Nada es extraño que al levantarme
y encontrarme con el tiempo adelantado del otoño, con
intensas lluvias, desde que Chávez se ha paseado por Rusia
con una mochila donde ha ido metiendo misiles y tanques,
sacando de las arcas venezolanas 1.500 millones de euros.
Ignoro si los venezolanos pasan hambre.
Nada es extraño en nuestro mundo, visible en una imagen
panorámica interactiva tomada por el Observatorio Europeo
Austral.
Nada es extraño en las manifestaciones de inmigrantes, sobre
todo en Ceuta, si hemos permitido que se nos suba a las
barbas.
Nada es extraño en las inundaciones de los calabozos de la
recién abierta Ciudad de la Justicia de Barcelona si tenemos
en cuenta la precipitación con la que se ha construido.
Nada es extraño en las declaraciones de José María Aznar
sobre la crisis que sufrimos con ésta salida “No es difícil
gestionar la crisis, pero es difícil hacerlo peor”
Nada es extraño en la decisión de Mariano Rajoy de unirse a
los ultracatólicos en el desfile contra el aborto que
realizarán y menos extraño que anime a los suyos a unirse…,
de sus palabras de antaño en las que afirmaba rotundamente
que Rodríguez Zapatero era el hombre de la pancarta pueden
deducirse que se refería a él mismo, al propio Mariano.
Nada es extraño en la decisión de Obama de prorrogar un año
el embargo de Cuba cuando tiene sobre la mesa el proyecto de
Sanidad para todos (los americanos, por supuesto) y así
contentar un poco a los republicanos.
Nada es extraño en la declaración de un ex concejal pepero
de que es adicto a las drogas y no al sexo. Obvio, si tomas
drogas difícilmente puedes elevar la pipa.
Nada es extraño que la presidenta de la Comunidad de Madrid
exclame que le levanta el estómago la votación celebrada en
Arenys de Munt sobre la independencia de Catalunya si su
amigo Valdano afirma que el Barça mira por Catalunya y se
queje de que una piedrecita haya impactado en el autocar
donde viajaban los falangistas.
Nada es extraño en la postura de esa presidenta si no se
asombra de los uniformes con perfume de alcanfor que
asomaban por las ventanillas del susodicho autocar. Conocido
es el espíritu falangista de esa señora.
Nada es extraño en la decisión de la Comisión Disciplinaria
del Consejo General del Poder Judicial haga estrellar la
antepenúltima queja del PP sobre el juez Garzón.
La pretensión de los peperos de que Garzón pretende
perjudicarles es mucha pretensión. El que fue instructor del
caso Gürtel, creo, pasa de esto.
El PP tiene un pobre bagaje cultural dentro de un reducido
diccionario: estado policial, inquisición, conspiración,
dictadura, persecución, etc. Se nota que siguen poseyendo
las aplicaciones del franquismo y la política que lleva a
cabo, la de la crispación, tiene dos objetivos: neutralizar
el caso Gürtel y machacar a Rodríguez Zapatero como sea.
Malo.
Nada es extraño en esa postura pepera generalizada. Se
olvidan que Garzón metió en la cárcel a ministros
socialistas, al director de la Guardia Civil, a quienes
saquearon los fondos de pensiones de la Guardia Civil, etc.…
¿eran peperos todos esos detenidos por “el estado policial”?
Hijos míos, ¡¡se os ve el plumero desde el espacio
interestelar!!
Os habéis transformado en un partido que aburre mogollón.
¿Dónde está esa derecha civilizada? ¿Dónde habéis metido esa
derecha moderna e independiente de la CEOE? ¿Dónde habéis
dejado el vagón del desenganche franquista? Menudos sois.
Ya va siendo hora de que me extrañe por escribir este
artículo en el que nada es extraño. Páginas de la prensa
escrita y digital e imágenes televisivas llenadas por los
peperos en competencia con cierta señora de nariz operada y
llorica porque la llaman al orden.
¡¡Qué país de payos!!
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