Parece un contrasentido, pero
Ceuta, en un verano en el que parecía de auténtica ruina, ha
subido en más de un 30% el número de visitantes a la ciudad,
algo que no es normal, en ninguna época de bonanza, y mucho
menos en plena crisis, como la que estamos viviendo.
Lo más extraño de este gran aumento, en la afluencia a
Ceuta, es que las cifras “maquilladas” hablan de un
descenso, en el resto de España, en torno al 5%.
La Ciudad de Ceuta, a pesar de tener un gran número de
personas reacias a los toros, ha sido capaz de dar un primer
capotazo a la crisis y, cuando menos, esquivar lo que
hubiera sido un verano sin visitantes.
En honor a la verdad, ni el más optimista en la Ciudad
Autónoma soñaba con unos datos de visitantes, tan buenos,
como los que se han obtenido.
Mirando, simplemente, los fríos números, lo que sí se puede
decir es que Ceuta, en el verano, respecto a la crisis, ha
ido por el carril opuesto al resto del país.
Y el aumento, no sólo, se quedó en la visita diaria, para
regresar por la noche a su lugar de procedencia, sino que
ese aumento ha sido, también, en el número de visitantes que
a lo largo del mes han pernoctado en la Ciudad.
Hace un par de días, en el contacto, muy frecuente, que
mantengo con “mi casa en Ceuta”, el Hotel La Muralla, me
decían que la ocupación que había tenido el Parador, a lo
largo del verano, les había sorprendido, gratamente, porque
desde el principio se esperaba mucho menos.
Y cuando tocamos cualquier asunto de la llegada a Ceuta,
desde la Península, siempre aflora la eterna canción que
existe desde hace décadas: “el precio del billete de barco”.
Así me lo indicaba una de las personas con la que hablaba
yo, por teléfono, días pasados:” Si los precios del barco no
fueran tan elevados, hubiéramos tenido un 20% más de
visitantes”.
Dejando de lado este problema que va con lo que es vivir en
Ceuta, que frente al 5% de descenso en otras partes, haya
habido un casi 33% de aumento aquí, es para frotarse las
manos, y más de uno es lo que ha hecho ya.
Pero siguiendo con algunos datos, para poder ilustrar más
estas cifras dadas, en pocas ocasiones, puede que haya sido
la primera, Ceuta ha sido la segunda “autonomía”, tras
Cataluña, con mayor índice de ocupación hotelera, rondando
el 80% y en días claves, llegando a la ocupación plena.
El mes mejor, con diferencia, hasta el comienzo del Ramadán,
ha sido agosto. No olvidemos que una semana de este mes la
ocupó la feria, y en esos días siempre crece el número de
visitantes.
A partir de ahora, la tendencia es a la baja, y aunque
todavía quedan algunos días que se incluyen en tiempo
vacacional, septiembre no se presenta tan halagüeño y
precisamente el Ramadán reducirá el número de
pernoctaciones, especialmente de los procedentes de
Marruecos.
Sea como sea, se ha empezado a hablar ya, de las mejores
cifras de la historia de Ceuta, precisamente, en unos
momentos en los que, debido a la crisis que azota a todo
occidente, los españoles parece que han apostado por un
turismo de cercanías, en el que un punto clave ha sido
Ceuta. Así es mejor.
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