Han transcurrido ya muchos días,
el barco turco Rhone está “ a la deriva”, aunque atracado en
el puerto de Ceuta. Turquía pide tranquilidad a los 15
tripulantes y la solución al problema no sabemos cuando va a
llegar .
Un problema añadido más que ha tocado a Ceuta, sin esperar
esta situación y sin saber que existía el barco en cuestión.
Ahora, de rebote, está metida en medio de todo este
embrollo, ya veremos hasta cuando.
Y a todo esto, los tripulantes piden ser repatriados,
mientras que la embajada se toma con calma la situación,
como si con ellos no fuera nada. Es incomprensible, pero el
problema, totalmente ajeno, nos ha caído, también, aquí y
sin saber como poder actuar, para que, al menos, no quedemos
mal con medio mundo.
Pero ¿Qué es esto, quién se responsabiliza y quién va a
pagar los gastos que se están generando?. Es el asunto,
dentro de las llegadas de “legales”, más complejo que hemos
visto en los últimos años, por cuanto la embajada turca, ni
aparece, ni se la espera, debido a la lentitud de su
respuesta.
Aquí no parece interesar a nadie todo este asunto, porque el
armador, que debiera tener algún interés en el barco, no
aparece por ninguna parte, el fletador que algo tendrá que
ver con la carga, tampoco da señales de vida y la
aseguradora aún no ha dicho nada.
Con todo esto, tan oscuro, y con pocos visos de que se
aclare, el Rhone atracó hace casi una semana, concretamente
el pasado lunes, día 28, en el muelle de España.
Lo más extraño de todo esto es que el barco iba cargado con
32000 toneladas de lignosulfato de sodio, que están en la
bodega del barco y que tienen un valor de 600.000 dólares o,
lo que es lo mismo, por encima de 400.000 euros. No son dos
pesetas lo que trasportaba, ni mucho menos.
Y aunque, ya, el buque está atracado, los costes van
aumentando cada día y ahora mismo, además de los suministros
que se han aportado, desde Ceuta, habrá que añadir los
gastos portuarios.
Es una parte de los acontecimientos de la vida del mar, la
parte oscura que cada día va aumentando, que se está
convirtiendo en una guarida de gentes de todo tipo, pero con
la ley del mas fuerte, más veces de las que fuera de desear,
o con la de aquel que menos cumple con las normas.
Además, para que nada falte, un juzgado de Ceuta ordenó,
también, la inmovilización del Rhone que no había pagado el
combustible en Rusia.
Empiezo a tener serias dudas de que este barco estuviera
circulando con todo lo necesario para andar con la ley en la
mano. Más que nada, y a los hechos nos remitimos, podemos
estar ante una de esas situaciones en las que si todo sale
bien hay quien recoge los beneficios, pero si vienen mal
dadas nadie quiere saber nada, con lo que aquí parece que la
madeja se está enrollando, como una bola de nieve y no se
percibe cual será el final.
Eso sí, aquí que estamos con la ley por sistema, acogemos a
todo el que llega y eso de los pagos, para algo se nos suben
los impuestos, ya lo pagaremos nosotros mismos. Por de
pronto la directora general de la Marina Mercante ordenó el
atraque del buque quimiquero turco en el puerto de Ceuta. Y
ahí está.
Hasta aquí muy bien pero cuando aparezcan los responsables,
si es que aparece alguno ¿Alguien pagará los gastos que
hubo?. Yo creo que no.
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