Algunos de los pacientes que ya han empezado a ser atendidos
en el nuevo Hospital Universitario de Ceuta comentan sin
reparos el contraste entre las nuevas instalaciones y la
obsolescencia en que había decaído el viejo centro de la
Cruz Roja.
Amplios pasillos, consultas diáfanas y personal atento
sorprenden a quienes habían padecido las incomodidades de
las instalaciones del Paseo de la Marina Española durante
años. Residentes ceutíes y migrantes del vecino Marruecos
parecen no dar crédito al hecho de que el proyecto del nuevo
hospital, tanto tiempo paralizado, se haya convertido
definitivamente en una realidad.
“De momento, la atención me parece mucho más ágil. En el
viejo Hospital de la Cruz Roja había que soportar incómodas
aglomeraciones que aquí parecen haber desaparecido”, comenta
Layet Hasani, un hombre de mediana edad que esperaba
plácidamente sentado a ser atendido en la consulta de dolor.
La sensación de agilidad en la atención podría resultar, no
obstante, un espejismo pasajero. Durante la primera semana
de vida del nuevo hospital de Loma Colmenar sólo han estado
funcionando cinco especialidades médicas. Según los
sindicatos, las que menos demanda tienen. Una situación que
podría cambiar a partir de mañana lunes, cuando comenzarán a
funcionar otras siete consultas de especialistas. Y, sobre
todo, a partir del día 28, cuando se habrá completado el
traslado de las 37 consultas desde el ambulatorio José
Lafont.
“Lo cierto es que es la primera vez que acudo a este
especialista. Y no os puedo decir cómo me va a atender el
médico, porque todavía no he entrado en la consulta”,
continúa Hasani.
Idéntica profesionalidad
Quien sí tiene una idea bien formada a este respecto es
Habeiba Abdeselam Mohamed, una mujer de avanzada edad que
acude al nuevo hospital acompañada de su joven nieto. Acaba
de salir de la consulta del especialista y se muestra
taxativa respecto a esta cuestión: “Es la primera vez que
vengo a este hospital. Pero mi médico es el mismo de siempre
y me ha tratado igual de bien que me ha tratado desde que
pasé la primera consulta”.
Abdesalam lleva tres años tratándose de ciertos problemas de
dolor. Y para ella la única diferencia apreciable se refiere
al estado de las instalaciones donde está siendo atendida
ahora. “Esto es mucho más grande que lo que teníamos antes,
y desde luego está mucho más limpio”, ilustra esta paciente
mientras abandona el centro hospitalario de la mano de su
nieta.
Uno de los aspectos que más agradece esta paciente de las
nuevas instalaciones es su ubicación y fácil accesibilidad.
“El otro hospital estaba rodeado de todo tipo de obstáculos,
y llegar hasta él me resultaba mucho más difícil e
incómodo”, continúa explicando.
En esta ocasión se ha visto colmada de atenciones, empezando
por la azafata que aguarda cual centinela a la puerta del
centro a los primeros pacientes que han sido citados en él,
para indicarles la ruta que han de seguir hasta la sala de
espera de su respectiva consulta.
Éste es un servicio provisional, según explicó a este
periódico la supervisora jefe, que será suprimido una vez
los ciudadanos conozcan la organización del centro y se
hayan habituado a localizar la especialidad que buscan sin
ningún tipo de ayuda.
“Me gusta mucho cómo está dispuesto todo. Ahora lo único que
me cabe esperar es que todo esto dure mucho tiempo”,
continúa argumentando la satisfecha Habeiba Abdeselam.
La actividad del nuevo Hospital Universitario de Ceuta irá
in crescendo a partir de ahora. Al traslado de todas las
consultas externas desde el viejo centro periférico de
especialidades habrá que sumar el completo de-salojo del
antiguo Hospital de la Cruz Roja, con todos sus servicios de
pruebas diagnósticas, tecnologías terapéuticas, quirófanos y
hospedaje de los pacientes que hayan requerido de ingreso
para ser tratados de sus dolencias y afecciones.
La construcción del nuevo hospital ha requerido de una
inversión superior a los 95 millones de euros. Una
importante cantidad que debería traducirse en una mayor
efectividad y agilidad en la atención médica de los ceutíes.
Unos parámetros que, de momento, han sido puestos a examen
por parte de los sindicatos y entidades de defensa de los
derechos del paciente, y cuya evaluación definitiva podrá
conocerse en pocas semanas.
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