?

R.- No. Me explico: lo que hicimos fue porque se nos pidió así. Hay una cosa que se llama cortesía parlamentaria. Si además los otros dos grupos ya estaban de acuerdo creo que no es nada raro atender su reclamo porque además esas mociones irán al próximo Pleno. En nuestro caso la más candente, la de la TDT, la pusimos en conocimiento de toda la ciudadanía a través de una rueda de prensa. El resto, como la situación de los vecinos de Estación de Ferrocarril, no eran temas de vida o muerte, por así decirlo. Si hubiesemos tenido algo improrrogable hubiéramos defendido su debate.

P.- ¿Tampoco se arrepiente de haber salido a defender, sin que nadie le hubiera aludido, a la portavoz socialista, Inmaculada Ramírez, del secretario general de su partido?

R.- Sí había alusiones a la oposición, y nosotros lo somos. UDCE-IU no está sometida a presiones de nadie, y menos del PP. Se puso en tela de juicio nuestra actitud y creo que mi pronunciamiento estuvo más que justificado. Sobre Ramírez, y lo digo con total sinceridad, creo que el Grupo Parlamentario Socialista está dejado de la mano de Dios y aislado por su partido. Yo creo que el PSOE tiene la obligación de asesorar a su representación institucional. Alguien debería reflexionar sobre por qué el PSOE no intervino en el punto económico más importante del día en el último Pleno. A mí me llama mucho la atención que alguien se lleve las manos a la cabeza cuando opinamos sobre la acción política del PSOE. Estamos más que legitimados porque hemos apoyado sin interés ni contraprestación a esa fuerza política porque creemos en los valores del proyecto de Zapatero. Desgraciadamente estos gestos no han sido correspondidos con cortesía o colaboración por parte del PSOE de Ceuta.

P.- ¿No teme que parezca que hace la pinza a los socialistas con el PP?


R.- La única formación política en Ceuta que tiene presentadas acciones legales y judiciales contra el equipo de Gobierno del PP es UDCE: Martín Cebollino y el Consejo de la Juventud. Y el único político que a día de hoy está querellado por el Ejecutivo local es Mohamed Ali, sobre el que pesan dos del señor Gordillo. Nosotros fuimos los que pedimos, entre el griterío, una Comisión de Investigación por el ‘caso Punta Blanca’. Cuando el señor Carracao tenga este aval, que venga a hablarnos de acuerdos raros y de alianzas políticas extrañas.

P.- Hubo un momento en que Ramírez y usted comparecieron juntos para abrir una línea de colaboración en la oposición en la Asamblea. ¿Por qué se frustró esa iniciativa?


R.- Yo no tengo ningún problema con el Grupo Socialista, ni con sus diputados ni con sus asesores. El problema es el partido. A veces da la impresión de que hay instrucciones para no trazar estrategias comunes en la Asamblea. Respeto esa opción interna pero no la comparto porque desaprovechamos la oportunidad de aunar esfuerzos para fiscalizar la acción del equipo de Gobierno.

P.- UDCE-IU ha dado la impresión durante los últimos años de fiscalizar como el Guadiana, a rachas. ¿Por qué ha vuelto ahora a elevar el nivel de su crítica?


R.- Nuestra acción está marcada por la responsabilidad. En política hay que serlo. No se puede hacer siempre una oposición destructiva. Cuando hay que apoyar, hay que apoyar; cuando hay que denunciar y fiscalizar, lo mismo. Podemos equivocarnos a veces, pero hay temas con cuya gestión estoy muy satisfecho. Por ejemplo, el del ‘recibo único’ del agua, contra el que recogimos firmas con el Grupo Socialista, más de 3.000 apoyos a los que el Gobierno ha dado la espalda, pero el tema del agua seguirá dando que hablar porque no hay y porque cada vez es más cara. La oposición debe trabajar en una doble vía: de fiscalización y de colaboración.

P.- Ahora llega el otoño, época en la que UDCE-IU nos ha acostumbrado a optar por la segunda vía para pactar los Presupuestos con el Gobierno. ¿Cómo lo ve este año?


R.- Eso sólo ha pasado en los dos últimos ejercicios, y en 2009 con el apoyo también del PSOE. En la primera legislatura nunca apoyamos las cuentas del Gobierno, pese a que se nos criticó duramente por ello. UDCE-IU es el único grupo que por solidaridad con un miembro de la Asamblea, Mustafa Mizzian, y como protesta por la falta de respeto del Ejecutivo a nuestras alegaciones, que nunca hemos dejado de presentar, abandonamos un debate sobre los Presupuestos. Nosotros no nos casamos con nadie.

P.- ¿Qué cambió en los dos últimos años?


R.- Que hubo una predisposición pública del Gobierno a incorporar cuestiones de nuestro programa electoral al documento. Estoy hablando del IMIS, de la gratuidad de los libros de texto y de inversiones importantes en el Príncipe Alfonso. Se reflexionó y decidimos negociar. Resultado: jamás había habido tanto dinero para becas ni para alojamiento alternativo ni para salario social ni para esa barriada. El año pasado la crisis fue un ingrediente más.

P.- Pues este año la crisis está peor que nunca. ¿Apuntamos a otro consenso?


R.- La crisis está peor que nunca, pero el Gobierno no ha sido leal con nosotros. UDCE-IU no firma cheques en blanco. Si pactamos una consignación presupuestaria es para ejecutarla, no para darla de baja con el fin de pagar créditos. Si acordamos destinar un millón de euros para los pobres es inaceptable que sólo se beneficien 30 familias y se contraten a cuatro trabajadores sociales de forma irregular. Para eso no. Yo pacto la consignación, pero la ejecución no depende de mí. Algo parecido ha ocurrido con la pista de atletismo del Príncipe, que fue en el acuerdo de 2008 y de la que aún no se sabe nada. Como el PP no cumple hemos reconsiderado nuestra posición, aunque ello no quita para que estudiemos a fondo su propuesta y presentemos alegaciones, que lo haremos.

P.- O sea, que no cuenten con usted


R.- UDCE-IU ha reconsiderado su posición de cara al debate presupuestario porque el Gobierno no ha cumplido sus compromisos.

P.- Ha hablado usted del valor del pacto presupuestario que ya se contó en su momento, pero en la calle, en las cafeterías, en los corrillos, se dice que hay otras compensaciones en B, viviendas, trabajos... ¿Es cierto?


R.- UDCE tiene una máxima: apoyar a los más desfavorecidos, una prioridad que está dentro del propósito último de defender el interés general. Esa directriz la llevamos a todos los foros en los que participamos. Si vamos a la Comisión Local de la Vivienda y la adjudicación se hace sobre el estudio de los expedientes nosotros siempre vamos a defender que vaya al más necesitado. Lo mismo pasa con cualquier tipo de ayuda pública, pero siempre dentro de la ley y sin chanchullos.

P.- Decía antes que UDCE no se casa con nadie, pero la verdad es que en los últimos años ha estado ennoviada con varios partidos, por lo que se le ha criticado mucho. Hábleme de cómo fue lo del PP


R.- La grandeza y madurez de UDCE es que ha demostrado que puede hablar con todo el mundo sin renunciar a sus principos y a sus convicciones. El equipo de Gobierno del PP, el mismo que ahora dice que si yo tuviera una responsabilidad sería la catástrofe mundial para Ceuta, nos ofreció hace unos meses entrar a formar parte del Ejecutivo. El problema fue que nosotros no accedimos a pactar un grupo de personas para colocarlas, sino que queríamos hablar de un proyecto de ciudad. Yo no quiero estar en política para hacerme consejero y cobrar 5.000 euros. Se me ofreció, lo rechacé tras consultar a la militancia y a día de hoy creo que fue una oportunidad desaprovechada por el PP, no por UDCE.

P.- Después estuvo a punto de pactar con el PSOE de Madrid una estrategia calcada a la que ha seguido con Aberchan. ¿Qué pasó?


R.- Con el PSOE es un querer y no poder.

P.- ¿La formación de la rosa siempre ha sido su novia política soñada?


R.- No. Lo digo porque nosotros siempre hemos pensado que el discurso que el PSOE defiende a nivel nacional tiene sintonía ideológica con el nuestro. Desgraciadamente el tiempo nos ha demostrado que una cosa es Madrid y otra lo que hace el partido en Ceuta. Les hemos apoyado en las dos últimas elecciones nacionales y europeas sin pedir nada a cambio. Es cierto el acercamiento del que me hablaba. Cuando todo parecía que se iba a hacer apareció una información en un periódico nacional, sin saber por qué, se nos dijo que ya no había acuerdo. No me pareció serio, ni entonces ni ahora, pero al partido le sirvió para hacer una reflexión: tenemos que creer más en nosotros mismos y confiar en nuestro trabajo más que intentar consolidar un proyecto que, con UDCE en la infraestructura del PSOE, nos parecía bueno para Ceuta.

P.- Carracao le pidió tiempo para ordenar su casa y hablar en 2012. ¿No está dispuesto a esperar?


R.- Nosotros hablamos siempre con quien quiere hacerlo. Lo que no entiendo es por qué esperar. Me parece un error retrasar algo que necesitamos ya: visualizar un modelo político unido alternativo al PP. Si Carracao o quien sea quiere hablar con UDCE en 2012, esté yo o no, seguro que se hablará.

P.- Usted habla a menudo con los miembros del Gobierno. ¿Cuánto hace que no habla con el líder del PSOE?


R.- Le saludé durante la visita de la ministra de Sanidad.

P.- Digo hablar de política


R.- De política... Hace meses. No lo recuerdo bien. Hablé con él cuando se proclamó secretario general del partido y a partir de ahí... Creo que habremos hablado otra vez.

P.- ¿Eso influye en su relación con la Delegación?


R.- Con la Delegación no ha habido grandes problemas ni grandes encuentros con Fernández Chacón al frente. Creo que la actitud de la institución es un tanto pasiva, que permite a la Ciudad tomar el protagonismo en asuntos en los que la Plaza de los Reyes debería tener la iniciativa. Dicho esto quiero decir que el trato de la Delegación hacia UDCE ha sido bueno, que ha habido receptividad en asuntos humanitarios, pero también que hay formas de trabajar en áreas como la educativa que me parecen desastrosas.

P.- Izquierda Unida. ¿Habrá divorcio antes del final de la legislatura?


R.- Nosotros queremos terminar la legislatura. UDCE tiene un acuerdo político de colaboración con IU a nivel federal y local. El trato de la federal ha sido exquisito. Yo creo que tenemos que terminar la legislatura. El trabajo que hace la UDCE en forma de denuncias y propuestas siempre viene suscrito en nombre de la coalición. Creo que estamos siendo leales.

P.- ¿Cómo va el coqueteo con el PSPC?

R.- En formación.

P.- ¿Tantos meses les hacen falta?


R.- A UDCE siempre se nos ha acusado de ser una formación confesional, de defender exclusivamente los intereses de los musulmanes aunque creo que los datos objetivos de nuestra acción política demuestra lo contrario. Desgraciadamente a día de hoy estoy convencido de que hagamos lo que hagamos nunca tendremos un volumen de votos significativo de ciudadanos que no sean musulmanes. Eso puede ser un pequeño fracaso propio por no ser capaces de conectar con la gente, pero creo que hay algo del otro lado también que no me atrevo a calificar que impide que se confíe en nosotros. Teniendo ese hándicap hemos creído conveniente intentar hacer un proyecto político con un partido, el PSPC, que ha sido valiente y ha mostrado interés y predisposición. Estamos estudiando la forma de concretar esa colaboración. Creo que nosotros hemos sido generosos, le hemos dado entrada en los Consejos de Administración de las sociedades muniicpales, y las próximas fechas deben ser claves para saber si el acuerdo va a ser algo más o se queda ahí.

“Maravillosas” excepciones

P.- Usted quiso llevar no musulmanes en su candidatura de 2007 y sólo encontró a dos personas, de la península, a las que nunca conocimos siquiera. ¿Qué lleva consigo para generar esa animadversión? ¿Cree que el PSOE se avergonzó de verse ligado a usted, a su partido, en ese medio nacional?


R.- Puede ser. No deja de ser una cuestión de complejos. En Ceuta hay mucho acomplejado. UDCE es un partido abierto y no nos gusta que se nos tilde de lo que no somos. Es cierto lo que dice de la última candidatura, pero yo quiero dejar claro que no se debe calificar religiosamente a las personas por su nombre. Mohamed, Mustafa y demás también tienen derecho y libertad para ser agnósticos, ateos o lo que quieran. ¿Hemos fracasado? ¿No hemos sabido atraer a gente para romper ese cliché? Sí. Pero también debo decir que hoy tengo la convicción, y espero que eso cambie algún día, de que jamás, haga lo que haga me van a votar ciudadanos no musulmanes salvo alguna maravillosa excepción.

P.- Hay trabajos universitarios que dicen que también ha habido una involución en UDCE, que antes se dirigían más a la ciudadanía en general y que cada vez se han cerrado más sobre su electorado potencialmente más proclive


R.- Sí. Hay estudios serios que lo dicen. A mí la experiencia me dice que hay mucha gente en esta ciudad que tiene en su subconsciente la idea de que votando a UDCE está traicionando a la patria. No creo que por ser musulmán haya que demostrar diariamente que somos y nos sentimos españoles. De hecho, sembrar esa duda es darle argumentos a los criterios de anexión y soberanía de Marruecos.

P.- La pregunta de moda a Zapatero es si alguien le corrige, si alguien en su partido le dice ‘te estás equivocando’. ¿Alguien lo hace con usted en UDCE?


R.- Las decisiones en mi partido se toman de manera colegiada. Si de algo nos podemos enorgullecer es del funcionamiento democrático de nuestros órganos internos. Ahí hay discrepancias y correcciones que considero positivas y beneficiosas.

P.- Antes, hablando de Carracao, decía que a lo mejor en 2012 usted ya no está al frente de UDCE. ¿Está cansado? ¿Frustrado?


R.- La palabra cansado no es exacta. UDCE tiene una Asamblea General a finales de año que me parece ideal para abrir el debate sobre la posibilidad y conveniencia de que el candidato o candidata de UDCE a las próximas elecciones autonómicas sea nuevo. Yo no tengo claro que vaya a repetir. Es más, abogo por reflexionar sobre la renovación de la candidatura. Hay mucha gente preparada y con ganas en UDCE y en su entorno que lo puede hacer igual o mejor que yo.

P.- ¿Usted cree que habrá mucha gente sonriendo cuando lea sus palabras?


R.- Los que no me quieren, seguro que sí. Yo no estoy en política para perpetuarme en el tiempo, sino por vocación para ayudar a mi ciudad a mejorar. No estoy anunciado que deje la política. En este mundo se puede estar en muchos sitios y con diferentes grados de compromiso. No me planteo dejarlo, pero sí renovar la figura del candidato.

P.- Y por lo tanto la del portavoz en el Pleno


R.- Si lo he defendido para mí creo que debería hacerlo para los demás. A mi juicio el candidato debe ser el presidente del partido y el portavoz del grupo parlamentario.

P.- ¿No teme que diciendo esto dé aliento a la aparición de otro partido dirigido hacia su electorado potencial?


R.- No me cabe la menor duda de que florecerán partidos liderados por musulmanes para dividir aún más el debilitado voto de esa comunidad cultural. Y lo harán auspiciados por el PP.

P.- ¿Qué le pasa a los musulmanes de Ceuta que no pueden ponerse de acuerdo ni para rezar?


R.- Aquí el problema es de interlocución y legitimidad. Hablo como musulmán y no como político. Los musulmanes tenemos que dar un golpe en la mesa y exigir que quien hable en nuestro nombre tenga legitimidad y representatividad. En materia religiosa no es tolerable lo que está pasando, que es responsabilidad de los musulmanes y de la Administración. Me parece vergonzosa la actitud del PP, que usa como interlocutor a quien mejor le venga a su interés. Para organizar la Musal-la se ha reunido con partidarios y críticos. No se puede soplar y beber a la vez. Es un juego que busca dividir para que no se reivindiquen con fuerza cuestiones justas. No se puede seguir acusando siempre de falta de integración de un colectivo que hace 20 años no tenía documentación y no podía acceder a un trabajo, a una vivienda...

P.- ¿Se refugia en el victimismo?


R.- No. El colectivo tiene que hacer autocrítica también. No se pueden atribuir todos los problemas de los musulmanes al racismo y a cosas de esas. Yo no soy partidario de eso, pero es cierto que el equipo de Gobierno juega a la división.

P.- ¿Le han sorprendido las injerencias de Marruecos en la organización de la Musal-la?


R.- Me ha parecido lamentable. Una intromisión injustificable e inaceptable. Un error a todas luces. Creo que Marruecos también se equivoca de interlocutores. El respaldo social de sus aliados es nulo y entrar en ese juego no traerá ningún beneficio. Lo que se ha vivido exige que se regularice de una vez la situación de las mezquitas. El señor Vivas no puede visitar templos sin atender a su situación administrativa. Lo mismo digo de los imames. Al principio de la legislatura yo hablé con Vivas y Gordillo de crear una apuesta presupuestaria para facilitar la formación de imames ceutíes de tal forma que la influencia marroquí en ese ámbito fuese menor.
 

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