La aparición de los últimos datos
económicos al finalizar el periodo estival señalando la
caída del Producto Interior Bruto así como, las
declaraciones de importantes miembros del Gobierno en
relación a la más que segura subida de impuestos en los
próximos meses, nos acercan un poco más a la verdadera
realidad de la precaria situación de la economía española a
pesar de los engaños difundidos por el Ejecutivo socialista
en los últimos meses.
Las medidas intervencionistas adoptadas por estos ineficaces
gestores en los últimos meses cuantificadas en más de 12.000
millones de euros a través de medidas populistas como; la
devolución de los 400 euros del IRPF, el cheque bebé, el
escandaloso acuerdo de financiación autonómica para pagar
apoyos políticos, los fondos incluidos en el Plan E o los
420 euros mensuales a los parados que han perdido el derecho
de la prestación por desempleo han supuesto un incremento
espectacular en el gasto extraordinario de las ya
deficitarias cuentas públicas que deben ser subsanadas
urgentemente a través de la inyección de nuevos recursos,
que con total seguridad, serán proporcionados, en su
totalidad, por la debilita clase media española tal y como
han anunciado en los últimos días.
Por tanto, seremos los españoles quienes pagaremos las
improvisaciones y mentiras de un Presidente del Gobierno,
que no tiene un verdadero plan económico para enfrentarse a
la crisis. Un gobierno, al que por fin, se le ha caído la
careta con una medida que apunta a esquilmar aún más los
bolsillos de las rentas medias aunque afirmen, que esta
subida de impuestos afectará exclusivamente a los más ricos.
Una medida, que no ataja el despilfarro de las arcas
públicas y que desincentivará la inversión y el consumo.
En definitiva, todo ello confirma, sin ninguna duda, las
predicciones formulados desde diversos sectores de la
sociedad española tras la llegada al Gobierno de la nación
en 2004 de José Luis Rodríguez Zapatero. Dirigente
socialista que alcanzó sorpresivamente la secretaria general
socialista y posteriormente, la Presidencia del Gobierno
tras la masacre terrorista del 11 de marzo y la vergonzosa
campaña informativa propiciada por estos expertos
manipuladores de la comunicación que consiguieron
tergiversar la opinión de miles de españoles a través del
grupo de comunicación más importante del país.
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