El Alicante, a priori, parecía asequible, al jugarse la
eliminatoria en casa. Era una buena ocasión para demostrar
que lo del Sangonera había sido algo casual, pero ...
volvieron a pintar bastos.
Durante toda la noche estuve “colgado” del teléfono y cuando
en la primera parte me decían desde Alfonso Murube que el
Ceuta ya ganaba por 1 – 0, creí, de verdad, que por fin
saldría algo a derechas. Pero ni por esas.
En el segundo tiempo el Ceuta se dejó empatar, volvió a
adelantarse y no fueron capaces, en los últimos instantes de
“morder”, con lo que los alicantinos empataron en el último
suspiro.
A partir de aquí, la prórroga y el lanzamiento desde el
punto de penalti: ellos acertaron en todo, el Ceuta falló
uno y el conjunto ceutí no pasó de aquí. Es una pena, pero
sigo creyendo, como creía hace unos meses, que D. Cecilio y
compañía montan un circo y en dos semanas los enanos le
crecen hasta dos metros y medio. Es lo que creo y por eso lo
digo.
Pero ¿Por qué cito a D. Cecilio?. Por dos razones muy
importantes, la primera porque quiso tener un secretario
técnico con experiencia y conocimientos de lo que es esta
categoría, ya que en la directiva parece que no se conocían
todos los entresijos a nivel nacional y, por cuestiones de
salud, la persona elegida, no ha podido culminar la obra que
estaba empezando.
En segundo lugar cito a D. Cecilio y no a otros, porque al
llegar al club y, además, acercarse a la Federación, no sé
con qué cargo y por qué méritos, parecía que llegaba el
salvador, algo así como si el Ceuta se hubiera hecho con el
Oráculo de Delfos. Han pasado ya muchos meses y, todavía, no
se ha visto, en positivo, su influencia en el Ceuta. Habrá
que darle más tiempo para demostrar su valía, creo que mayor
de lo que yo pienso, pero muy inferior a lo que él cree.
Con todo, lo de la noche del miércoles es un tropezón, pero
uno más, de los muchos que va teniendo el Ceuta, desde hace
varios años y si se queda eliminado, ante el Alicante, es
malo, pero haber perdido los tres puntos frente al Sangonera
es, todavía, peor.
Ahora ya no hay que pensar más que en la liga y el
adversario de este fin de semana, en teoría, no debe ser de
los complicados, pero ya se sabe lo que sucede con equipos
rivales por las cercanías, que si te duermes dos veces te
llevan al “huerto” y se quedan con los puntos.
No tengo ni idea de las perspectivas, a partir de ahora,
pero un equipo como el Ceuta, con el presupuesto que tiene,
debe dar una imagen ganadora, debe ser un punto de
referencia en la categoría y no puede ser uno más de los que
hay en el grupo IV de la segunda B.
Ni Jerez Industrial, ni Sangonera, Lucena o Estepona deben
tutear al equipo ceutí, por mucho que el Estepona tenga en
sus filas a un hermano de José Tomás. Pero esto es fútbol,
no toros. Un partido se puede perder, se perderán más,
posiblemente, pero empezar con una imagen de ser equipo
vulnerable con facilidad, no va a servir para que,
especialmente fuera, te respeten de verdad y si además en
casa te sacan los colores, habrá que ver cómo se ha empleado
un dinero tan sabroso que salió de los impuestos de todos.
No me parece el mejor inicio, pero hay tiempo para poder
rectificar, queda todo un campeonato por delante, pero por
estas fechas el pasado año se empezó a tropezar y luego, ya
se sabe, a última hora se trataba de hacer la cuadratura del
círculo que, naturalmente, no salió como se hubiera deseado.
¡Ah!, el asunto de los horarios. En este caso hacer
coincidir una eliminatoria de Copa del Rey, de dos equipos
de segunda B, con el encuentro de la Selección Española,
valedero para la clasificación de un Mundial, no sé a quien
se le ocurriría, pero el acierto no es para lograr un Premio
Nóbel, y una parte de los posibles asistentes prefirió
quedarse en casa ante el televisor.
Con esto de los horarios se quiere dar sensación de
conformar a todos y al final lo que ocurre es que van unos
cuantos, pero la afluencia está siendo cada vez menor.
Yo estoy seguro de que si el equipo tuviera que vivir de las
taquillas y recursos que él generara se buscarían otras
horas, pero mientras esté llegando el “Maná” parece que da
lo mismo y así se tiene contentos a unos cuantos que parece
que son los que más levantan la voz.
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