El sindicato UGT-Melilla defendió ayer el subsidio
extraordinario de 420 euros impulsado por el Gobierno
socialista como una manera de encarar la crisis económica de
manera “eficiente y solidaria”, al considerar que de esta
manera se evita dejar “desamparados” a los parados que se
quedan sin prestación, máxime cuando “estamos en fase de
destrucción de empleo”. Además, el sindicato instó a los que
están en contra de esta medida a que “lo digan alto y
claro”.
Según la secretaria de Organización e Igualdad de
UGT-Melilla, Concha López Carrillo, esta prestación
extraordinaria es “de justicia social”, si bien reconoció
que su sindicato “defiende antes un empleo que un subsidio”.
“El problema pasa cuando ese empleo no existe”, matizó la
dirigente ugetista, que consideró que este subsidio de 420
euros puede contribuir a que no decaiga el consumo
estimulando la demanda.
A través de un comunicado de prensa, López Carrillo opinó
que para superar la “grave situación económica” en la que se
encuentra el país, resulta “imprescindible” el mantenimiento
de gasto público, lo que permitiría sostener la demanda y la
inversión. “Hay que seguir estimulando la demanda, y por
tanto es primordial garantizar el poder adquisitivo de los
salarios a través del cumplimiento de los acuerdos pactados
en los convenios colectivos vigentes”, insistió López
Carrillo.
Asimismo, la número dos de UGT-Melilla defendió su teoría de
reestructurar el modelo productivo español enmarcándolo en
la futura Ley de Economía Sostenible, “un nuevo modelo
dotado de una base industrial que invierta en I+D+i, un
mejor sistema educativo y un sistema de protección social
consolidado”.
Para ello, consideró “imprescindible” el diálogo social como
“el escenario más adecuado para conseguir la recuperación de
la actividad económica y el empleo”.
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