La embajada de Turquía en España reconoce que el problema
del ‘Rhone’ tiene dificultades pero confían en poder
solucionar el asunto intermediando entre el armador y los
tripulantes. EL PUEBLO contactó con el cónsul turco en
Madrid, Al Emre Özen quien ha confirmado que habla casi a
diario con la tripulación a la que le transmite
“tranquilidad y ánimos”.
Los responsables diplomáticos de Turquía en España
consideran que lo ocurrido con el ‘Rhone’ en aguas de Ceuta
“no es inusual en estos tiempos de crisis que corren”. Así
se expresaba el cónsul turco en Madrid, Ali Emre Özen con
quien habló ayer EL PUEBLO para conocer los detalles de los
trámites que se vienen realizando para solucionar el
problema del buque quimiquero ‘Rhone’ con una tripulación
abandonada por el operador y sin noticias del armador que
llevan más de tres meses sin cobrar en un barco intervenido,
inmovilizado y, ahora, embargado.
“Técnicamente ejercemos de intermediarios entre el armador y
la tripulación”, señaló el cónsul quien advirtió que la
embajada de Turquía recibió el pasado viernes las primeras
informaciones por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores
de España. “Así que poco más hemos podido hacer en tres
días”, dijo.
Emre Özen informó a EL PUEBLO de que la Secretaría de Estado
de Asuntos Marítimos de Turquía “no sólo está informada,
sino que considera este asunto de especial relevancia y
trabaja en su solución. De momento podemos decir que ya se
ha contactado con el armador del buque”, apuntó.
La representación diplomática turca quiere conocer “todos
los detalles de este problema”, aclaró el cónsul. “En estos
momentos recibimos información de las autoridades españolas,
queremos saber la postura del armador, y conocer la versión
de los tripulantes” explicaba Emre Özen en un correcto
castellano con un toque de acento.
“Esto es un problema complicado, calificado de importante
entre las autoridades de Turquía, con tres pilares: por un
lado el asunto del barco con sus defectos estructurales
detectados, por otro el trasvase de la carga química, y por
otro la complicación con la tripulación”, resumió.
La embajada reconoce que “las dos partes
(armador-tripulantes) van a encontrar una solución”,
vaticina optimista. Del mismo modo, conoce la relevancia de
evitar que los marineros abandonen el barco porque el buque
debe estar gobernado y con un mínimo de 12 tripulantes.
La intervención judicial por el impago del combustible “no
es un problema relevante y se puede solucionar”, aclaró. Es
más complicado todo lo demás, dijo.
De momento no prevé el envío de representación consular a
Ceuta “hablamos casi a diario con ellos para pedirles
tranquilidad y darle ánimos”. Respecto de las ayudas por
suministro y provisiones a la tripulación, comentó que
“estamos en tierra española y son esas autoridades las que
han de dar ese sustento como lo están haciendo”, aclaró.
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