sociedad - SÁBADO, 26 DE SEPTIEMBRE DE 2009

CEUTA
Redacción
ceuta@elpueblodeceuta.com

Una gota fría vuelve a amenazar a la ciudad a finales de septiembre y la previsión es que las lluvias comiencen a partir de hoy sábado a las tres de la madrugada y empiecen a adquirir un carácter tormentoso desde las seis. Situación que no cesará hasta el mediodía del domingo, sin que se descarte el riesgo de inundaciones en el istmo.

En medio de la preocupación por garantizar el suministro de agua de la ciudad, San Pablo parece dispuesto a volver a abrir el grifo de las lluvias cuando toca a su fin el mes de septiembre y se esperan copiosas precipitaciones sobre Ceuta a partir de hoy sábado a las tres de la madrugada.

En la tarde de ayer, Protección Civil ya había decretado la alerta naranja, que indica la existencia de un riesgo importante, con posibilidad de precipitaciones oscilantes entre el 10 y el 40 por ciento, y las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología es que empiecen a caer, a partir de las tres de la mañana, 30 litros de agua por metro cuadrado, pudiéndose recoger en doce horas hasta 80 litros.

Existe, por tanto, una posibilidad de chubascos fuertes o muy fuertes en la segunda mitad del día en el Área del Estrecho y Ceuta, fundamentalmente a partir de las doce del mediodía y hasta la misma hora del domingo, cuando arreciará la tormenta.

Desde la madrugada del sábado, se alternarán cielos nubosos o muy nubosos con chubascos moderados y ocasionalmente con tormenta, que, como se decían, pueden ser fuertes o muy fuertes en la segunda mitad del día.

Esta situación de fenómeno meteorológico adverso se irá extendiendo al resto del cuadrante sur-oriental de la Península mañana domingo, y alcanzará el litoral levantino pasado mañana lunes.

Según la agencia Meteo, la situación de temporal se prolongará sobre todo desde las seis de la mañana del sábado y no remitirá hasta las doce del mediodía del domingo, registrando la pluviosidad su pico más alto hoy sábado sobre las seis de la tarde.

El Área de Coordinación de Emergencias (ARCE) de Protección Civil, dependiente de la Consejería de Presidencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta, ha comunicado la alerta a todos los servicios implicados, tanto externos como internos, en una operación de estas características, lo que se refiere básicamente al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, la Policía Local, el Parque Móvil y la Consejería de Medio Ambiente, principalmente en lo que se refiere al personal de Acemsa y Obimace.

Las inundaciones ya sorprendieron a la ciudad el 29 de septiembre y el 1 de octubre del año pasado.
 

Protección Civil pide autoprotección y precaución

La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior aconseja a los ciudadanos ceutíes adoptar las oportunas medidas de autoprotección y extremar las precauciones que favorecen la propia seguridad y la de los demás. Así, si se va conduciendo, se recomienda disminuir la velocidad, extremar las precauciones y no detenerse en zonas donde puede discurrir gran cantidad de agua. Si lo que se pretende es viajar, lo aconsejable es circular preferentemente por carreteras principales y autopistas. Por otro lado, si comienza a llover de forma torrencial, debe pensarse en el riesgo de inundación, por lo que se desaconseja atravesar con vehículo o a pie los tramos inundados, ya que se desconoce lo que puede haber debajo del agua, y se debe localizar los puntos más altos de la zona. Es peligroso intentar salvar el propio automóvil en medio de una inundación. De la misma forma, si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas de bajas de laderas y colinas, evitando atravesar vados inundados. También en este contexto lo más seguro es dirigirse a los puntos más altos de la zona. El peligro de tormentas para las personas se produce, fundamentalmente, en campo abierto. No obstante, en los núcleos urbanos también hay peligro de caída de rayos, por lo que resulta conveniente colocarse cerca de los edificios para protegerse de ellos y, en las viviendas, evitar las corrientes de aire. Si la tormenta sorprende en el campo, lo más apropiado es evitar correr y permanecer en lugares elevados, como los altos de las colinas, crestas o divisorias. No se recomienda refugiarse bajo los árboles y sería muy conveniente alejarse de alambradas y objetos metálicos. También hay que estar prevenidos del riesgo de inundación. Ante este supuesto, como medidas preventivas, conviene retirar del exterior de la vivienda aquellos objetos que puedan ser arrastrados por el agua; revisar, cada cierto tiempo, el estado del tejado, las bajadas de agua y los desagües. Los documentos importantes y los productos peligrosos es mejor colocarlos en aquellos lugares de la casa en los que el riesgo de que se deterioren por la humedad o se derramen sea menor. No resulta tampoco aconsejable estacionar vehículos ni acampar en cauces secos, ni a la orilla de los ríos, para evitar ser sorprendidos por una crecida del agua. Finalmente, si llegara a inundarse la vivienda, resulta fundamental abandonar cuanto antes los sótanos y plantas bajas y desconectar la energía eléctrica, utilizando, preferentemente, linternas. En todo caso, el difícil pronóstico de estos fenómenos aconseja mantenerse informado de su evolución.