El buque turco inmovilizado en aguas de Ceuta tendrá que
trasvasar su carga a otro quimiquero después de que
Capitanía Marítima impida a la nave seguir su curso hasta
Turquía por graves problemas estructurales detectados en su
casco. La administración turca ya está sobreaviso después de
que el operador haya clausurado su empresa hace tres días.
Capitanía Marítima de Ceuta continúa a la espera de las
gestiones que llevan a cabo el representante en España del
armador del ‘Rhone’ y la consignataria Marítima del Estrecho
para contactar con los dueños de la carga (lignosulfato
sódico) y la aseguradora de la misma que son los que deben
afrontar los costes del trasvase de esa mercancía a otro
quimiquero para que llegue finalmente a su destino.
Y todo ello porque el ‘Rhone’ turco no tiene permisos de la
Capitanía para moverse. Ya anticipó EL PUEBLO que contaba
con serias problemas estructurales que afectaban a sus
tanques de lastre. Sólo cuando se trasvase su carga y se
inspeccione, de nuevo, podrá partir en lastre bien por sus
medios, o bien remolcado, hasta algún astillero. Esta es una
operación que aún tardará, se confirma desde Capitanía
Marítima.
Mientras tanto, se realizan varias gestiones en paralelo.
Por un lado se ha contactado con las autoridades turcas por
la situación de sus tripulantes nacionales; por otro, se
mantiene asegurado el barco en cuanto a suministro de agua,
combustible y provisiones. De hecho el domingo se abasteció
con 60 metros cúbicos de agua y los inspectores aseguran que
la avería de la vía ya está resuelta.
De momento, el buque no entrará a puerto y las principales
preocupaciones se centran en el trasvase de la carga y la
situación de la abandonada tripulación turca.
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