Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía lograron detener
este lunes a un menor en motocicleta tras una larga y
peligrosa persecución que acabó con el conductor huido por
los suelos tras derrapar en una curva y haberse saltado
además un control de la Guardia Civil. El joven fue puesto a
disposición de la Fiscalía por los delitos contra la
seguridad vial y contra la salud pública por portar un bote
de Trankimazín
El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a un menor como
autor de un delito Contra la Seguridad Vial y otro Contra la
Salud Pública.
Sobre las 21:00 horas de este pasado lunes, agentes de la
Brigada de Seguridad Ciudadana, adscritos a la Unidad de
Protección y Respuesta, cuando se encontraban patrullando
por la Avenida de Martínez de Catena, observaron un
ciclomotor que se dirigía hacia ellos sin el obligatorio
faro encendido, por lo que procedieron a darle el alto.
El conductor del ciclomotor, haciendo caso omiso a los
requerimientos de los policías, emprendió la huída en
dirección a la Almadraba, lo que obligó a la persecución
policial.
Durante esta persecución el ciclomotor no cesó de hacer
bruscas maniobras para evitar a los vehículos y peatones con
los que se iba encontrando en su camino, poniendo en grave
riesgo la seguridad de todos ellos y la suya propia,
llegando incluso a saltarse un Control que la Guardia Civil
tenía establecido en la zona.
Al llegar a la altura de la Almadraba, y tras intentar un
brusco giro hacia los callejones, el ciclomotor derrapó y el
conductor acabó en el asfalto, instante que aprovecharon los
agentes, tras comprobar que no sufría lesión alguna, para
proceder a su detención.
En ese momento le fue intervenido un bote de plástico
conteniendo en su interior 11 comprimidos de “Trankimazin”,
manifestando el menor, de forma espontánea, que eran para la
venta, ya que “de alguna manera tengo que buscarme la vida”
arguyó a los policías cuando éstos lo descubrieron.
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