Pasa que los meteorólogos van
jugando con el vilo de mantener a la gente con que lloverá y
no llueve, con que hará sol ni está cubierta, con que alerta
naranja cuando sale la azul…
Bueno, me temía lo peor en cuanto me levantara y llevara a
mi hijo a la escuela y después de ésta al club de hockey
sobre patines donde se apuntó el año pasado. Nada, no pasó
nada en cuanto al cambio climático. Un día de septiembre
como siempre.
Ha salido una mala espina en e ambiente político de éste
país con la entrada del enésimo partido sin registrar: la
CECA, cuyo presidente aboga por elecciones anticipadas como
si fuera la mano derecha de Mariano. De hecho lo es.
Lo pide en un momento clave para poner las cartas sobre la
mesa, en un remedo de póker amañado, con la frase “ante
situaciones extraordinarias solamente caben remedios
extraordinarios”.
¿Por qué no empieza el presidente de la CECA y sus asociados
poniendo remedios extraordinarios? ¿Por qué no concede, como
excepción a esta crisis, una solución que incluya el
aplazamiento a largo plazo sin intereses de los créditos
concedidos?
Un falacia su afirmación de que pone en peligro la
supervivencia de las entidades bancarias si se aborda el
tema de los incentivos a directivos. Querrá decir que pone
en peligro el sustento de esos directivos de altos vuelos
¿no?, el suyo incluido.
Ningún trabajador, ningún directivo, ningún ejecutivo que no
sea los banqueros cobran una monstruosidad por no hacer
nada. Ni siquiera los futbolistas. A eso es lo que teme.
Los banqueros son los menos indicados para meterse en
política con temas de ese calibra, el adelanto de
elecciones, a menos que deseen cambiar las tornas con las
amenazas por delante. ¿Qué qué amenazas?, sencillo: amenaza
a los electores con cerrar el grifo de los créditos si no
votan al PP. Como si lo viera.
La pretensión bancaria es muy clara. Sus patrocinados
políticos pueden seguir tirando de tarjetas de crédito
institucionales para ir de putas, celebrar banquetes
pantagruélicos y llevarse de paso el cenicero. Para eso hace
falta que hayan elecciones anticipadas y sean elegidos sus
amigos, que es lo que pretenden.
Es de un cinismo desvergonzado que insistan en ello con el
pretexto de que “a menos de que los agentes políticos y
sociales lleguen a un acuerdo” si saben que la CEOE pone
unas condiciones imposibles de aceptar por el Gobierno del
país.
El verdadero trasfondo del asunto radica en que, en este
caso de la CECA, son elegidos por el Gobierno y/o Gobiernos
de Comunidades Autónomas, cuando muchos de los ejecutivos
son de la ultraderecha conservadora liberal por lo que, con
el PP en el Gobierno, tienen servidos en bandeja de plata
todos los beneficios posibles a los que aspiran de manera
tan ambiciosa
Si afirma el presidente de la CECA que es necesario realizar
las elecciones cuanto antes para dotar al Gobierno
resultante de los medios con los que salir de la crisis…
¿por qué no ofrece esos mismos medios al Gobierno actual?.
Más claro: agua de Solares.
¿A qué se refiere con eso de “repartir sacrificios”? ¿Querrá
decir a repartir sacrificios los trabajadores y conformarse,
éstos, con patatas hervidas?
Repartir sacrificios significa, para salvar al país de esta
crisis, aceptar las propuestas del Gobierno sobre las
subidas de impuestos para los que cobran más y no ir
diciendo por ahí que aprueba el despido libre y la bajada de
salarios para mover al país correctamente. Correctamente
para ellos que verían engrosadas sus arcas como si fuera un
gobierno en la sombra de triste recuerdo en los países
supercapitalistas. Los EE.UU siguen siéndolo pese a la buena
voluntad de Obama.
Entretanto, dentro de la barahúnda de declaraciones
contraproducentes por un lado y aclaratorias de las
verdaderas intenciones por otro, los docentes tienen un
porvenir más negro que la pez, en referencia a las
agresiones que tienen su punto de partida con un madrileño
que acaba de agrediir a la directora del colegio de su
hijo…, por desgracia no será la última.
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