La aprobación el pasado mes de
agosto en Consejo de Ministros del Real Decreto Ley por el
que se regula la concesión de las licencias que permiten la
emisión de la TDT de pago y su posterior aprobación
parlamentaria ha provocado la indignación del principal
grupo de comunicación del país quien, en estos momentos,
parecen haber olvidado como este mismo Ejecutivo les
concedió la cadena Cuatro.
Reflexionar al respecto me hace recordar nociones jurídicas
estudiadas en el pasado respecto a los diferentes
procedimientos existentes al objeto de elaborar y aprobar
las leyes en nuestro país. Por ello, debo puntualizar, que
aprobar una Ley por Real Decreto debe estar justificado en
virtud de razones de urgencia por tanto, totalmente
rechazable el argumento esgrimido en su momento por el
departamento ministerial responsable de tal decisión al
justificarla en la necesidad de flexibilizar el modelo de
negocio de esta televisión existente hasta el momento,
basado en la emisión en abierto al objeto de ampliar la
oferte existente.
Por todo ello, La única justificación posible a esta
lamentable improvisación solo podemos enmarcarla en el
favoritismo expreso hacia unos determinados operadores
audiovisuales interesados en participar en el suculento
reparto del negocio de las retransmisiones de la Liga de
Fútbol española contradiciendo, al mismo tiempo, la promesa
efectuada por Zp de presentar una ley audiovisual que
regulase adecuada y razonablemente este sector audiovisual.
Predilección, que ha beneficiado claramente a una
determinada empresa en perjuicio del mismismo Grupo Prisa
originando un paulatino distanciamiento entre este último y
el partido socialista.
La herida no cicatriza y se multiplican las editoriales,
colaboraciones y artículos críticos con la gestión del
Ejecutivo socialista señalando el altísimo grado de
improvisación y descoordinación entre los diferentes
ministerios así como, profundizando en las interioridades de
la formación que sustenta al Gobierno de la nación.
Significativa la frase creada “Las leyres y las bibianas han
sustituido a los jáureguis o los sevilla” evidenciando un
evidente cambio de tendencia en la línea informativa de
todos los medios incluidos en este grupo empresarial.
No obstante, la aparente desaceleración sufrida en la
complicidad existente entre el partido socialista y el Grupo
Prisa, solo comparable a nuestra lamentable situación
económica, sin ninguna duda, volverá a los cauces habituales
ya que, los intereses compartidos propiciarán la
recuperación de unas relaciones que tantos beneficios les ha
reportado; victorias electorales y beneficios económicos.
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