Llega el otoño y, con él, la negociación de los Presupuestos
de la Ciudad, un envite que UDCE-IU ha aceptado durante los
dos últimos años pero que esta vez parece no tener la
intención de asumir. “El Gobierno no ha cumplido sus
compromisos con nosotros”, se queja Mohamed Ali, en el ojo
de la polémica durante los últimos años por sus flirteos con
PP, PSOE, IU y PSPC. La anterior legislatura, cuando llegó a
la Asamblea, tuvo al PDSC de Mizzian como socio. A 18 meses
de las próximas elecciones, a las que no parece tener
demasiadas ganas de presentarse de nuevo, no duda de que a
esa cita concurrirán partidos “auspiciados por el PP”
dirigidos a captar el voto de los musulmanes, su, mal que le
pese, vivero electoral.
Pregunta.- Superado el ecuador de su segunda legislatura
en la Asamblea, con las elecciones de 2011 ya en el
horizonte, ¿ha notado muchos cambios en la vida política
local con respecto al primer ciclo?
Respuesta.- Cambios ha habido pocos porque ambos han venido
marcados por la mayoría absoluta del PP y por su forma de
actuar, la del rodillo, por mucho que digan que quieren
contar con la oposición. Esa mayoría aplastante con recursos
inmensos frente a una oposición muy limitada, sin apenas
recursos ni representación en la Mesa, ha marcado el día a
día de la política ceutí. Desde la oposición no participamos
en la confección del Orden del Día de los Plenos ni de las
Comisiones, lo que permite al Gobierno suprimir iniciativas
e interpelaciones, ni tenemos capacidad para convocar Plenos
Extraordinarios.
P.- ¿Ni siquiera tramitar la iniciativa? ¿Por qué no ha dado
algún paso para hablar de Economía con el Gobierno en sede
parlamentaria, como retó a Márquez?
R.- Ni siquiera eso. El Reglamento de la Asamblea lo marca
muy claramente. Hacen falta siete diputados y nosotros somos
seis. Hay muchos temas de candente actualidad que no llegan
al Salón de Plenos por las limitaciones que le citaba.
P.- Pero tienen el instrumento, por ejemplo, de las
interpelaciones, que raramente se utiliza
R.- Los dos grupos de la oposición hemos presentado muchas y
sobre varios temas.
P.- Criticaba la forma de actuar del Gobierno pero ¿no tiene
que hacer ninguna autocrítica de la labor de la oposición?
R.- Nuestro trabajo está condicionado por los factores que
le he mencionado, que someten nuestras iniciativas a la
voluntad política del Gobierno. Es posible que hayamos
cometido errores porque no somos la perfección absoluta,
pero es necesario que la ciudadanía sea consciente de que
estamos muy coartados debido a la gran mayoría del PP,
legitimada por los votos, es verdad, pero que no ampara el
no facilitar información a la oposición, no hacernos
partícipes de ciertos foros y expedientes...
P.- ¿Se ha arrepentido de retirar sus mociones de urgencia
en el último Pleno?
R.- No. Me explico: lo que hicimos fue porque se nos pidió
así. Hay una cosa que se llama cortesía parlamentaria. Si
además los otros dos grupos ya estaban de acuerdo creo que
no es nada raro atender su reclamo porque además esas
mociones irán al próximo Pleno. En nuestro caso la más
candente, la de la TDT, la pusimos en conocimiento de toda
la ciudadanía a través de una rueda de prensa. El resto,
como la situación de los vecinos de Estación de Ferrocarril,
no eran temas de vida o muerte, por así decirlo. Si
hubiesemos tenido algo improrrogable hubiéramos defendido su
debate.
P.- ¿Tampoco se arrepiente de haber salido a defender, sin
que nadie le hubiera aludido, a la portavoz socialista,
Inmaculada Ramírez, del secretario general de su partido?
R.- Sí había alusiones a la oposición, y nosotros lo somos.
UDCE-IU no está sometida a presiones de nadie, y menos del
PP. Se puso en tela de juicio nuestra actitud y creo que mi
pronunciamiento estuvo más que justificado. Sobre Ramírez, y
lo digo con total sinceridad, creo que el Grupo
Parlamentario Socialista está dejado de la mano de Dios y
aislado por su partido. Yo creo que el PSOE tiene la
obligación de asesorar a su representación institucional.
Alguien debería reflexionar sobre por qué el PSOE no
intervino en el punto económico más importante del día en el
último Pleno. A mí me llama mucho la atención que alguien se
lleve las manos a la cabeza cuando opinamos sobre la acción
política del PSOE. Estamos más que legitimados porque hemos
apoyado sin interés ni contraprestación a esa fuerza
política porque creemos en los valores del proyecto de
Zapatero. Desgraciadamente estos gestos no han sido
correspondidos con cortesía o colaboración por parte del
PSOE de Ceuta.
P.- ¿No teme que parezca que hace la pinza a los socialistas
con el PP?
R.- La única formación política en Ceuta que tiene
presentadas acciones legales y judiciales contra el equipo
de Gobierno del PP es UDCE: Martín Cebollino y el Consejo de
la Juventud. Y el único político que a día de hoy está
querellado por el Ejecutivo local es Mohamed Ali, sobre el
que pesan dos del señor Gordillo. Nosotros fuimos los que
pedimos, entre el griterío, una Comisión de Investigación
por el ‘caso Punta Blanca’. Cuando el señor Carracao tenga
este aval, que venga a hablarnos de acuerdos raros y de
alianzas políticas extrañas.
P.- Hubo un momento en que Ramírez y usted comparecieron
juntos para abrir una línea de colaboración en la oposición
en la Asamblea. ¿Por qué se frustró esa iniciativa?
R.- Yo no tengo ningún problema con el Grupo Socialista, ni
con sus diputados ni con sus asesores. El problema es el
partido. A veces da la impresión de que hay instrucciones
para no trazar estrategias comunes en la Asamblea. Respeto
esa opción interna pero no la comparto porque
desaprovechamos la oportunidad de aunar esfuerzos para
fiscalizar la acción del equipo de Gobierno.
P.- UDCE-IU ha dado la impresión durante los últimos años de
fiscalizar como el Guadiana, a rachas. ¿Por qué ha vuelto
ahora a elevar el nivel de su crítica?
R.- Nuestra acción está marcada por la responsabilidad. En
política hay que serlo. No se puede hacer siempre una
oposición destructiva. Cuando hay que apoyar, hay que
apoyar; cuando hay que denunciar y fiscalizar, lo mismo.
Podemos equivocarnos a veces, pero hay temas con cuya
gestión estoy muy satisfecho. Por ejemplo, el del ‘recibo
único’ del agua, contra el que recogimos firmas con el Grupo
Socialista, más de 3.000 apoyos a los que el Gobierno ha
dado la espalda, pero el tema del agua seguirá dando que
hablar porque no hay y porque cada vez es más cara. La
oposición debe trabajar en una doble vía: de fiscalización y
de colaboración.
P.- Ahora llega el otoño, época en la que UDCE-IU nos ha
acostumbrado a optar por la segunda vía para pactar los
Presupuestos con el Gobierno. ¿Cómo lo ve este año?
R.- Eso sólo ha pasado en los dos últimos ejercicios, y en
2009 con el apoyo también del PSOE. En la primera
legislatura nunca apoyamos las cuentas del Gobierno, pese a
que se nos criticó duramente por ello. UDCE-IU es el único
grupo que por solidaridad con un miembro de la Asamblea,
Mustafa Mizzian, y como protesta por la falta de respeto del
Ejecutivo a nuestras alegaciones, que nunca hemos dejado de
presentar, abandonamos un debate sobre los Presupuestos.
Nosotros no nos casamos con nadie.
P.- ¿Qué cambió en los dos últimos años?
R.- Que hubo una predisposición pública del Gobierno a
incorporar cuestiones de nuestro programa electoral al
documento. Estoy hablando del IMIS, de la gratuidad de los
libros de texto y de inversiones importantes en el Príncipe
Alfonso. Se reflexionó y decidimos negociar. Resultado:
jamás había habido tanto dinero para becas ni para
alojamiento alternativo ni para salario social ni para esa
barriada. El año pasado la crisis fue un ingrediente más.
P.- Pues este año la crisis está peor que nunca. ¿Apuntamos
a otro consenso?
R.- La crisis está peor que nunca, pero el Gobierno no ha
sido leal con nosotros. UDCE-IU no firma cheques en blanco.
Si pactamos una consignación presupuestaria es para
ejecutarla, no para darla de baja con el fin de pagar
créditos. Si acordamos destinar un millón de euros para los
pobres es inaceptable que sólo se beneficien 30 familias y
se contraten a cuatro trabajadores sociales de forma
irregular. Para eso no. Yo pacto la consignación, pero la
ejecución no depende de mí. Algo parecido ha ocurrido con la
pista de atletismo del Príncipe, que fue en el acuerdo de
2008 y de la que aún no se sabe nada. Como el PP no cumple
hemos reconsiderado nuestra posición, aunque ello no quita
para que estudiemos a fondo su propuesta y presentemos
alegaciones, que lo haremos.
P.- O sea, que no cuenten con usted
R.- UDCE-IU ha reconsiderado su posición de cara al debate
presupuestario porque el Gobierno no ha cumplido sus
compromisos.
P.- Ha hablado usted del valor del pacto presupuestario que
ya se contó en su momento, pero en la calle, en las
cafeterías, en los corrillos, se dice que hay otras
compensaciones en B, viviendas, trabajos... ¿Es cierto?
R.- UDCE tiene una máxima: apoyar a los más desfavorecidos,
una prioridad que está dentro del propósito último de
defender el interés general. Esa directriz la llevamos a
todos los foros en los que participamos. Si vamos a la
Comisión Local de la Vivienda y la adjudicación se hace
sobre el estudio de los expedientes nosotros siempre vamos a
defender que vaya al más necesitado. Lo mismo pasa con
cualquier tipo de ayuda pública, pero siempre dentro de la
ley y sin chanchullos.
P.- Decía antes que UDCE no se casa con nadie, pero la
verdad es que en los últimos años ha estado ennoviada con
varios partidos, por lo que se le ha criticado mucho.
Hábleme de cómo fue lo del PP
R.- La grandeza y madurez de UDCE es que ha demostrado que
puede hablar con todo el mundo sin renunciar a sus principos
y a sus convicciones. El equipo de Gobierno del PP, el mismo
que ahora dice que si yo tuviera una responsabilidad sería
la catástrofe mundial para Ceuta, nos ofreció hace unos
meses entrar a formar parte del Ejecutivo. El problema fue
que nosotros no accedimos a pactar un grupo de personas para
colocarlas, sino que queríamos hablar de un proyecto de
ciudad. Yo no quiero estar en política para hacerme
consejero y cobrar 5.000 euros. Se me ofreció, lo rechacé
tras consultar a la militancia y a día de hoy creo que fue
una oportunidad desaprovechada por el PP, no por UDCE.
P.- Después estuvo a punto de pactar con el PSOE de Madrid
una estrategia calcada a la que ha seguido con Aberchan.
¿Qué pasó?
R.- Con el PSOE es un querer y no poder.
P.- ¿La formación de la rosa siempre ha sido su novia
política soñada?
R.- No. Lo digo porque nosotros siempre hemos pensado que el
discurso que el PSOE defiende a nivel nacional tiene
sintonía ideológica con el nuestro. Desgraciadamente el
tiempo nos ha demostrado que una cosa es Madrid y otra lo
que hace el partido en Ceuta. Les hemos apoyado en las dos
últimas elecciones nacionales y europeas sin pedir nada a
cambio. Es cierto el acercamiento del que me hablaba. Cuando
todo parecía que se iba a hacer apareció una información en
un periódico nacional, sin saber por qué, se nos dijo que ya
no había acuerdo. No me pareció serio, ni entonces ni ahora,
pero al partido le sirvió para hacer una reflexión: tenemos
que creer más en nosotros mismos y confiar en nuestro
trabajo más que intentar consolidar un proyecto que, con
UDCE en la infraestructura del PSOE, nos parecía bueno para
Ceuta.
P.- Carracao le pidió tiempo para ordenar su casa y hablar
en 2012. ¿No está dispuesto a esperar?
R.- Nosotros hablamos siempre con quien quiere hacerlo. Lo
que no entiendo es por qué esperar. Me parece un error
retrasar algo que necesitamos ya: visualizar un modelo
político unido alternativo al PP. Si Carracao o quien sea
quiere hablar con UDCE en 2012, esté yo o no, seguro que se
hablará.
P.- Usted habla a menudo con los miembros del Gobierno.
¿Cuánto hace que no habla con el líder del PSOE?
R.- Le saludé durante la visita de la ministra de Sanidad.
P.- Digo hablar de política
R.- De política... Hace meses. No lo recuerdo bien. Hablé
con él cuando se proclamó secretario general del partido y a
partir de ahí... Creo que habremos hablado otra vez.
P.- ¿Eso influye en su relación con la Delegación?
R.- Con la Delegación no ha habido grandes problemas ni
grandes encuentros con Fernández Chacón al frente. Creo que
la actitud de la institución es un tanto pasiva, que permite
a la Ciudad tomar el protagonismo en asuntos en los que la
Plaza de los Reyes debería tener la iniciativa. Dicho esto
quiero decir que el trato de la Delegación hacia UDCE ha
sido bueno, que ha habido receptividad en asuntos
humanitarios, pero también que hay formas de trabajar en
áreas como la educativa que me parecen desastrosas.
P.- Izquierda Unida. ¿Habrá divorcio antes del final de la
legislatura?
R.- Nosotros queremos terminar la legislatura. UDCE tiene un
acuerdo político de colaboración con IU a nivel federal y
local. El trato de la federal ha sido exquisito. Yo creo que
tenemos que terminar la legislatura. El trabajo que hace la
UDCE en forma de denuncias y propuestas siempre viene
suscrito en nombre de la coalición. Creo que estamos siendo
leales.
P.- ¿Cómo va el coqueteo con el PSPC?
R.- En formación.
P.- ¿Tantos meses les hacen falta?
R.- A UDCE siempre se nos ha acusado de ser una formación
confesional, de defender exclusivamente los intereses de los
musulmanes aunque creo que los datos objetivos de nuestra
acción política demuestra lo contrario. Desgraciadamente a
día de hoy estoy convencido de que hagamos lo que hagamos
nunca tendremos un volumen de votos significativo de
ciudadanos que no sean musulmanes. Eso puede ser un pequeño
fracaso propio por no ser capaces de conectar con la gente,
pero creo que hay algo del otro lado también que no me
atrevo a calificar que impide que se confíe en nosotros.
Teniendo ese hándicap hemos creído conveniente intentar
hacer un proyecto político con un partido, el PSPC, que ha
sido valiente y ha mostrado interés y predisposición.
Estamos estudiando la forma de concretar esa colaboración.
Creo que nosotros hemos sido generosos, le hemos dado
entrada en los Consejos de Administración de las sociedades
muniicpales, y las próximas fechas deben ser claves para
saber si el acuerdo va a ser algo más o se queda ahí.
“Maravillosas” excepciones
P.- Usted quiso llevar no musulmanes en su candidatura de
2007 y sólo encontró a dos personas, de la península, a las
que nunca conocimos siquiera. ¿Qué lleva consigo para
generar esa animadversión? ¿Cree que el PSOE se avergonzó de
verse ligado a usted, a su partido, en ese medio nacional?
R.- Puede ser. No deja de ser una cuestión de complejos. En
Ceuta hay mucho acomplejado. UDCE es un partido abierto y no
nos gusta que se nos tilde de lo que no somos. Es cierto lo
que dice de la última candidatura, pero yo quiero dejar
claro que no se debe calificar religiosamente a las personas
por su nombre. Mohamed, Mustafa y demás también tienen
derecho y libertad para ser agnósticos, ateos o lo que
quieran. ¿Hemos fracasado? ¿No hemos sabido atraer a gente
para romper ese cliché? Sí. Pero también debo decir que hoy
tengo la convicción, y espero que eso cambie algún día, de
que jamás, haga lo que haga me van a votar ciudadanos no
musulmanes salvo alguna maravillosa excepción.
P.- Hay trabajos universitarios que dicen que también ha
habido una involución en UDCE, que antes se dirigían más a
la ciudadanía en general y que cada vez se han cerrado más
sobre su electorado potencialmente más proclive
R.- Sí. Hay estudios serios que lo dicen. A mí la
experiencia me dice que hay mucha gente en esta ciudad que
tiene en su subconsciente la idea de que votando a UDCE está
traicionando a la patria. No creo que por ser musulmán haya
que demostrar diariamente que somos y nos sentimos
españoles. De hecho, sembrar esa duda es darle argumentos a
los criterios de anexión y soberanía de Marruecos.
P.- La pregunta de moda a Zapatero es si alguien le corrige,
si alguien en su partido le dice ‘te estás equivocando’.
¿Alguien lo hace con usted en UDCE?
R.- Las decisiones en mi partido se toman de manera
colegiada. Si de algo nos podemos enorgullecer es del
funcionamiento democrático de nuestros órganos internos. Ahí
hay discrepancias y correcciones que considero positivas y
beneficiosas.
P.- Antes, hablando de Carracao, decía que a lo mejor en
2012 usted ya no está al frente de UDCE. ¿Está cansado?
¿Frustrado?
R.- La palabra cansado no es exacta. UDCE tiene una Asamblea
General a finales de año que me parece ideal para abrir el
debate sobre la posibilidad y conveniencia de que el
candidato o candidata de UDCE a las próximas elecciones
autonómicas sea nuevo. Yo no tengo claro que vaya a repetir.
Es más, abogo por reflexionar sobre la renovación de la
candidatura. Hay mucha gente preparada y con ganas en UDCE y
en su entorno que lo puede hacer igual o mejor que yo.
P.- ¿Usted cree que habrá mucha gente sonriendo cuando lea
sus palabras?
R.- Los que no me quieren, seguro que sí. Yo no estoy en
política para perpetuarme en el tiempo, sino por vocación
para ayudar a mi ciudad a mejorar. No estoy anunciado que
deje la política. En este mundo se puede estar en muchos
sitios y con diferentes grados de compromiso. No me planteo
dejarlo, pero sí renovar la figura del candidato.
P.- Y por lo tanto la del portavoz en el Pleno
R.- Si lo he defendido para mí creo que debería hacerlo para
los demás. A mi juicio el candidato debe ser el presidente
del partido y el portavoz del grupo parlamentario.
P.- ¿No teme que diciendo esto dé aliento a la aparición de
otro partido dirigido hacia su electorado potencial?
R.- No me cabe la menor duda de que florecerán partidos
liderados por musulmanes para dividir aún más el debilitado
voto de esa comunidad cultural. Y lo harán auspiciados por
el PP.
P.- ¿Qué le pasa a los musulmanes de Ceuta que no pueden
ponerse de acuerdo ni para rezar?
R.- Aquí el problema es de interlocución y legitimidad.
Hablo como musulmán y no como político. Los musulmanes
tenemos que dar un golpe en la mesa y exigir que quien hable
en nuestro nombre tenga legitimidad y representatividad. En
materia religiosa no es tolerable lo que está pasando, que
es responsabilidad de los musulmanes y de la Administración.
Me parece vergonzosa la actitud del PP, que usa como
interlocutor a quien mejor le venga a su interés. Para
organizar la Musal-la se ha reunido con partidarios y
críticos. No se puede soplar y beber a la vez. Es un juego
que busca dividir para que no se reivindiquen con fuerza
cuestiones justas. No se puede seguir acusando siempre de
falta de integración de un colectivo que hace 20 años no
tenía documentación y no podía acceder a un trabajo, a una
vivienda...
P.- ¿Se refugia en el victimismo?
R.- No. El colectivo tiene que hacer autocrítica también. No
se pueden atribuir todos los problemas de los musulmanes al
racismo y a cosas de esas. Yo no soy partidario de eso, pero
es cierto que el equipo de Gobierno juega a la división.
P.- ¿Le han sorprendido las injerencias de Marruecos en la
organización de la Musal-la?
R.- Me ha parecido lamentable. Una intromisión
injustificable e inaceptable. Un error a todas luces. Creo
que Marruecos también se equivoca de interlocutores. El
respaldo social de sus aliados es nulo y entrar en ese juego
no traerá ningún beneficio. Lo que se ha vivido exige que se
regularice de una vez la situación de las mezquitas. El
señor Vivas no puede visitar templos sin atender a su
situación administrativa. Lo mismo digo de los imames. Al
principio de la legislatura yo hablé con Vivas y Gordillo de
crear una apuesta presupuestaria para facilitar la formación
de imames ceutíes de tal forma que la influencia marroquí en
ese ámbito fuese menor.
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