El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas,
estuvo ayer el cementerio católico de Santa Catalina, donde
en una de sus visitas “periódicas”, comprobó el estado
general del camposanto, desde los nuevos patios construidos
para sustituir a los declarados en ruina, a la jardinería o
la zona de los mausoleos. La impresión del jefe del
ejecutivo, que estuvo acompañado por la consejera de
Sanidad, Adela Nieto, y el director del cementerio, Antonio
Troyano, fue “satisfactoria” y de hecho, aseguró que los
ciudadanos “pueden ya apreciar el cambio” operado en las
instalaciones, que se preparan ya para el próximo Día de
Todos los Santos.
La reforma emprendida en el cementerio católico de Santa
Catalina hace casi un año está a punto de completarse. El
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, y la
consejera de Sanidad y Consumo, Adela Nieto, realizaron ayer
una de las visitas que, de forma “periódica”, advirtió el
jefe del Ejecutivo, llevan a cabo a estas y otras
instalaciones bajo su responsabilidad. Los representantes
del Gobierno estuvieron acompañados durante el recorrido por
el viceconsejero de Equipamiento Urbano y Barriadas,
Gregorio García Castañeda, y el director del camposanto,
Antonio Troyano.
Vivas destacó respecto a las obras de construcción de cerca
de medio millar de nuevos nichos que estas se encuentran
prácticamente terminadas y que tan sólo resta por finalizar
el traslado de las sepulturas situadas en los patios que han
debido ser sustituidos al declararse en ruina.
Con todo, y tras revisar el recinto en compañía también de
algunos técnicos, el presidente manifestó su “satisfacción”
por el estado general del mismo, “desde la jardinería a la
zona de los mausoleos, que ha quedado muy bien”, apuntó.
Vivas considera que a día de hoy, los ciudadanos que se
acerquen al cementerio “pueden apreciar ya el gran cambio”
que ha experimentado desde que comenzaran las reformas. El
máximo responsable del Gobierno autonómico anunció asimismo
su intención de llevar a cabo una nueva visita a Santa
Catalina antes del próximo 1 de noviembre con el fin de
supervisar las actuaciones y preparativos que cada año se
realizan en el cementerio por parte de la Ciudad con motivo
del Día de Todos los Santos.
Las últimas obras en Santa Catalina, proyectadas desde el
departamento de Obras Públicas de la Ciudad por su
responsable, el arquitecto técnico Francisco Navas,
comenzaron a finales del pasado año y consistieron en la
construcción de 464 nuevos nichos. Los patios de nueva
factura sustituyen a los que, por su antigüedad, se
encontraban en peores condiciones, alguno de los cuales
había sufrido de hecho derrumbes parciales a consecuencia de
las humedades. El proyecto tenía un presupuesto cercano a
los 300.000 euros y fue adjudicado a la empresa
Construcciones Jomasa en noviembre de 2008.
Nuevas galerías
Las nuevas galerías, construidas en la zona de ampliación
del cementerio, hacia el este, sustituyen en concreto a las
de San Lázaro y San Juan Bosco, levantadas a comienzos del
pasado siglo. El proceso de rehabilitación del camposanto
tiene la dificultad, tal como recordaba también ayer el
presidente de la Ciudad, de los numerosos y a menudo largos
trámites que es preceptivo completar por parte de la
administración para proceder al traslado de los restos
humanos de unos a otros nichos. Las exhumaciones requieren
de la obtención de la autorización previa por parte de los
familiares de las personas enterradas, lo que supone la
localización, una a una, de estas familias, gestión que en
algunas ocasiones se traslada fuera del ámbito de la ciudad
autónoma. Como trámite final, y en caso de no localizarse a
quienes puedan hacerse cargo de la autorización para el
traslado, la Ciudad ha de publicar un anuncio en el Boletín
Oficial antes de autorizar a la exhumación de oficio.
La consejera de Sanidad y Consumo explicó que ya ha
comenzado el trámite de información pública para el traslado
de los cadáveres a los nuevos nichos construidos, de modo
que su desarrolló quedará incluido en la planificación de
actuaciones para el próximo año.
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Un proceso de sustitución de casi 4.000 nichos que comenzó
en el año 2003
La construcción de cerca de 500
nuevos nichos no ha sido la primera obra rehabilitación de
calado que se desarrolla en Santa Catalina en el último
decenio, pues el proceso comenzó en 2003. En una primera
fase se llevó a cabo el traslado de 2.200 nichos del patio
número 1, el más antiguo, al 8. Con posterioridad, se
emprendió la construcción de otros 1.056 nichos que
sustituirían a los del viejo patio número 3 y que a su vez
se recolocaron en el que se construyó en lugar del 1 y con
la misma numeración. Tras declararse en ruina la galería 3,
esta se encuentra ya reconstruida, a falta tan sólo del
enlucido y pintado, según indicó ayer la consejera de
Sanidad, Adela Nieto.
Los columbarios más antiguos de Santa Catalina databan del
año 1914 y la sustitución de los más antiguos y deteriorados
ha conllevado también la adopción de una medida de seguridad
para alargar la vida de estas construcciones, limitando su
altura a cuatro pisos.
Con todo, la inversión realizada en Santa Catalina en estos
años alcanza casi los 2 millones de euros, una cifra similar
a la que se empleará en la ampliación y mejora del
cementerio musulmán.
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