Manu Taranilla pudo sentarse el domingo en el banquillo de
la AD Ceuta, después de permanecer un par de semanas en Vigo
por asuntos de índole familiar. El portero leonés, que jugó
el primer encuentro de Liga en Lorquí ante el Atlético
Ciudad, se vio forzado a marcharse por la enfermedad de su
esposa y su futuro en la entidad caballa está pendiente de
una reunión con el presidente del Ceuta Felipe Escane,
prevista en principio para el miércoles. Escane se
encontraba ayer en la Península al igual que el
vicepresidente Cecilio Castillo, que comentó la necesidad de
buscar una solución satisfactoria para las dos partes. Manu
aseguró a este medio que “soy un profesional, pero mi
familia es más importante que el fútbol. Vamos a reunirnos y
ya veremos qué ocurre”. La AD Ceuta se está moviendo y tiene
en cartera a algunos porteros contrastados (Tete o Rafa
Ponzo) para sustituir a Manu en el caso de que el leonés no
pudiera seguir en la Ciudad Autónoma. De todos modos, el
club ha preguntado a la Federación Española por la
posibilidad de tramitar la ficha de un futbolista en el paro
si se produce una baja por un asunto de esta índole y no por
lesión o por enfermedad.
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