El Salón Dorado, abarrotado por más un centenar de personas
entre autoridades y miembros de los tres colectivos
galardonados -excepto los diputados de Coalición por Melilla
(CPM), que se ausentaron-, fue el brillante escenario para
el acto, solemne pero sencillo, que se prolongó durante una
hora. Las tres entidades recibieron el galardón de manos del
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que
centró su discurso en subrayar la generosidad y el servicio
a los demás que representan el Centro Asistencial, la
Policía Local y la Unidad de Trasplantes. Tres colectivos
que, tal y como indicó Imbroda, son “merecedores” de la
máxima distinción de la Ciudad Autónoma porque, como el
resto de galardonados en años anteriores, “coparticipan en
la construcción sin final de nuestra tierra”, que “mejora y
avanza gracias a actitudes individuales e institucionales de
consistente proyección y beneficio público. Sobre el Centro
Asistencial, Imbroda destacó el trabajo que desempeña de
forma ininterrumpida desde 1915 para ofrecer protección
integral a niños y mayores, “quienes más lo necesitan y
merecen”. Una institución que nació para “mitigar el hambre
y apagar la sed de los abandonados de la suerte y agobiados
por la miseria”, un objetivo que aún perdura, casi un siglo
después, lo que ha permitido a la Gota de Leche convertirse
en “un lugar modélico y de reflejo ejemplar en un mundo que,
aunque moderno, no está exento de la necesidad de asistencia
social”. Sobre la Policía Local, el mandatario local subrayó
que desde su creación en 1893, “muchos han sido los avatares
y exigencias en los que ha estado a la altura de las
circunstancias”. También tuvo palabras para el desarrollo
que ha experimentado este cuerpo de seguridad en los últimos
años, lo que ha permitido que su plantilla ascienda a 234
agentes y tenga una mayor capacidad operativa en la que
“siempre da una respuesta efectiva”, especialmente en hechos
trágicos que han tenido lugar a lo largo de la historia.
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