El titular, como tal, es bonito,
cuando se habla de que Ceuta intenta ser escala de cruceros
que provengan del norte de Europa.
Es más, en ese sentido, desde la Autoridad Portuaria se está
haciendo más de lo que hace quince años se hubiera podido
soñar, con lo que ya se está haciendo habitual ver atracado
en nuestro puerto uno, y en ocasiones dos buques en los que
cientos de turistas llegan a la Perla del Mediterráneo.
La pregunta que nos hemos hecho varias veces ya es si Ceuta,
su comercio, está preparada para recibir a esos turistas,
especialmente si es un sábado por la tarde o un domingo.
La respuesta la dimos muchas veces, en el sentido de que el
comercio de Ceuta tiene los horarios menos flexibles que
hemos visto en cualquier lugar que quiere y tiene que vivir
del turismo, con lo que de poco sirve que un sábado por la
tarde lleguen muchos visitantes a esta ciudad, bien sean de
un crucero o de otro cualquier tipo de expedición, porque se
van a encontrar con menos del 20% de las tiendas abiertas.
Es lo que hay.
Esta es nuestra opinión, que no tiene por qué coincidir con
la de los comerciantes que aseguran que económicamente no es
rentable abrir las puertas de sus establecimientos un sábado
por la tarde, porque aquí la gente no está acostumbrada a
comprar ese día y a esas horas, además de que el turismo ese
no viene a comprar, en la mayor parte de las ocasiones, algo
así como el turismo del que, a veces, se quejan en mi
pueblo, ese turismo que dicen ellos de las tres “pes” (p,p,p),
o lo que es lo mismo: pipas, paseo, “pa casa”.
En honor a la verdad, creo que si un día como el pasado
miércoles llegaron a Ceuta 600 turistas, en su mayor parte
norteamericanos, si salieron a conocer la ciudad, algo
dejarían en ella, por pocas ganas que tuvieran de gastar,
eso es lo que pienso, sin haber visto, por supuesto, “la
caja” de ninguno de los establecimientos.
Ahora bien, lo que nadie va a poder reprochar a la Autoridad
Portuaria es que no haya tratado que ahora, cuando las
visitas para comprar, a Ceuta son de las más bajas de su
historia, al menos las visitas desde el otro lado del
estrecho, esa falta de visitantes – compradores se suple con
llegadas como la del otro día del buque de la naviera
norteamericana Princess Cruise Line, que tras bastante
tiempo de contactos ha decidido incluir en sus rutas,
también, la Ciudad de Ceuta.
Yo siempre abordo estas llegadas desde una perspectiva
económica, por aquello de que si vienen visitantes,
únicamente para mirar el paisaje, con eso la Ciudad, su
economía en cuanto a los comercios, no iba a hacer mucho,
pero lo cierto y verdadero es que estas llegadas a Ceuta
abren una puerta más desde la que se vende la imagen de una
ciudad que, en muchos aspectos, es una de las grandes
desconocidas.
Esto significa que con esta serie de visitantes, en cadena,
de los que, desde luego, no vienen pidiendo nada, estamos en
una de las rutas turísticas entre dos continentes y eso, si
no hoy, sí mañana, debe influir en las arcas de la economía
de esta ciudad.
El buque de la naviera Princess Cruise Line hizo escala
aquí, procedente de Cádiz y con rumbo a Casablanca. Ha sido,
pues, la primera parada en el Norte de África, para marchar
desde aquí, hasta una de las ciudades de más prestigio en el
territorio africano.
José Torrado, desde su cargo de vicepresidente de Medcruise,
tiene, ahora, la oportunidad de lograr que Ceuta sea parada
obligatoria en las rutas de cruceros desde el Báltico al
Adriático.
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