LUNES. 31
He aprovechado las vacaciones para leer mucho Aunque para mí
nunca sea suficiente. Es lo primero que le digo a Mohamed
Alí cuando nos vemos hoy en la escalinata del Hotel Tryp.
Luego continuamos conversando unos minutos. Pero antes debo
decir que el hombre fuerte de la UDCE sigue dándome muestras
de tener una educación exquisita y un saber estar merecedor
de ser destacado. Y lo hace sin que en mis opiniones haya
salido muy bien librado. Lo cual evidencia que tiene más que
asumido que los políticos deben estar tan expuestos a las
críticas como a la gripe. Mohamed Alí presta mucha atención
a cuanto le digo acerca de ese empeño que viene poniendo en
que sus relaciones políticas con Juan Luis Aróstegui
sean lo más fructíferas posibles. Trato de explicarle,
aunque sea con celeridad y muy por encima, que su juntera
con el PSPC no le proporcionará más que disgustos y
quebraderos de cabeza. Y, sobre todo, le recuerdo que el tal
Aróstegui, por su forma de ser, terminará dañando las siglas
de la UCDE. Lo que será el principio del fin del partido.
Mas Alí, de momento, no atiende a razones. Incluso sus
respuestas están preñadas de palabras doloridas contra
socialistas y populares. A quienes acusa de haber
despreciado todo cuanto él dice representar. Una pena. Así
que alguien, con cierto ascendencia sobre él, debería
hacerle comprender que actuar por despecho suele conducir,
desgraciadamente, al abismo. En este caso, al abismo
político.
MARTES. 1
En la sala de estar del Hotel Tryp hay mucha animación. La
cual se debe a la llegada de los expedicionarios murcianos
que acompañan al presidente de su Comunidad: Ramón Luis
Valcárcel. Quien es el invitado de honor del Día de la
Autonomía de Ceuta. Las idas y venidas de los forasteros,
los saludos, los corrillos que se van formando con los
políticos locales, los observo desde la barra de la
cafetería. En un momento determinado, aparece Pedro
Gordillo y, tras cumplir éste con sus obligaciones
protocolarias, nos ponemos a pegar la hebra, acompañados por
otros contertulios. La charla es distendida y amena. Se
habla de todo. Y pronto aflora la risa. Debo decir, con gran
satisfacción, que Gordillo pasa por un buen momento. Se le
nota en todos los aspectos que tiene más que superado aquel
arrerrucho que lo tuvo alejado de su despacho durante varias
semanas. Gusta de entablar conversación sobre todos los
temas de actualidad. Y, encima, presta oído más que habla.
Una situación que le permite estar al cabo de la calle de
cuanto se cuece en ella. Del estado emocional del
vicepresidente del Gobierno y presidente del partido, se
sigue hablando. Lo cual ha terminado por convertirse en
tópico. Aunque tengo para mí que esa emocionalidad, cualidad
tan natural en él, es la pantalla con que trata de cubrir
Gordillo otras cualidades que le son muy necesarias para
tomar las decisiones a las que se ve abocado por sus cargos.
En fin, que me place destacar el buen momento que está
viviendo un político que ha pasado por situaciones
difíciles.
MIÉRCOLES. 2
Alguien que está al tanto de cuanto acontece en la ciudad me
comunica que el presidente de la Confederación de
Empresarios de Ceuta, Rafael Montero Avalos, se
siente dolido porque no ha sido invitado a participar en los
actos que la Cámara de Comercio, presidida por Luis
Moreno, ha preparado para los presidentes de las tres
cámaras de comercio murcianas: la de la capital, Cartagena y
Lorca. Y que el disgusto le ha hecho dirigirse a la Ciudad
pidiendo explicaciones. Y que los gobernantes locales le han
dicho que ellos no tienen nada que ver en la organización de
las actividades programadas. Pero el hombre no ceja en su
empeño de insistir en que es injusticia el que se hayan
olvidado de invitar al organismo presidido por él. Pero en
este caso, como en muchos otros, conviene hacer uso del
refranero: “Donde las dan las toman”. Que es lo que habrá
pensado Luis Moreno. Quien, por lo que me explican, está
harto de verse sometido a desaires por parte de la
presidencia de la Confederación de Empresarios. Desde aquí,
como no podía ser de otra forma, nos limitamos a escribir lo
que nos cuentan, sin inclinarnos por parte alguna. Aunque
entendamos que cada cual en su casa recibe a los invitados
que desea. Y punto.
JUEVES. 3
Terminada la reunión de los empresarios murcianos en la
Cámara de Comercio, éstos y las autoridades pimentoneras se
van reuniendo en la sala de estar del Hotel Tryp. Están
apurando los últimos minutos en Ceuta. Dos miembros del
séquito que acompaña al presidente de la Comunidad murciana,
Ramón Luis Valcárcel, hablan muy cerca de mí. Se les oye
todo. Y, aunque me siento molesto, no hago la menor
intención de perder ripio. Hablan con entusiasmo de la
ciudad que desconocían y que les ha causado la mejor de las
impresiones. Incluso hacen planes para volver en cuanto sus
obligaciones se lo permitan. Pero también destacan las
atenciones que han recibido y no dudan en elogiar el buen
hacer del vicepresidente de la Ciudad, Pedro Gordillo.
Que no ha escatimado ni tiempo ni interés en procurar por
todos los medios que se sintieran como en su casa. Por lo
oído, parece ser que las personas dirigidas por el
vicepresidente han dado lo mejor de sí mismas con el fin de
que los invitados estuvieran siempre atendidos. A mí, por
tanto, no me cabe más que contarlo. Y lo hago con sumo
gusto, claro que sí.
VIERNES. 4
De Luis Parrilla, constructor cordobés, creo haber
escrito en estas páginas. Lo cual no obsta para que vuelva a
hacerlo. Debido a que es persona que se ha ido ganando el
respeto y la estima de cuantos le hemos ido conociendo. Luis
es afable, ameno, dinámico, tiene don de gentes y buena
presencia. De modo que no resulta extraño que cada día
seamos más quienes gustemos de estar con él durante los días
que pasa en Ceuta. En esta ocasión, Luis ha venido
acompañado por José Montes la Rubia. Un empresario,
también nacido en la tierra de los Califas, que llevaba más
de dos décadas sin venir por esta ciudad. Y se ha quedado
con la boca abierta. Con Luis y José he paseado durante un
buen rato. Y hemos charlado de todo cuanto nos ha apetecido.
Luego, cuando lo hemos creído conveniente, hemos hecho
varios altos en el camino en sitios donde tomar el aperitivo
es un placer. Y, desde luego, no hemos parado de conversar
acerca del crecimiento de Ceuta en muchos aspectos. José
Montes se ha ido encantado. Y dispuesto a regresar muy
pronto por motivos profesionales. Aunque antes desea
enseñarles a los suyos la ciudad. De la que les ha hablado
con entusiasmo cada dos por tres. En realidad, y por más que
algunos tuerzan el gesto, sigo diciendo que Ceuta está de
dulce.
SÁBADO. 5
Del viceconsejero de Recursos Humanos, Ángel Díez Nieto,
tengo yo muy buen concepto. Me parece persona preparada,
dialogante, divertida y poco novelera. De modo que no tuve
el menor inconveniente en apostar por su defensa cuando los
sindicatos lo eligieron para jugar con él al abejorro. Y lo
hice convencido de que estaba ante un político poco
dispuesto a ceder ante las amenazas de quienes deseaban
comerle el terreno. Mi defensa del viceconsejero, razonada
casi siempre, era criticada incluso por los sindicalistas
que no me ven con malos ojos. Pero yo no cedí jamás. Quizá,
todo hay que decirlo, porque el personaje me caía y me cae
bien. No en vano me tomé hasta el atrevimiento de airear su
más que posible nombramiento como consejero de Gobernación.
No obstante, me dicen que últimamente anda con el norte
perdido. Más bien procurando por todos los medios ganarse el
aprecio de ciertos individuos que, tarde o temprano, le
jugarán una mala pasada. Y lo primero que hago es salir
nuevamente en su defensa. Alegando lo siguiente: no creo yo
que Díez Nieto haya perdido su olfato de sabueso ni tampoco
su buen gusto.
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