La navegación del carguero turco ‘Rhone’ no es recomendable
por presentar “problemas estructurales”. Así lo ha
determinado la inspección de la Capitanía Marítima, que
intenta localizar al dueño y la aseguradora de la carga y
estudia su trasvase. Mientras, el armador ha abandonado a la
tripulación, a la que se aprovisionará.
El problema del ‘Rhone’ ha pasado de ser meramente técnico a
“humanitario”. Así se resumía ayer la situación por parte de
los responsables de Capitanía Marítima, cuyos servicios de
inspección han detectado en el barco turco “problemas
estructurales” que no hacen “recomendable” su navegación.
Mientras tanto, y a pesar de que la Capitanía marítima ceutí
ha hecho “todo lo posible” por resolver el caso, la
tripulación ha sido “abandonada” por el armador, al parecer
por problemas económicos. De hecho, no ha provisto los
fondos que se esperaban para que el mercante pudiera entrar
a puerto a cargar tanto suministros como combustible.
Trasvase de la carga
En lo que respecta a la situación técnica del buque,
Capitanía Marítima se plantea el “trasvase” de la carga que
transportaba en dirección a Turquía mientras espera que
aparezcan el dueño de la carga y su aseguradora para que
designen otro barco que pueda transportarla. No obstante, el
inspector, Francisco Sierra, señalaba la dificultad de que,
ante la proximidad del fin de semana, el contacto con el
propietario del cargamento se pudiera producir en las
próximas horas.
Entre tanto, y a la espera de que se resuelvan las
cuestiones de índole técnica, la tripulación, también turca,
permanece en el barco, fondeado en la bahía norte. Mientras
se establecen los contactos con las autoridades turcas para
solucionar la situación de los tripulantes, Capitanía
Marítima se planteaba también ayer la posibilidad de
llevarles agua potable con la embarcación de Salvamento
Marítimo. Por su parte, el consignatario, Marítima del
Estrecho, podría proporcionarles también en breve los
víveres necesarios.
En relación con el futuro del ‘Rhone’, que tiene una eslora
de 107 metros y, según los datos proporcionados por Sierra,
fue construido en los años 70, sólo cabría el embargo en
caso de que el armador siga sin hacerse cargo del buque. El
procedimiento administrativo daría lugar, una vez culminado,
al desguace del carguero por parte de un astillero. En lo
que se refiere a los problemas estructurales detectados,
Capitanía Marítima no ofreció más detalles, salvo que no se
trata de la vía de agua que le obligó a fondear en aguas
ceutíes hace ya varios días, que quedó reparada el jueves.
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