Pese a que en la calle los rumores eran los de un “ajuste de
cuentas”, los empleados de la oficina, testigos de los
hechos, lo desmienten y aluden a una “disputa familiar más
salida de tono que lo normal”. Una silla voló por la
ventana, cristales de las ventanas y decenas de vecinos
asustados por un alboroto que se resolvió con la
intervención policial y el traslado al hospital del agredido
para realizar el parte facultativo.
Pasaban las 11:30 de la mañana cuando un hombre se presentó
“con buenos modales” en la oficina de una inmobiliaria
situada en el Edificio San Luis, en pleno centro de la
ciudad, y entró en el despacho del propietario. A partir de
ahí se desencadenó una discusión en árabe que comenzó a
poner nervioso al personal de la oficina. “No entendíamos
nada pero el hombre comenzó a destrozar ordenadores,
impresora, cristales... y el jefe nos pidió que avisáramos a
la policía”. También efectuaron la llamada pidiendo auxilio
otras oficinas cercanas. “Tiraron una silla contra la
ventana y cayeron los cristales a la acera y el escándalo
asustaba bastante, la verdad”, comenta un testigo del
suceso.
Tras la llegada de los efectivos policiales, el dueño de la
inmobiliaria se trasladó al hospital para efectuar el parte
de lesiones y posteriormente realizar una denuncia en la
comisaría.
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