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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2009

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Nueva catástrofe de inmigrantes
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y en un lugar que, desde hace unos cuantos años, tiene nombre, aunque muchos, especialmente alejados de estas tierras, no sepan donde se encuentra, la Isla del Perejil.

Tardará algún tiempo en saberse el número de muertos que ha habido en ese naufragio de “otra patera de la muerte”, y otra vez estamos en lo mismo, por cuanto el hambre, las persecuciones, la vista puesta en Europa, el deseo de encontrar el Edén, es lo que hace que muchas gentes, ¿De donde?, inicien su marcha, rumbo a lo deseado, aunque sea desconocido y esa marcha termine en tragedia.

¿Cómo se puede cortar esto?. No somos expertos en la materia, posiblemente ni siquiera haya auténticos expertos sobre la cuestión, pero si las relaciones internacionales sirvieran para algo más que para pronunciar frases que sirvan de titular a los medios de comunicación, otra sería la situación en estos momentos, en los territorios donde la hambruna y la carencia de derechos humanos van cogidos de la mano. Ahí, en esos territorios, hay quien piensa que es preferible arriesgar incluso la vida, antes que estar muriendo poco a poco.

La mañana del sábado no podía comenzar con una noticia más desagradable:” Ha naufragado una embarcación junto a la Isla del Perejil, en aguas de Marruecos”. Era el primer aldabonazo de la tragedia, al que se irían sucediendo otros, cada vez más alarmantes:” Esta embarcación podría estar ocupada por unas sesenta personas”. Mal panorama se presentaba, especialmente cuando al pasar las horas no se daban más que noticias pesimistas:” De momento han muerto ocho inmigrantes”.

La pregunta en esos momentos era si es que se habían rescatado los otros cincuenta y dos supervivientes, pero nada de eso había, entonces no se había rescatado, todavía, a nadie.

Un paso que vino a atenuar lo anterior era la posibilidad de haber localizado, luego rescatado, a once supervivientes. Era lo único agradable, dentro de tanta desgracia.

En la búsqueda de supervivientes y rescate de cadáveres participaron dotaciones de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y Cruz Roja de Ceuta.

Los intentos de lograr lo mejor, dentro de lo posible, han existido, pero ese problema, que tantos años hace que se viene dando, no hay quien pueda frenarlo, al menos desde aquí, si es que desde los países de origen no se ponen todos los medios para que esas “aventuras” dejen de practicarse, con lo que se eliminarían las desgracias de este tipo.

Aunque la patera se hundió en aguas de Marruecos, fue un helicóptero de la Guardia Civil quien la localizó en los instantes en que se hundía.

Aquí las dificultades han sido siempre grandes y en esta ocasión no iba a ser diferente. Al parecer, los propios inmigrantes habían dado el aviso de su situación, desde un teléfono móvil. Esa llamada de socorro era en torno a las siete y media de la mañana, pero la localización de la patera no se producía hasta dos horas más tarde.

Estamos en la época en la que, un año más, afloran estas llegadas, cada vez más masivas, cada vez más frecuentes y por ello más peligrosas. El último recate de una patera en Ceuta se produjo el pasado día 4, de este mismo mes de septiembre. A partir de aquí, ciertos territorios que producen tantos emigrantes / inmigrantes debieran ser controlados de verdad.
 

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