La Asociación Deportiva Ceuta sumaba el domingo tres puntos
importantes tras superar por dos a uno al ‘Super’ Granada.
Tres puntos que le permiten estar en la parte alta de la
clasificación, aunque las sensaciones que deja el juego del
equipo no terminan de ser el que una afición caballa,
ilusionada, espera de un conjunto llamado a ocupar esta
temporada un lugar importante dentro del Grupo IV de Segunda
B.
El equipo caballa, frente al Granada, dio la cara. Esto
nadie lo puede dudar. Los de Orúe presionados por la derrota
frente al Real Betis B (pese a que su entrenador afirmó que
no estaban obligados a ganar) saltaron motivados y contaron
además con la ayuda del rival que marcó los tres goles del
partido. Una motivación provocada por un rival que se
antoja, a priori, como el más fuerte del grupo, aunque en el
Murube jugó en plan estrella y terminó estrellado. Ahora
sabemos el motivo de sus malos resultados en este inicio de
liga.
Los blancos corrieron y metieron la pierna, en su gran
mayoría, y lograron tres puntos que les debe dar
tranquilidad para afrontar nuevos compromisos. Las ganas y
la casta fue suficiente para sumar tres puntos en un grupo
que hasta el momento está dando muestras de mediocridad.
Si bien el equipo luchó y sacó casta, no se puede alabar su
juego. El Ceuta sigue ofreciendo muchas dudas, demasiadas
para un equipo que aspira a jugar la fase de ascenso y
lograrlo en el mes de junio. Lo peor de ganar un partido
sólo con casta es que tapa los fallos y esto en ocasiones no
suele ser positivo, diría que todo lo contrario. El equipo
sigue sin saber a lo que juega, demasiado juego directo,
demasiados cambios en el once -Orúe no ha dado todavía con
el ideal- y sin utilizar los centrocampistas, además de
delanteros que no pasan por un buen momento. La defensa
estuvo mucho más entonada y sin fallar en situaciones
tácticas como en encuentros anteriores. La defensa que jugó
es la que debe seguir haciéndolo aunque también puede tener
entrada Aurelio e incluso Ángel Moreno para darle respiro a
uno de los laterales. Hacer probaturas con gaseosa no le
viene bien al equipo ni a nadie. Como ejemplo, lo del campo
del filial bético. Esperemos que se haya aprendido de este
error y no se vuelva a tropezar dos veces con la misma
piedra.
¿Problema físico?. Puede ser, pues no es normal la cara de
algunos jugadores después de un esfuerzo. El entorno está
mosca con este tema, aunque aquí todo se quiera tapar con
una media sonrisa.
El equipo volvió a demostrar la falta de gol. Con el Granada
entregado no supo rematar la faena y pudo perder puntos
importantes. El triunfo, en resumen, debe provocar un exceso
de confianza como hemos comentado antes. Los tres puntos
deben tranquilizar a un vestuario que ha vivido momentos de
nerviosismos, con más que palabras en ocasiones, aunque
ahora se quiera vender todo lo contrario. Todos los
vestuarios son buenos cuando se gana, cuando se pierde hay
tensión y esto lo sabe todo el mundo que ha estado, en
alguna ocasión, relacionado con el fútbol, decir lo
contrario es no querer reconocer la vedad.
PD: Si no se gana en el feudo del Ejido volverán otra vez
los fantasmas a revolotear por el equipo de Orue y compañía.
Y regresaran los malos rollos a un vestuario demasiado
intranquilo.
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