Regreso a casa bastante descansado
y con los pulmones tan limpios que casi se me va el alma a
los cielos, o al infierno ¡qué más da! para como está el
mundo,
Me aclaro, entrar en la ciudad después de los días de
montaña sale caro para la salud. Del límpido aire de altas
cotas atmosféricas a la baja y oscura calidad del aire
contaminado de la ciudad… ya me dirán.
Pasa que algún juez se ha visto sorprendido por la terca
actitud de una garante de Alá. Se negó rotundamente a
quitarse el burka. Menos mal que a la siguiente citación si
se lo quiitó, que si no la mandan a la cárcel por desacato.
Esto pasa aquí, delante de nuestras narices.
Respeto por la religiosidad ni de coña cuando se trata de
presentarse ante la justicia.
Encima, al salir esa burkiana, proclama a los cuatro vientos
que la polémica levantada es de ignorantes y que se siente
orgullosa de que su hermano, Hassan Hssini se hubiera
inmolado en Irak.
Gente como esta… ¡a la basura!, perdón, digo ¡a devolverla
al Islam iraquí! A los proetarras por menos de eso los
empapelan.
No me tachen de racista porque la verdadera racista es esa
mujer del burka que tiene la desfachatez de insultar,
encima, a todos los españoles y se queda tan pancha, y no
precisamente del folgor de su marido.
Pasemos al deporte olímpico.
El viernes dirán en Copenhague si Madrid merece organizar
las Olimpíadas de 2016. Irán cómo no, la plana mayor del
país. Todos ellos miembros de la política real, acompañados
de algún que otro deportista.
Cada vez más se van pareciendo las convocatorias de
candidatos a organizadores olímpicos a mítines políticos de
calado internacional por la de gente que no tiene
absolutamente nada que ver con el deporte.
Si por mí fuera, sólo permitiría la entrada, al lugar donde
se deciden las Olimpíadas, a los miembros oficiales de
gobierno de los Comités olímpicos y a los comités
organizadores candidatos. Nada de reyes, de jefes de estado,
de presidentes de gobierno, de alcaldes, de banqueros, de
publicistas, etc.
El deporte se está politizando demasiado.
Esa próxima reunión en Copenhague tiene aires de ser una
reunión de Jefes de Estado -Brasil, EE.UU, España y Japón
más los del país anfitrión y aledaños-, por lo que creo que
se hablará de política antes que de deportes.
Uniendo los dos temas de éstas Notas, esa señora que oculta
el rostro, digo la cabeza entera, no, no, digo el cuerpo
entero, con un burka y que nos tacha de ignorantes…
¿participará en los deportes olímpicos con el burka? ¿Quién
nos aseguraría que no es un tío con tetas postizas? ¡¡Qué
dilema!!
Si esas de los burkas ocultan tanto su cuerpo, entonces que
desaparezcan de la faz de la tierra y se vayan al paraíso de
las huríes de Alá… y pregunto si en ese paraíso, del que
tanto hablan los iluminados musulmanes y que esperan
disponer cuando se inmolen o lo que sea… ¿las huríes van o
no con burka?
Los ulemas musulmanes son muy listos. Prometen paraísos
llenos de huríes donde los muertos siguen con el “mete.saca”,
mientras que nuestros curas nos prometen el cielo con
angelitos sin sexo y encima tocando el arpa. No me extraña
el fundamentalismo.
No sé como interpretan la shura esa de que hay que matar
para ganar el paraíso, para escribir llanamente,
transformando una religión espiritual en un arma asesina que
mata en nombre de Alá.
Para mí, Alá es pequeño, tal como me lo presenta esos
asesinos que se autoinmolan en su nombre y esas mujeres que
ensalzan esas inmolaciones al grito de Alá es grande.
Ya es demasiado tarde para que Mahoma vuelva de su paraíso y
trate de convencer a esos ignorantes de turbantes y burkas
que andan por el camino errado.
Los cristianos también.
|