Por algo se comienza, y creo que
la sustitución de un año y seis meses de prisión, por la
expulsión, para diez años, de todo el territorio nacional,
nos libra, en primer lugar, de esos sujetos callejeros que
están al acecho de hacerse con lo que no es suyo, además de
no tener que correr con los gastos que implica tener a
alguien en la cárcel ese tiempo.
Me ha parecido una buena decisión la del juez, del Juzgado
de lo Penal, al expulsar de España a dos extranjeros, no
podía ser de otra forma, durante un período de diez años.
Al llegar al juicio, los imputados reconocieron haber robado
varios objetos, a estos parece que les sirve todo, en dos
vehículos estacionados en una céntrica calle de nuestra
ciudad.
El robo se había producido hace un mes, y en esto la
Justicia no ha tardado en dar su veredicto, con lo que estos
dos, parece que argelinos, o no vuelven a entrar a nuestro
país, o si volvieran a entrar ya saben cual será el camino a
seguir, si es que son reincidentes.
Hay otro freno que van a tener para no andar a sus anchas
por cualquier parte de nuestras tierras, y es que si entran
en España antes de los diez años, automáticamente
ingresarían en prisión, para cumplir ese año y medio que
ahora se les ha sustituido por la expulsión.
Esta sentencia dictada por el magistrado del Juzgado de lo
Penal debiera ser seguida en muchas ocasiones, para así
evitar que, a cada instante, los con o sin papeles que nos
visitan y actúan fuera de la ley, dejaran de ser una de las
pesadillas más fuertes con las que se encuentra nuestra
ciudad y otros muchos lugares del país.
Aquí se trataba de robo, con fuerza en grado de tentativa,
por parte de dos argelinos que, curiosamente, pertenecían al
CETI, pero no al de Ceuta, sino al de Algeciras y que habían
llegado a Ceuta, no sé si como visitantes de la feria que se
avecinaba, el pasado 25 del mes de julio.
No habían necesitado mucho tiempo para asentarse en la
ciudad, ya que ese mismo día, antes de la puesta del sol,
fueron detenidos por agentes de la policía, cuando habían
roto los cristales de dos coches, para robar.
Y es que el método lo tienen demasiado bien aprendido aquí
en Ceuta, y siempre los mismos, llegados de fuera, para no
molestarse en ir de compras.
Está claro que la ruptura de los cristales de un coche es
más ventajosa para ellos, aunque sea más cabreante para el
dueño del vehículo, que especialmente en Martínez Catena
suele ser una práctica habitual diariamente y repetida con
insistencia.
¿Qué se puede hacer con estos que generalmente luego son
insolventes de todo?. Lo mejor es lo que ha dictaminado este
magistrado, mientras que quien no va a sacar más que
“molestias” será el propietario de uno de los coches que ha
solicitado la indemnización por los daños. El propietario de
este vehículo verá pasar el tiempo, será citado a declarar y
todo lo que sea preciso, para luego no lograr nada de lo que
le hayan robado.
El otro propietario, el del segundo coche, ha renunciado a
la responsabilidad civil.
No han sido expulsados en el acto, sino que, en tanto se
tramita la orden de expulsión, los procesados han
permanecido internados en las dependencias de Los Rosales.
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