‘Vamp Evil 2 (la mutación)’, exponente ceutí de la serie Z,
se estrena esta noche en el Salón de Actos del Palacio
Autonómico. La película ha sido rodada por un grupo de
amigos y familiares dirigidos por Francisco Antonio
Rodríguez, ‘sui generis’ director, productor y actor de la
secuela. Hace un año, este curioso cineasta logró concluir
la primera parte sin necesidad de un presupuesto que fuese
más allá de lo que cualquiera pueda tener en el bolsillo una
noche de fin de semana.
Francisco Antonio Rodríguez cumple sus promesas, ya que hace
un año cumplió el sueño que una buena noche le desveló:
preparar, rodar, editar y proyectar su ópera prima Vamp Evil,
una de zombies grabada con la más absoluta economía de
medios. Esta noche, llega a la pantalla la secuela de aquel
filme que, según explica su director, ha tenido cierto
recorrido por Internet, llegando incluso felicitaciones
desde Venezuela.
“Es más fuerte que la otra, está mucho más elaborada”,
apunta Rodríguez, quien asegura que ha aprendido en lo
tocante a las técnicas de rodaje, si bien el mayor salto de
calidad se ha dado en los efectos de maquillaje.
“El rodaje ha sido más largo”, comenta este cineasta
indudablemente hecho a sí mismo, desde el día 3 de noviembre
para registrar un producto de una hora y cuarenta minutos de
duración.
También ha aumentado la participación de actores, que ha
doblado al primer proyecto, que han utilizado como plató,
especialmente, los espaciones naturales, donde se producen
la mayoría de enfrentamientos de héroes y zombies.
El extravagante cineasta reconoce que ha utilizado la misma
cámara que en la primera parte, si bien ésta vez ha grabado
en HD (alta definición) y no en DVD.
En cuanto a los efectos especiales, “son también mejores que
en la primera”, asegura, así como las coreografías de lucha.
Del argumento, en la más pura tradición de la serie B sobre
zombies y vampiros, se puede decir que explica el gérmen del
virus a través del truco cinematográfico de poner en escena
un diario que cuenta la historia del origen del medallón que
en la primera parte de Vamp Evil hacía mutar a quien osaba
acercarse.
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