La portavoz y consejera de Medio Ambiente del Gobierno de
Ceuta, Yolanda Bel, confirmó ayer que, tal y como había
desvelado minutos antes el secretario general del PSOE
ceutí, José Antonio Carracao, la Ciudad está sopesando la
posibilidad de contratar un buque-aljibe que palíe la falta
de reservas de agua en los pantanos del Renegado y del
Infierno. De hecho, aseguró, ya se ha contactado con la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Junta
de Andalucía y el puerto para comprobar y, en su caso,
reparar, las conducciones que sirvan para el llenado en
Algeciras y posterior vaciado del barco en la ciudad.
Informes “técnico-gerenciales” de la empresa del agua,
Acemsa, deberán explicar si fue o no una “mala decisión” la
de paralizar módulos de la planta desalinizadora en verano
con el propósito de “ahorrar” y recurrir entretanto al agua
embalsada en los pantanos del Renegado y del Infierno. Como
resultado de la ejecución de dicha decisión, por un lado, y
del retraso en las precipitaciones que durante los años
precedentes venían cayendo sobre Ceuta al final del verano
la situación hídrica de la ciudad, que carece de fuentes
naturales y aseguradas de este recurso, es “preocupante”.
Así lo reconoció ayer la portavoz y consejera de Medio
Ambiente del Ejecutivo local, Yolanda Bel, que “como
continuación a las explicaciones aportadas la semana pasada”
desveló la puesta en marcha de trabajos para impedir, como
prioridad ineludible, que se produzcan cortes de agua en el
suministro, algo que descartó rotundamente tras recordar que
Ceuta “es una isla desde el punto de vista de recursos
hídricos” que no va a cambiar de naturaleza “por mucho que
se mejore la red de abastecimiento” y que se abastece
gracias a la lluvia y a la desaladora, dos fuentes
“expuestas a la incertidumbre”.
Y este año la primera ha fallado, al menos de momento,
porque las precipitaciones se han retrasado. Sobre por qué
se redujo el caudal de la segunda para tirar del agua
embalsada repitió que fue una decisión “técnica y gerencial”
sobre la que no quiso especular pero alrededor de la cual sí
se comprometió a indagar y a exigir que se “clarifique”.
“Puede haber existido una desviación, que la hay, entre las
precipitaciones medias de los últimos años y la real de esta
ejercicio”, apuntó Bel, que consideró “descabellado” que el
PSOE solicite responsabilidades políticas “por una
desviación de las previsiones técnico-gerenciales”.
“Yo he preguntado doscientas mil cosas, pero son los
informes los que me tendrán que contestar, porque aquellas
personas que han tenido la responsabilidad de que se pare
algo sin dar cuenta tendrá que esclarecer esas y otras
incógnitas que se le han planteado desde el Gobierno y desde
la Consejería”, remató.
Así las cosas, y mientras se toma la decisión definitiva de
contratar o no el mencionado buque, la Ciudad se afana ahora
en asegurarse de que las infraestructuras para la carga y
posterior vaciado del barco puedan efectuarse con
normalidad.
A tal efecto se ha contactado ya con la Junta de Andalucía,
la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y con ambos
puertos, no sólo para esta ocasión, sino también para el
futuro: “No podemos perder esa instalación porque siempre
vamos a depender hídricamente de dos fuentes no
garantizadas”, avisó Yolanda Bel, quien extendió la duda
sobre cualquier autosuficiencia en materia de agua al
infinito, incluso cuando el quinto módulo de la desaladora
esté operativo.
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“¿Responsabilidades? Primero hay que resolver el problema y
después tomar decisiones”
La consejera de Medio Ambiente,
Yolanda Bel, no parece tener la intención de cortar cabezas,
al menos no antes de que llueva o de que un buque-aljibe
alivie la falta de recursos hídricos suficientes en los
pantanos de la ciudad. Cuando ayer se le preguntó si
exigiría responsabilidades en caso de que se constatase una
mala actuación “técnico-gerencial” en Acemsa la presidenta
de su Consejo de Administración desgranó su modus operandi:
“Cuando se está intentando atajar un problema no hay que
perder la tranquilidad ni precipitarse”, explicó. “Lo justo
y lo inteligente es solucionarlo y cuando pasa el problema y
todo vuelve a estar en calma y tranquilidad es cuando hay
que tomar las decisiones fuertes y duras, si es necesario,
que haya que adoptar”, completó, ya que según reiteró “lo
importante y lo prioritario” ahora es garantizar que no se
produzcan cortes en el suministro a los ceutíes. “Lo que
está claro es que ninguno de los miembros del Gobierno ha
dicho que se pare nada, ya que entonces no habría nada que
preguntar”, resumió la consejera.
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