La presencia de centenares de inmigrantes residentes en el
CETI caminando hacia el centro y posterior ‘acampada’ en la
Plaza de los Reyes, ha llamado la atención entre la
ciudadanía desde primeras horas de la mañana de ayer. Los
gritos consigna de los extranjeros irregulares en este punto
freno de la Unión Europea que es Ceuta, daban cuenta de las
‘demandas’ bien aprendidas que traían desde su origen
residencial. Por un lado, pregonaban falta de
protocolización por la gripe A en las instalaciones
estatales del Centro Temporal, y por otro -ya que el
Pisuerga pasaba por Valladolid- solicitaban salir, de una
vez, de Ceuta hacia la península. Llamadas de atención
reivindicativas, marcha hasta el centro de Ceuta, pancartas
elaboradas en distintos formatos y tamaños que algunos han
incitado, preparado y mandado ejecutar movilizando,
manejando y utilizando la desesperación de unos inmigrantes
fácilmente maleables, han conseguido irresponsablemente
alterar verdaderamente el orden público sin caer en la
cuenta razonable de que el Estado español protocoliza, para
el caso de la gripe A, una metodología aprobada por la OMS
y, evidentemente, aplicable a todas las entidades, centros y
organismos de carácter estatal (entre ellos, sin lugar a
dudas, y por su trascendente significado en materia
sanitaria, el CETI). Estas actitudes tomadas por los
‘lanzadores’ anónimos dificultan el ritmo cotidiano de una
ciudad que cumple con su nivel de respuesta, por sus
circunstancias geográficas, con lo exigido por la UE en
materia de inmigración, algo que Ceuta asume pese a
contraprestaciones recurrentes y siempre mejorables en
niveles económicos. Pero azuzar injustificadamente de este
modo trae consecuencias que afectan a Ceuta como ciudad y
atenta gratuitamente contra su imagen. Los inmigrantes, pese
sus penosas situaciones personales y el reconocimiento
social de las mismas, cuentan con un Centro de acogida de
nivel, atendido por profesionales de diferentes ramas, algo
más que esos miles de ceutíes que malviven por debajo del
umbral de la pobreza.
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