LUNES. 14
Les veo llegar cada año por septiembre. Mes del que dijo el
poeta que se parece a un lunes inmenso. Forman una pareja
cuya amabilidad ha conseguido ganarse la voluntad de todos
los empleados del Hotel Tryp. Antonio J. Cordero
Fernández y su mujer, Haicha Benasayg, se marchan
hoy. Nunca antes había hablado con ellos. Esta vez, sin
embargo, Antonio ha llamado mi atención porque tenía ganas
de decirme que lleva mucho tiempo leyéndome. Y en la
conversación ha salido a relucir el maestro Manuel
Alcántara, decano de los columnistas españoles. A quien
conocí cuando era cronista de boxeo en el Madrid de comienzo
de los sesenta. Y a quien sigo leyendo con verdadera
devoción. Antonio J. Cordero es Primer Tte. Alcalde Delegado
del Área de Gobierno de Seguridad de Málaga. Y lleva
veintitantos años en la política activa. Durante la
conversación salen a relucir algunas anécdotas y las risas
se suceden, mientras Haicha nos mira con esa forma de mirar
que tienen las mujeres pacientes. En fin, que lamento no
haber podido hablar con Antonio mucho antes, cuando cada año
lo tenía tan cerca y tan presto a ello. Pero siempre me
queda el consuelo de aferrarme al refrán: Nunca es tarde...
MARTES. 16
Camino por la Avenida Alcalde Sánchez-Prado cuando se dirige
a mí una mujer. Y lo hace para decirme que me lee
diariamente y que, aunque le gusta mi forma de decir las
cosas, discrepa conmigo en cuanto a mi creencia acerca de
que todas las personas que pertenecieron al GIL son de
aquella manera. Le respondo que tiene todo el derecho del
mundo a mostrarme su disconformidad. Se llama María Paz
Torroba y es tan alta como atractiva. Le baila la
sonrisa en los labios y a mí me entran de pronto unas ganas
locas de conversar con ella. Trato de explicarle que no
anida en mí ningún tipo de fobia contra las personas que
ocuparon cargos en el Gobierno de Antonio Sampietro.
Aunque es bien cierto que tampoco éste inspiraba ningún tipo
de confianza. Me hubiera gustado seguir pegando la hebra con
María Paz, pero otra señora llamó su atención y nos
despedimos. Así que seguí mi camino hacia el Ayuntamiento
donde me espera el consejero de Fomento, Juan Manuel
Doncel, con quien estoy citado para entrevistarle. Cita
a la que tuve que llegar tarde. Debido a que los inmigrantes
están congregados ante la puerta principal del llamado
pomposamente Palacio Municipal y las puertas del edificio
han sido cerradas a cal y canto por la Policía Local. ¿Será
posible descubrir qué personajes son los que aleccionan a
los inmigrantes para que se manifiesten?
MIÉRCOLES. 16
Dicen que cuando llegó Pau Gasol a la NBA se lo
comían por sopa sus adversarios. Gente curtida y con cara de
pocos amigos. Y un buen día le recomendaron que se dejara
una barba que le diera cierta rudeza con la que hacer frente
a los duros del baloncesto estadounidense. Yo no sé si la
barba de Gasol surtió el efecto deseado. Pero lo que sí sé
es que Gasol la sigue conservando como oro en paño. A pesar
de que su barba es fea de cojones. A Iker Casillas,
por más que nos vendan que se ha dejado la barba porque su
madre se lo ha pedido, todos sabemos que es una
recomendación de su representante, más listo que los ratones
colorados, para ver si por fin lo respetan los contrarios en
el área chica. Donde el Madrid sigue sufriendo las
deficiencias de un portero que tiene más miedo que vergüenza
en esa parcela donde los defensores no pueden hacer nada. Lo
de Casillas se ha convertido ya en una vergüenza nacional.
Lo convirtieron en mito y ahora cuesta deshacer esa mentira
tan grande como la catedral de Burgos. Si el Madrid no
atiende a razones y busca solución a ese problema, ganará la
Copa de Europa siempre y cuando consiga golear a todos sus
rivales. Porque Casillas, con o sin barba, es un desastre en
los balones aéreos.
JUEVES. 17
La tertulia se va nutriendo de contertulios a medida que
avanza la tarde. Forman parte de ella constructores,
políticos y comerciantes. Se habla de todo. De la situación
de los parados, de la clase media, de los bancos y de muchas
otras cosas. En un momento determinado sale a relucir el
nombre de Mohamed Chaib. Que hoy, cosa rara, no está
presente. Y en un momento determinado pregunto qué piensan
de él. Y todos los presentes coinciden en destacar que es
persona en la que confían ciegamente. Y además exponen las
razones que tienen para pronunciarse de esa manera. He aquí
algunas de las cosas que dijeron. Jamás defrauda. Nunca
miente. Jamás se arroga facultades que no tiene. Es leal.
Servicial. Serio. Y siempre está dispuesto a la ayuda. Los
contertulios son casi todos peninsulares. Y a mí me causa
una alegría enorme oír lo que piensan de Chaib. Cuando me
toca el turno de opinar, trato de abstenerme porque
considero que es mi amigo y por tanto puede cegarme la
pasión de la amistad. Pero todos insisten en que diga algo
al respecto. Y a mí sólo se me ocurre decirles que es un
personaje digno de admiración. Y me quedo tan pancho. ¿Pasa
algo...?
VIERNES. 18
Coincido en La Dehesa con varios conocidos entre los que se
encuentra Antonio López, gerente de Emvicesa. Quien
se muestra tan participativo como siempre y tan proclive a
que el rato de ocio sea agradable. Antonio, al margen de sus
aciertos y errores en el puesto que desempeña, es de natural
simpático y propicia que la reunión camine por la senda del
divertimiento. Lo primero que hago es decirle que el sábado
mi columna está dedicada a su amigo Francisco Márquez.
A fin de recordarle que hay que saber mantener los nervios
en según qué circunstancias. Porque no me ha gustado que
haya entrado al trapo que le presentó Mohamed Alí en
el pleno del martes pasado. Y además le cuento que le he
puesto como penitencia el que se quede dos fines de semana
en Ceuta, caminando junto a Juan Vivas por las
mañanas. Antonio López, tan dicharachero él, me ha
respondido con prontitud: lo que tú le pides a Paco es lo
último que él haría en su vida. Habría que amarrarle para
que mi amigo se quedara en Ceuta un fin de semana y, además,
haciendo deporte con el presidente de la Ciudad. Vamos, que
no lo haría nunca. Te lo puedo asegurar. Antonio López,
conversador jovial y animado, debería no estar tan seguro de
ciertas cosas.
SÁBADO. 19
Estoy en la sala de estar del Hotel Tryp departiendo con
unos amigos cuando aparece Antonio García-Gaona. Luce
traje de otoño-invierno; o sea, que va vestido de presidente
de la Federación de Fútbol de Ceuta. Uno de los presentes le
dice a García-Gaona que se nota que hace carrera continua
porque luce cuerpo de maratoniano. Intervengo yo para
recomendarle que procure evitar las horas más calurosas para
correr, pues lo he visto haciendo esa locura durante el
verano que ya agoniza. Pero Antonio responde que le han
prohibido hacer carrera. Y dicho ello, el presidente de la
Federación de Fútbol de Ceuta abandona la estancia.
Esperemos que esa recomendación no sea por ningún tipo de
dolencia, sino porque él es de natural delgado y no necesita
hacer esa resistencia aeróbica y menos soportando
temperaturas altas. De momento, dada mi piedad, procuraré
por todos los medios estar durante un tiempo sin recordarle
que aún no ha hecho la debida auditoría de un organismo
presidido por él, y en el que durante muchos años se han
venido haciendo las cuentas del Gran Capitán.
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