La Audiencia Provincial escuchó ayer los testimonios de
cuatro imputados en varios presuntos delitos contra la salud
pública, contra el derecho de los extranjeros y de denuncia
falsa, de los cuales dos reconocieron su participación en el
pase de 67 kilos de droga desde Marruecos hasta Algeciras y
los otros dos, se declararon inocentes negando los hechos.
Los hechos denunciados se produjeron el 22 de abril de 2008,
cuando varios agentes de la UDYCO de Algeciras, Ceuta y La
Línea, en un operativo conjunto que incluyó intervenciones
telefónicas, interceptaron más de 67 kilos de hachís en la
costa gaditana en una embarcación que apareció destrozada y
en la que viajaban varios marroquíes sin documentación
reglada.
Estos fueron los datos a juzgar por los magistrados de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta en un juicio que se
prolongó durante más de cinco horas, con una decena de
testigos y cuatro imputados, de los cuales dos reconocieron
su participación en el operativo y los otros dos se
declararon inocentes.
El primer acusado, Hassan, confesó ser el coordinador del
pase de la droga desde Marruecos hasta Algeciras,
controlando el desembolso, el transporte, la recepción y la
que sería la posterior distribución del alijo. Sin embargo,
“no conozco a ninguno de los tres imputados de nada y mi
contacto de Marruecos era Mustafa, no Hamido como dice la
policía”, testificó.
El segundo imputado, Bilal, negó todos los hechos, alegando
que el móvil que le intervinieron no era suyo, que no
conocía a ninguno de los acusados y “nunca he conducido una
lancha así que no pueden decir que yo pilotaba la
embarcación. El día que me detuvieron en la frontera,
motivada por una orden de expulsión que tenía con
anterioridad, yo venía de una boda y nunca me llamaron ‘Dalica’”.
El tercer imputado, Mohamed, no declaró conformándose con
los hechos que se le imputaban ya que su participación
consistió en desplazar la droga en el vehículo en la
península e iba como pasajero en la lancha. “Lo hice porque
no tenía dinero y me quería quedar en España porque no tengo
papeles”. Este colaboró con los agentes el día de los hechos
después de ser detenido en una urbanización próxima a la
costa indicándoles la localización de los fardos de hachís y
la embarcación.
El cuarto imputado, Jose, negó todos los hechos que le
imputaban, esgrimiendo que desconocía al resto de encausados
y manifestando que el vehículo donde se intervino parte de
la droga “se lo dejé esa tarde a un amigo de Marbella y este
me llamó para decirme que el coche había tenido un problema
grave. Por eso, denuncié su robo en la Comisaría de Marbella
y al día siguiente me dijeron que había aparecido en
Algeciras”. Además, argumentó que nunca lo habían apodado
como “el gordo” a pesar de lo que declararon los agentes.
Pruebas de la UDYCO
Según los agentes que llevaron la investigación, Bilal y
Hassan mantuvieron un contacto vía mensaje por el que el
primero le pedía dinero a este segundo para realizar un
viaje. Ambos los negaron pese a que los números telefónicos
se correspondían con la identidad de los acusados.
Por otro lado, la lancha neumática en la que supuestamente
viajaban cinco indocumentados con los fardos de hachís,
medía sólo dos metros y tenía un motor de diez caballos.
Según relató uno de los imputados, estaba pinchada y los
tripulantes se dedicaron a inflarla durante todo el
trayecto.
En su defensa, el cuarto imputado, Jose, manifestó que el
amigo al que le había dejado su coche era de habla español,
tal y como es escuchó en algunas intervenciones telefónicas
con el jefe del operativo, era de Marbella “y sabía que no
era legal pero no puedo revelar su identidad”, añadió.
En cuanto a la droga interceptada, casi 20 kilos se hallaron
en el vehículo de Jose aunque en dicho momento estaba
conducido por Mohamed, que posteriormente fue detenido. Los
otros restantes, se localizaron en la zona del faro de
Algeciras.
Para finalizar los informes y las conclusiones de los
abogados defensores, todos ellos argumentaron que se había
vulnerado el derecho de los imputados atendiendo al artículo
24 de la Constitución Española ya que “el juzgado no había
autorizado las intervenciones telefónicas cuando lo hicieron
los agentes de la UDYCO sin tener sospechas de todos ellos,
sólo de Hassan”.
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