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El auditorio del recinto ferial acoge esta noche una serie
de conciertos para celebrar el fin del Ramadán, que tendrá
su apogeo en el derroche musical de Darga, una banda
compuesta por una decena de jóvenes músicos marroquíes que
fusionan los ritmos tradicionales del país vecino con reggae,
hip-hop o pop. Antes, el panorama rapero ceutí tendrá la
oportunidad de mostrar su capacidad para las rimas con las
actuaciones de La Clase Urbana y El Niño Willy.
Cerca de medio millar de entradas se llevan despachadas en
el Punto de Información Cultural de la Gran Vía para el
festival de celebración del fin del Ramadán, que se celebra
esta noche, a partir de las nueve y media, en el auditorio
del recinto ferial, con capacidad para más de 1.000
espectadores.
Ceuta Hip Hop Culture, asociación sobre la cultura urbana de
la ciudad, participará de esta fiesta musulmana con la
aportación de dos artistas locales de hip hop.
El Niño Willy será el primero en pisar el escenario haciendo
patente su fuerza y ritmo peculiar al que tiene
acostumbrado.
Otro de los clásicos del panorama hip-hopero ceutí, La Clase
Urbana, compuesto por Betta y Criva, lanzarán su rap serio,
lleno de mensaje y confeccionado con bases propias.
Por su parte, el supergrupo Darga –con diez componentes–,
que encarna una nueva corriente de música world magrebí,
propondrá su particular visión del arte y del mestizaje. En
su música se fusionan ritmos tradicionales y modernos,
sagrados y profanos, urbanos y rurales.
De hecho, el objetivo principal del grupo es actualizar el
patrimonio musical marroquí, mezclándolo con ritmos de
músicas del mundo.
El resultado es un estilo renovador, reivindicativo,
enérgico y espiritual. Por sus letras y música, Darga aspira
a ser la voz de la juventud marroquí y se autodefine como un
grupo de jóvenes amantes del mestizaje, la tolerancia y la
paz.
El nombre del grupo, Darga, es un tipo de cactus que lo
resiste todo. “Como la juventud marroquí”, dicen los
componentes de este grupo magrebí formado por diez músicos
de Casablanca y curtido en cerca de un centenar de
conciertos ofrecidos en Marruecos a lo largo de su, no
obstante, joven trayectoria profesional.
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