José Luis Torres, Jefe Superior de la Policía Nacional,
desgranó ayer en esta entrevista, tras la celebración de los
actos por la festividad del Cuerpo, los principales avances
en materia de eficacia policial, que según destaca ha
experimentado un crecimiento cercano al 1% en cuanto al
esclarecimiento de delitos, algo que “no es fácil” lograr.
Esta mejora se debe en parte, asegura, a la disminución de
la presión migratoria, que ha permitido dedicar esfuerzos a
este control. Respecto a la situación de las instalaciones
policiales, dice que se han quedado obsoletas y pequeñas,
pues se diseñaron para 320 funcionarios y ahora son más de
600, por lo que espera que la nueva jefatura sea una
realidad en cuatro o cinco años
Pregunta.- ¿Cuál es su balance del último año policial?
Según los datos que han ofrecido, sería positivo.
Respuesta.- Sí, efectivamente, teniendo en cuenta además que
tenemos una de las tasas más altas a nivel nacional de
delitos esclarecidos hemos pasado del 55 y algo al 56 y
medio, unas ocho décimas. Si se tiene en cuenta que ha
habido menos infracciones el porcentaje se acerca al 1%,
algo que no es fácil.
P.- ¿Aparte del aumento de la plantilla, a qué atribuyen
esta mejora de los resultados?
R.- Son muchos factores, si decimos que la criminalidad ha
evolucionado en Ceuta, que tenemos menos presión migratoria,
que también nos lleva mucho trabajo...,y que se ha reducido
un 50% el año pasado y un 40% este, podemos dedicar esos
efectivos a un mayor control.
P.- Eso en términos generales, pero ¿qué puede decir de
problemas que parecen endémicos y muy localizados como el de
los apedreamientos y otros ataques a policías?
R.- Este es un problema antiguo, no es de ahora y se suele
acentuar en ciertas épocas. Nosotros no es que queramos
estar todos los días saliendo con esa problemática en los
medios pero era un problema que estaba ahí. Se ha generado
la alarma a raíz de que contestamos a una información sobre
un apedreamiento respondido, porque era muy grave, con mucho
material antidisturbios. Es un problema que viene de
antiguo, que en última instancia es problema policial, pero
quizá lo sea más social, económico, de lugares de
esparcimiento de determinados menores, a los que utilizan
otras personas para otros intereses.
P.- ¿Qué medios se han desplegado para combatir este
problema?
R.- Al haberse acentuado un poco, hemos aumentado los medios
y los dispositivos, pero de todos es conocido que nosotros
cuando sale Bomberos o una ambulancia a determinados puntos,
siempre les acompañamos.
P.- ¿Será posible erradicarlo o cuando menos, minimizarlo?
R.- Vamos a intentar minimizarlo, pero también es cierto que
no es sólo un problema policial, sino como decía antes,
social y judicial, es decir, que no se tome la cosa como un
juego de niños y que realmente se aplique la ley. Si se hace
tendrá sus consecuencias.
P.- ¿Y respecto a los problemas del paso del Biutz? También
ha habido allí un aumento de personal, ¿sigue siendo
necesario más?
R.- Estamos en una situación totalmente normalizada y se ha
reducido el número de porteadores desde unas cantidades
importantes, de unos 6.000 o 7.000, a unos 3.500 o 2.000,
podemos aguantar alguno más, y ahora hay dos pasos, con lo
cual, la situación es totalmente controlable. Pero un
accidente puede ocurrir en cualquier momento. Cuando salen
de la frontera para dirigirse al Biutz cruzan por el medio
de la carretera..., mañana viene un autobús o un coche,
atropella a dos personas y dirán que es un problema
policial. No, no lo es..., hace unos días, una porteadora en
una zona que está en obras se cayó de una altura de dos
metros, no le pasó nada, pero abajo había unos hierros y se
podía haber atravesado. Problemas y accidentes donde hay
personas pueden ocurrir.
P.- En el caso de las avalanchas hay técnicas para
evitarlas.
R.- Hace meses que no las hay. También ha contribuido mucho
la acción de la Ciudad que nosotros veníamos reclamando
desde hacía tiempo, que era el cierre de las naves consigna,
que era lo que provocaba más las avalanchas.
P.- Y en cuanto a las obras en el paso fronterizo del
Tarajal, ¿qué destacaría de su contribución a la mejora del
trabajo policial?
R.- El espacio que hay en la frontera es el que hay, no
puede crecer, por un lado hay viviendas y por el otro está
el mar, pero sí pueden mejorar las condiciones en que se
desarrolla el trabajo, las cabinas, la estética, una mejor
canalización de los vehículos... Además, se van a hacer unos
calabozos nuevos, con medios precisamente para todo el
problema de los ‘culeros’, del tráfico de droga ingerida, y
un centro operativo de control justo encima que da una
visión total de la frontera, incluso de la marroquí. Eso nos
permite determinar cómo se están produciendo, cómo están
llegando los flujos.
P.- Respecto a las infraestructuras en general, las actuales
instalaciones tienen sus carencias, por eso el proyecto de
la nueva Jefatura, ¿cuál es su estado y qué esperan que va a
suponer la nueva sede?
R.- Ojalá pase la crisis y podamos tener la jefatura
pronto...
P.- ¿Hay plazo?
R.- De momento no, porque ahora se tiene que firmar el
convenio, licitarse el proyecto y las obras... Una vez
cubiertos esos objetivos, cualquier obra mínimo son dos
años, cuando se termina ocupando son tres..., en cuatro o
cinco años sería fenomenal. Ahora la verdad es que estamos
bastante apelotonados, por decirlo de alguna forma, porque
estas instalaciones son antiguas, obsoletas para el trabajo
que tenemos que hacer y además estaban pensadas para una
plantilla de 320 funcionarios y somos más de 600.
P.- Ha hablado en su discurso de la transmisión de
algunas noticias respecto al Cuerpo, ¿Cómo ve actualmente su
imagen y relación con la sociedad ceutí?
R.- Nuestra intención es que nuestra actividad, dentro de lo
que nos permite la ley, sea transparente, abierta a todo el
personal y a todos los ciudadanos, queremos que tengan la
imagen real de lo que hacen sus Fuerzas de Seguridad, en
este caso, el Cuerpo Nacional de Policía.
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