El representante del Ministerio Fiscal en la ciudad pide
siete años de prisión para un sujeto por un presunto delito
contra el derecho de los extranjeros, concretamente,
intentar ayudar a una marroquí a llegar a la península
llevando un pasaporte falsificado. Por su parte, la defensa
solicita la absolución del acusado alegando que su cliente
desconocía a la mujer y no identificó a simple vista que la
documentación no fuera legal.
Los hechos se produjeron el 21 de mayo en la zona de
preembarque de vehículos de la Estación Marítima cuando los
agentes de la Policía Nacional inspeccionaron un Seat Ibiza
y en la documentación de una de las pasajeras del turismo
detectaron y comprobaron que el sello del pasaporte estaba
falsificado, contrastando luego con la central y obteniendo
una respuesta positiva.
Según declaró el acusado ante la Audiencia Provincial,
“conocí a esta mujer marroquí en el puerto y me dijo que si
yo iba para Barcelona. Le dije que sí, y me ofreció
compartir gastos, así que le pregunté si tenía documentación
y al enseñármela, no percibí que fuera falsa”, argumentó el
imputado.
Sin embargo, uno de los agentes de dicho cuerpo declaró como
testigo que “venía de la frontera con ella y que la conocía
de antes, sin haber tenido ningún problema. Ella iba sentada
al lado de él”, manifestó. Dicha mujer se encuentra en
paradero desconocido pero en sus declaraciones ante la
Policía aclaró que “un hombre de Tánger me dio los papeles
en Castillejos pero fue él quien se acercó a mi y me ofreció
pagar los gastos a medias del viaje”. El juicio quedó visto
para sentencia.
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