Y mucho me temo que todos volvamos a caer en la frase tan
manida de que “hay mucha temporada por delante”.
Es cierto que la hay, pero no menos cierto es que un equipo
que, todavía, no ha mostrado personalidad alguna, puede
levantar el vuelo, pero cambiando de actitud y de aptitud,
porque hasta ahora no ha demostrado nada que sirva para
crear expectativas ilusionantes.
Lo del campo del Betis es algo más para llevar al desánimo,
porque muy forofo tiene que ser uno para, después de ver lo
que vimos la tarde del miércoles, creer que esto tiene una
solución de hoy para mañana.
Y lo malo del caso es que ahora, ante el Granada ya hay que
ir a ganar sin excusa alguna, puesto que un empate en casa y
no digamos una nueva derrota, harían sonar todas las
alarmas, cuando no hemos llegado, aún, a la sétima jornada.
¿Que hay tiempo para enmendar todo?, sí lo hay. ¿Que nadie
se ha distanciado casi nada?, también es cierto, como lo es
que el Ceuta el miércoles estuvo tan poco suelto, como lo
había estado aquí el día del Marbella y eso significa ya
algo, y no precisamente positivo.
Y lo que significa es que, todavía, no hay equipo, o si lo
hay lo está disimulando mucho en los encuentros que van
disputados de la competición, porque actuando así no es el
camino ideal para meterse, al final de temporada, entre los
cuatro primeros para intentar lograr el ascenso a la segunda
división.
Lo que vaya a pasar, desde el domingo, está por venir, pero
el hecho de que ya se empiece a hablar del “buitreo” el día
del Granada, en los graderíos, indica que no hay confianza
por parte de nadie, con lo que ya hay algunos entrenadores
que quieren pescar en el “río revuelto”.
Debe ser la hora ya, antes de entrar en otros aspectos de
que se diga para qué se firmó un secretario técnico, o si
ese secretario técnico ha influido o no en todos o parte de
los fichajes que se han hecho.
Sería conveniente que, cuanto antes, se dijera en base a qué
se hicieron los fichajes que, de momento, ninguno ha
brillado en las jornadas que se han disputado, hasta ahora.
Crear las estructuras de un buen equipo, perfectamente
organizado en los despachos, pero con medianías en el
terreno de juego, puede ser interesante, a largo plazo, muy
a largo plazo, lo malo es que ese plazo, si no se van ganado
partidos desde ahora, no va a llegar.
Lo he dicho en repetidas ocasiones y lo volveré a decir una
vez más:” La endeblez de este grupo debiera servir para que
el Ceuta, este año, se paseara y no parece que eso vaya a
suceder”.
Cualquier equipo se puede dejar ganar por otro que, en
teoría, sea peor, eso en cualquier categoría, lo malo del
caso es que el Betis “B” con ser malo, no fue peor que el
Ceuta, y a lo largo de la tarde se jugó, salvo diez minutos,
en el terreno marcado por el equipo verdiblanco. ¡Ahí es
donde duele!”.
Al Granada hay que ganarlo, sí, pero hacen falta más cosas
que las ganas, como mostrarse sólido en todas las líneas del
campo. La debilidad, el no saber donde se está, o el bailar
al ritmo que impone el adversario, eso es lo que le pasó al
Ceuta en Sevilla, dando al Betis, que no es nada, la
posibilidad de marcar el camino por donde tenía que ir el
Ceuta y no, precisamente, para traerse los puntos.
El domingo, a las doce de la mañana, creo que es un acierto
la hora elegida, pero más acierto sería que ese día el Ceuta
dejara de ser un equipo de “medio pelo” para convertirse en
un conjunto solvente, dominador y dueño de la situación.
Hay que tener en cuenta que en esta ocasión, esta temporada,
en la categoría no hay ni un Córdoba, ni un Cádiz, ni un
Xerez, con lo que el Ceuta, en estas circunstancias debería
ser el equipo gallito, el máximo aspirante a todo, cosa que,
hasta ahora, no ha sucedido.
No vamos a entrar en alineaciones, porque todos los que
salieron en Sevilla pertenecen por igual a la plantilla del
Ceuta, ahora bien hubo ciertos cambios que, dentro del club,
han caído poco bien.
Lo mejor de todo es que el técnico tiene total libertad,
como siempre la tuvo, para alinear a quien quiera y dejar
fuera de la convocatoria a quien el considera conveniente
que se quede, con lo que ahora, tal y como salieron las
cosas, no me extrañaría que en el club se pide alguna
explicación, por no haber convocado a un jugador concreto.
Claro que si se hace eso es caer en una fosa, todavía peor.
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