Consejería de Sanidad e Ingesa buscan una reubicación para
la dispensación de la metadona en el mismo área de
influencia del centro de salud de Tarajal, mientras el
individuo condenado anteayer con una orden de alejamiento de
la doctora agredida volvió aquella misma tarde a increpar al
personal del ambulatorio.
El paciente ex toxicómano que resultó condenado por el
Juzgado de Instrucción número 1 anteayer por agredir a una
doctora del centro de salud de El Tarajal, regresó por la
tarde a recoger su dosis de metadona a la unidad de
dispensación colocada junto a estas instalaciones sanitarias
y volvió a increpar a su personal, e pesar de la presencia
de un segundo vigilante contratado po el Ingesa.
M.T.A. resultó condenado a ocho meses de prisión que no
cumplirá por carecer de antencedentes, y a una orden de
alejamiento de cien metros de su víctima que anteayer mismo
contravino por la tarde cuando se acercó a recoger la dosis
de metadona.
El mismo personal del centro sanitario confirmó a este
periódico que el Ingesa había contratado a un segundo
vigilante durante la hora que se dispensa la metadona, tal y
como prometió el director territorial del Ingesa, Jesús
Lopera.
Desde la Ciudad Autónoma de Ceuta, también que confirmó que
los técnicos de la Consejería de Sanidad y Consumo ya están
trabajando para buscar una nueva ubicación a la unidad móvil
de dispensación de metadona, aunque en todo caso remarcaron
que no podría estar fuera del área de influencia del centro
de salud del Tarajal. Es decir, que lo más probable es que
no se aleje más que unos pocos metros. “La ubicación de la
unidad móvil no es el gran problema”, apuntaron desde el
Gobierno de la Ciudad Autónoma.
Fuentes oficiosas apuntaron a este periódico que era obvio
que existía últimamente mucho revuelo entre la población
toxicómana de Ceuta debido a que se había logrado erradicar
casi hasta su último extremo el mercado de la heroína en la
ciudad, como consecuencia de la actuación policial.
Sea como sea, la Consejería de Sanidad y Consumo de la
Ciudad Autónoma de Ceuta tiene pensado ponerse en contacto
el lunes con la dirección territorial del Ingesa para
acordar la ubicacación definitiva de la unidad móvil de
dispensación de metadona.
Mientras tanto, el personal sanitario del centro de salud
Tarajal intentaba ayer recobrar la normalidad a pesar de la
inquietante actitud del paciente ex toxicómano que había
resultado condenado sólo unas horas antes por atemorizar a
la plantilla.
Sin embargo, otras medidas anunciadas por el Ingesa, como la
instalación de botones antipánico en las consultas, todavía
faltan por llegar al centro.
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El lucrativo negocio de las reventas de Trankimazín
No prescribir lo que un paciente
en tratamiento de deshabituación de la heroína te requiere
puede costarte la integridad física en el centro de salud de
Tarajal. Y es que la conflictividad en este ambulatorio ha
llegado por parte de pacientes en esta situación que acuden
de manera constante a las consultas de medicina familiar
para que se les recete Trankimazín, un tranquilizante con el
que se puede trapichear en el mercado negro y revenderlo por
un euro la pastilla o cincuenta euros la caja completa. Si a
esto se unen los fuertes golpes policiales que se ha dado al
tráfico de heroína en la ciudad de Ceuta, es evidente que la
demanda de sustancias sustitutivas del opiáceo, como es la
propia metadona, se ha disparado exponencialmente en todo el
área sanitaria de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
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