El Tribunal de Primera Instancia de la UE decidió ayer que
la supresión de las restituciones lácteas, una subvención
que la Unión Europea concede para compensar el alto coste
del litro de leche en Europa ante la imposibilidad de
competir con otros países de fuera de la unión en donde los
costes son mucho menores, a las ciudades autónomas de Ceuta
y Melilla fue una medida, adoptada en 2005,
“desproporcionada”. La sentencia estima así el recurso que
en su momento presentó contra esta decisión el Gobierno
español, aunque llega cuando las empresas que se
beneficiaban de ellas en la ciudad, como Alice, agonizan sin
aparente remedio.
El Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea (UE)
anuló una regulación por la que desde 2005 Bruselas no
concede ayudas a las exportaciones de productos lácteos con
destino a las ciudades autónomas Ceuta y Melilla, por
considerar que hubo fraudes. La Justicia comunitaria
respaldó así las tesis de un recurso de España contra una
decisión de la Comisión Europea según la cual los envíos de
alimentos derivados de la leche a Ceuta y Melilla no están
subsidiados con las primas a la exportación de lácteos que
habitualmente concede la UE.
El Ejecutivo de la Unión decidió esa sanción porque
interpretó como operaciones irregulares el que como en Ceuta
y Melilla los productos están exentos de impuestos aduaneros
muchos exportadores vendían allí leche en polvo y
mantequilla para cobrar la ayuda y después los volvían a
importar al territorio de la UE sin pagar aranceles.
Según la Comisión, la leche en polvo y la mantequilla eran
exportados a ambas ciudades con el objetivo de obtener las
primas comunitarias, después se transformaban en Ceuta antes
de ser importados en el territorio aduanero de la UE, donde
sufrían una nueva “transformación” para devolverles sus
características originales.
La Oficina Europea para la Lucha contra el Fraude (OLAF)
realizó una investigación sobre dichas irregularidades.
En su sentencia, el Tribunal de Primera Instancia admite que
la CE tenía “razones válidas” para considerar que existía un
“riesgo grave” de fraude en Ceuta y Melilla, pero afirma que
la supresión de las ayudas a la exportación de los lácteos
destinados a esas dos ciudades es una medida
“desproporcionada”.
En concreto, el Tribunal apunta que podría haber fraude en
el tráfico de leche en polvo o de mantequilla, pero resalta
que hay una “desproporción” en la sanción de Bruselas porque
excluyó a todos los alimentos lácteos de las ayudas, sin
distinción alguna.
Por este motivo, la Justicia comunitaria anula la
penalización de la Comisión Europea, que cuando fue conocida
hizo al presidente ceutí, Juan Vivas, pedir al ministro de
Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que mediase en
la problemática para evitar las consecuencias que ya
entonces se previó que traería la restricción: la caída de
“un emergente desarrollo industrial vinculado a la
fabricación de productos lácteos” y “la posible subida de
precios en la localidad de determinados productos” de este
ramo.
Tras la sentencia de ayer, la CE podría presentar un
recurso, en un plazo de dos meses, ante el Tribunal de
Justicia de la UE. La consecuencia práctica del dictamen
podría ser que la CE decidiera volver a incluir a Ceuta o
Melilla entre los destinos con ayudas a la venta de lácteos,
pero Bruselas también podría preparar otra normativa en la
que siguiera la sanción, aunque de una manera más leve y
sólo para los productos en los que se produjo el fraude.
El Gobierno español presentó en octubre de 2005 un recurso
solicitando la anulación del reglamento que la Comisión
aprobó en junio de ese mismo año dictaminando que Ceuta y
Melilla no podrían percibir las restituciones a la
exportación de leche y derivados.
Según la demanda española, la Comisión había ordenado esta
exclusión “con el objetivo de acabar con ciertas operaciones
comerciales irregulares”, pero nuestro país argumentó que
con esta iniciativa la Comisión incumplía la Organización
Común de Mercado (OCM) de la leche y los productos lácteos,
porque la medida “no tenía justificación” al estar adoptada
por Bruselas sobre “hechos no probados”.
El Ejecutivo español resaltó también la “discriminación”
entre productores a que a su juicio daba lugar el reglamento
impugnado por no tener en cuenta la “naturaleza del
producto”.
En este sentido, añadió, “aún suponiendo que la eliminación
del fraude justificase la supresión de las restituciones, la
medida sólo ha tenido en cuenta el destino de la
exportación, lo que afecta a todos los productos cuya venta
a Ceuta y Melilla gozaba de restituciones, sin hacer ninguna
distinción”.
“Buena noticia”
El consejero de Economía de la Ciudad Autónoma, Guillermo
Martínez, valoró ayer como una “buena noticia” la resolución
del Tribunal europeo, aunque “por la cautela de no conocer
todavía de primera mano ni el fondo ni la forma de la
sentencia” no quiso hacer un análisis más profundo.
“A simple vista parece una noticia muy positiva que llega,
si efectivamente se concreta como dicen los titulares de las
agencias, un poco tarde”, señaló Martínez aludiendo a la
situación de la empresa Alice, que en diferentes ocasiones
ha acometido distintas reestructuraciones de plantilla, la
última despidiendo al 60% de sus trabajadores, atribuidas a
las dificultades que sobre su modelo de negocio había
causado la anulación de las restituciones.
Fuentes del sector empresarial ceutí señalaron ayer a EFE
que esta determinación es muy positiva, sobre todo teniendo
en cuenta la situación de crisis que existe en la ciudad,
particularmente en este tipo de sectores.
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