Hace falta un plan de choque y una limpieza a fondo. En eso
están de acuerdo todos los que ayer colaboraron en la
limpieza del foso de las Murallas Reales. Pero también saben
que es un trabajo “muy costoso” y que están ya puestos manos
a la obra para que las autoridades competentes tomen cartas
en el asunto.
Cada vez las profundidades del foso acumulan más arena y
menor nivel de agua a causa de la ampliación de la playa de
la Ribera. Durante aquellas obras la arena sobrante cerró el
foso y se tuvo que intervenir para solventar la situación,
aunque queda “un poco que va cogiendo importancia a medida
que pasa el tiempo”.
De momento no es grave, eso sí, pero puede provocar si no se
toman medidas que en el futuro algún barco roce e incluso se
quede varado en el único foso navegable de Europa. La
Federación de Asociaciones Subacuáticas pedirá, de momento,
que la Autoridad Portuaria retire los objetos más pesados
que han quedado en el fondo y que ellos no han podido sacar
con los medios con los que contaban. Aún así, si bien es
cierto que históricamente el foso necesita dragados de
manera regular, la Ciudad estudiará llevar a cabo un plan de
choque que evite, en el peor de los casos, la navegación por
el foso “pero aún no sabemos cuando se llevará a cabo si
bien es cierto que procuramos mantenerlo en condiciones
óptimas”, apuntó Ruiz.
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