Dos triunfos a domicilio y una victoria y un empate en casa,
con eliminación incluida de la Copa por penaltis, es el
balance numérico del nuevo Ceuta en el arranque de la
temporada; un equipo irregular, que deja detalles de calidad
y entrever que mejorará con el discurrir de la competición,
pero hasta ahora sin las tablas y la experiencia de los
equipos que aspiran a hacer grandes cosas. En el segundo
choque oficial en el estadio municipal el equipo de Orúe
jugó a ráfagas, hizo dos goles, pero permitió en algunas
fases del encuentro que el Alicante llegara con demasiada
facilidad a su área, además flaqueó en la estrategia
defensiva. En la portería Ramón combinó alguna intervención
de mérito con el error que le costó a su equipo el 2-2. Un
mal despeje del sevillano al centro del área lo recogió
Pucho, recién entrado al campo, para marcar el definitivo
empate cuando el Ceuta había hecho lo más difícil,
recomponer la figura tras el tanto de Gato para ponerse por
delante con un gol de Pedro Díaz, tras asistencia de Raúl
Martín.
El Alicante, que sigue sin ganar un partido, no deslumbró en
el Murube ni presionó como lo hizo el domingo pasado el
Sangonera, físicamente un escalón por encima del Ceuta y del
Alicante. Al equipo de Vicente Borge también le faltó
contundencia atrás, pero no desaprovechó el regalo para
llegar a la prórroga, que no sirvió para nada.
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