El sindicato UGT desconfió ayer de que la próxima reunión
del G-20 pueda llevar a cabo una reforma en profundidad del
sistema financiero, con una supervisión y regulación a nivel
mundial, al considerar que EEUU y Reino Unido podrían poner
trabas por el peso que tienen en sus respectivas economías
las Bolsas de Nueva York y Londres.
En una rueda de prensa durante su visita a Melilla, el
secretario general de Unión General de Trabajadores, Cándido
Méndez, consideró ayer que EEUU y Reino Unido podrían ser
“un obstáculo” hacia el objetivo de reformar el sistema
financiero en profundidad, algo que “ya quedó en el tintero”
y que ahora, en la próxima reunión del G-20, podría volver a
suceder.
Según Méndez, Wall Street y la City de Londres son el
“pulmón del funcionamiento de las economías de EEUU y Reino
Unido”, de modo que estos países “tendrán poco interés en
establecer mecanismos de reforma financiera y regulación”,
que es lo que, a juicio del responsable ugetista, hace falta
para salir de la crisis mundial.
Sin embargo, advirtió de que “los propósitos de enmienda”
que hicieron públicos los líderes políticos mundiales y las
entidades financieras “pueden quedar en nada”, a pesar de
que éstos mostraron “expresiones de consternación y
preocupación” por la crisis.
“En la reunión del G-20, si no hay un cambio brusco, al
final puede quedar con cuatro retoques de la situación
financiera mundial”, alertó Méndez, que insistió en que “un
país por sí solo no puede reconducir la situación”.
G-20
No obstante, confió en que el G-20 “tome determinaciones y
por lo menos sirva para poner freno a la reproducción de
hechos que eran escandalosos antes de la crisis, y que ahora
lo son el doble por la crisis”, refiriéndose en concreto al
cobro de bonos por parte de los directivos de las entidades
financieras.
Al respecto, Méndez pidió que “se restrinja el cobro de
emolumentos desorbitantes” por parte de los directivos
financieros, ya que “son coautores de la crisis” y, a pesar
de ello, “ganan cuantías escandalosas y cobran bonos”.
|