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La reunión de la Comisión Local de
Patrimonio resultó ayer especialmente fructífera, pues dio
el visto bueno a proyectos tan relevantes desde el punto de
vista de la protección del acervo cultural ceutí con como el
de construcción de la nueva Biblioteca Pública del Estado,
que integrará los restos arqueológicos medievales de Huerta
Rufino, y el diseñado para el arreglo definitivo de la
cubierta de la catedral. Además, los miembros de este órgano
colegiado, que preside la consejera de Cultura, Mabel Deu, y
está integrado además por representantes de la
Administración General del Estado, la Comandancia General,
la Iglesia, el IEC y el Colegio de Arquitectos, aprobó el
arreglo del yacimiento fenicio situado junto a la seo. El
cuarto de los proyectos que salió adelante ayer fue el que
servirá para llevar a cabo la reparación de la bóveda 4 de
la contraguardia de San Javier, que forma parte del Conjunto
Monumental de las Murallas Reales, emblema del patrimonio
ceutí. Cada uno por diferentes motivos pero todos en torno a
la rica historia de Ceuta, la aprobación de estos cuatro
proyectos refleja el ingente y ancestral legado que atesora
la ciudad autónoma y que forma parte esencial de su pasado,
de su presente y de su futuro, en este caso, como una fuente
de desarrollo económico a través del turismo cultural, quizá
uno de los de mayor crecimiento en nuestros días. También
son reflejo del paso de las diferentes civilizaciones que
han poblado el territorio de la ciudad desde tiempos
inmemoriales. En un espacio físico tan reducido como el que
a día de hoy ocupa Ceuta, han dejado su huella desde los
fenicios a los portugueses y, en el caso de la Catedral,
también sus actuales pobladores, españoles. De la Edad Media
ceutí, una de las épocas de mayor esplendor de la ciudad,
son por su parte los vestigios que se mostrarán en el
interior de la nueva Biblioteca, que se convertirá de esta
forma en un museo más. Proteger esta herencia es una
obligación y, además, un motivo de orgullo para la
generación de ceutíes a la que corresponde esta
responsabilidad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
